ilustración Daniel Berman

Así, al frente de la Secretaría de Desarrollo Regional (Sedere) queda Socorro de la Miyar Huerdo, dueña del semanario Abriendo Brecha y del desaparecido diario porteño La Nación. En la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Carlos García Méndez, ex rector de la Universidad de Xalapa y miembro del consejo editorial del diario Milenio El Portal. Como encargada de la Dirección de Televisión de la Coordinación de Comunicación Social del gobierno estatal (Dirección de Prensa), la ex conductora de noticias de TV Azteca Veracruz, Mariel Escamilla. Como coordinadora del programa gubernamental de radio Alta Fidelidad y jefa de prensa de la Secretaría de Desarrollo Regional, la ex conductora de programas de espectáculos de Televisa Veracruz y de radio en el Puerto de Veracruz, Anilú Ingram Ballines. A inicios del 2005, en el PRI estatal se avaló la designación como presidente del comité directivo de Edel Álvarez Peña, quien es el propietario del diario El Liberal, que se edita en Coatzacoalcos, y Crónica de Xalapa, que circula principalmente en esta capital, así como otros medios en el sur del Estado. En el Congreso local, se contaba con el diputado del PRI por el distrito de Misantla, José Luis Oliva Mesa (propuesto por el propio Fidel Herrera), quien es concesionario del grupo Radio Sensación. Su suplente era la periodista Eleaney Sesma, corresponsal del diario Política y dueña del cotidiano El Chiltepín, de gran infl uencia en esa zona misanteca. Se tiene también el ascenso a un puesto ejecutivo de la gubernamental Radio Televisión de Veracruz (RTV), de la periodista Elizabeth Morales, conductora del programa radial Sólo Respuestas, de apoyo a la comunidad, y quien en la actualidad es diputada federal por el PRI, por mencionar sólo algunos casos.

La prensa en el estado de Veracruz ha dado una difusión pormenorizada de las actividades del gobernador; la imagen de éste en primera plana día a día, da la impresión de que todo lo que sucede en la entidad gira alrededor de Fidel Herrera. La radio veracruzana está volcada a cubrir un 80% de su información con las actividades del gobernador, y peor es el caso de la televisión estatal. Entre los reporteros de la radio, y particularmente de la televisión estatal, se regresó a aquella vieja conseja de los años setenta que indicaba que “no hay que pegarle al pesebre”, esto es, no había que asumir la crítica o hacer crítica desde la fuente de trabajo.

El espacio que dejó abierto Miguel Alemán por sus continuas ausencias y con un gabinete formado principalmente con políticos que no habían hecho su carrera política en Veracruz, fue creando entre la gente la percepción de un gobierno distante y elitista, lo cual fue aprovechado por Herrera Beltrán para construirse una imagen contraria: ha recorrido varias veces el estado; ha estado presente en innumerables y diversos eventos e impulsado una política de gobierno itinerante que tiene como objetivo resolver in situ las distintas problemáticas que le presenta la ciudadanía. Esta estrategia ha tenido como eje el control pleno de los medios de comunicación desde el gobierno del estado.

Los Acuerdos de Gobernabilidad

Para hacer frente a la difícil coyuntura política con la que inició su gobierno, resultado de las elecciones tan cerradas y de un congreso dividido, Fidel Herrera propuso los Acuerdos de Gobernabilidad, que tuvieron como finalidad pactar con los partidos de oposición un conjunto de reformas legales, crear algunas instituciones que necesitaba el sistema político (Instituto de la Mujer, Instituto de Transparencia y Acceso a la Información), mientras en paralelo se negociaban los nombramientos de titulares en instancias claves, como la Ofi cina de Fiscalización (ORFIS) y la Procuraduría de Justicia. Diez fueron las acciones acordadas como la columna vertebral de los Acuerdos: 1) rediseñar las instituciones públicas, 2) reformar los procesos electorales de acceso y conformación de los poderes públicos, 3) ejercitar de forma transparente los recursos públicos, 4) transparentar los actos de gobierno, 5) profesionalizar a los servidores públicos, 6) combatir la corrupción, 7) modernizar las instituciones de seguridad pública, de procuración de justicia y del Poder Judicial, 8) fortalecer y recrear la identidad de las y los veracruzanos, 9) impulsar un modelo de desarrollo sostenible y sustentable y 10) políticas de desarrollo social.

A estos acuerdos se incorporaron todas las fuerzas políticas y, de manera secundaria, algunas organizaciones de la sociedad. Los principales resultados fueron: una reforma electoral que se aplicó en las elecciones del 2007, instrumentada por un débil y cuestionado Instituto Electoral Veracruzano (IEV), así como la creación del Instituto Veracruzano de la Mujer y del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información Pública. Ambas instituciones iniciaron sus funciones como producto de la negociación entre los partidos de oposición y el gobernador del estado, lo cual hasta cierto punto resta credibilidad al quehacer de estas instituciones, que deberían responder prioritariamente a las propuestas ciudadanas y constituirse como instituciones autónomas. Será su propia práctica la que muestre su verdadero grado de autonomía.Los límites de los acuerdos se refl ejaron en los resultados del proceso electoral, en donde la maquinaria instrumentada por el gobierno del estado y el PRI echó por la borda la creencia de que los Acuerdos de Gobernabilidad eran el inicio de la consolidación de un sistema democrático, quedando en claro que fue más bien una estrategia de distracción y de cooptación
de liderazgos y redes, la cual permitió repetir en 2007 la historia del carro completo.

Las elecciones de 2007 y los medios de comunicación

El proceso electoral del 2007 tuvo algunas características muy diferentes a las del 2004. Al analizar las notas de algunos periódicos, en particular el Diario de Xalapa, observamos que la mayoría de las noticias informaban sobre las actividades del gobernador y, colateralmente, sobre las de los candidatos del PRI, siendo abrumadora la presencia del este partido en los medios. Durante ese año de 2007 observamos en la prensa escrita, la radio y la televisión estatal, una orientación casi absoluta a enaltecer la figura del gobernador. Era muy complicado diferenciar el programa de los candidatos a diputados y presidencias municipales, del que promovía el gobernador y de sus propias actividades.