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La propaganda del gobernador, en la que se gastaron
millones de pesos sin informarse debidamente
de ello, cubrió –literalmente– todo el estado. Los programas
de gobierno estatal llevaron desde el principio
implícito el eslogan de la campaña virtual “Fidelidad
por Veracruz”. Basten como ejemplo: puentes “fidelidad”,
caminos “fidelidad”, créditos para el campo “fidelidad”, instalación de agua potable “fidelidad”,
donación de sillas de ruedas para minusválidos “fidelidad”,
programa de radio “alta fidelidad”, “El latir
de Veracruz”, créditos de vivienda “fidelidad”, además
de que el gobernador impulsa el eslogan “Fidel
siempre Fiel”, “Piso Fiel”, por citar algunos. El rojo
se transformó en un color obligado en las escuelas,
edifi cios, instituciones y camisetas deportivas.
Alfredo Gándara Andrade, director de Comunicación
Social del gobierno del estado, en su comparecencia
ante el Congreso local, mencionó que la
dependencia a su cargo ejerció un presupuesto de $50
730 069.00 para el año 2007. Aseguró que no se promueve
la imagen del Ejecutivo estatal; sostuvo que el
gasto de campañas de acciones y obras del gobierno
del estado es justifi cado en proporción a la gran ayuda
que han otorgado a la sociedad en los tiempos de contingencia.
Sostuvo que el 41.1% del presupuesto de Comunicación Social ha sido utilizado para órdenes
de inserción y promoción. Ciertamente, ese monto
parece muy pequeño dada la cantidad exorbitante de
propaganda del gobernador.
La regla del sistema político vigente es que la movilidad
para escalar puestos mayores, medianos y pequeños
está mediada por la amistad o cercanía con el
gobernador. Todas las decisiones, todos los procesos,
tienen que pasar por el visto bueno del ejecutivo estatal,
conduciendo a una centralización personal del
poder que hacía años no se veía.Se trata, entonces, de no dejar ningún espacio,
sea político, público o privado, libre de la figura del
Ejecutivo. Enfrentamos en Veracruz una absoluta “colonización del mundo de la vida”, como diría Habermas,
o una absoluta pérdida de autonomía, como
lo expresarían Castoriadis o Claude Lefort.
Lo más escandaloso ha sido, sin duda, la completa
subordinación del PRI al Ejecutivo, a grado tal que
el proceso electoral del 2007 no lo ganaron los candidatos
del PRI por sus campañas, sino por la figura
del gobernador y los recursos del estado que casi sin
restricción se utilizaron; de este modo el partido quedó
subordinado al Ejecutivo, en la más vieja de sus
tradiciones. Los medios estatales en las elecciones del 2007
jugaron un papel más activo a favor del PRI que en
la elección para gobernador del 2004. Terminado el
proceso, se volcaron informando sobre los resultados
sin la menor perspectiva crítica. Aparecieron, como
en la bonanza de los años autoritarios, las plumas de
los defensores contra los escasos críticos del gobierno.
Analizar los procesos políticos, cuestionar o criticar se
volvió una acción digna de reprenderse o censurarse.
El resultado electoral fue contundente, el famoso
carro completo, pues el PRI ganó todo: presidencias
municipales y diputaciones. En la elección para
diputados de mayoría relativa, la Alianza Fidelidad
por Veracruz obtuvo 28 curules y sólo 2 fueron para
el PAN, de los 30 escaños que estaban en juego. Para
alcaldías, 31 fueron para el PAN, 155 para la Alianza
Fidelidad por Veracruz, 14 para el PRD, una para la
Coalición por el Bien de Todos (PRD, Convergencia,
PT), dos para el Partido del Trabajo, cuatro para Convergencia,
una para el Partido Social Demócrata y
cuatro para el Partido Revolucionario Veracruzano.
En cuanto a diputados plurinominales, el PAN obtuvo
diez, el PRI dos, PRD cuatro, Convergencia dos, PT
uno y el PRV uno.
Algunos analistas opinan que estos resultados no
los esperaba ni el mismo PRI; no lo creo, pero es posible.
Es probable que a este hecho contribuyera la fragilidad
de las instituciones políticas de oposición, pues
el PAN y el PRD se presentaron divididos; igualmente
es posible que la febril actividad del gobernador contribuyera
al triunfo. Pero el carro completo no pudo
ser resultado únicamente de estos factores. ¿Estamos
reproduciendo un sedimento cultural autoritario?
Arrasar es negar al otro, al adversario, no sólo al político
profesional, sino al ciudadano. Los gastos exorbitantes
en las campañas (que no pudo evaluar ni medir
el IEV), los medios de comunicación controlados, la
desmedida promoción de la figura del gobernador,
todo ello no dibuja un escenario democrático, sino
más bien un retroceso político, una franca involución.
Tampoco creo que este retroceso sea irreversible, pero
pienso que al gobernador y al equipo gobernante no
les beneficia una imagen de estas características.
Es urgente la formación y consolidación de espacios
públicos ciudadanos, que el gobierno valore que
la crítica es un aspecto constitutivo de la democracia y
que el regreso a la simulación puede ser muy riesgoso
en un escenario donde la confrontación entre ciudadanos
y Estado está a la orden del día.
Fuentes:
Instituto Electoral Veracruzano: Cómputo final de la elección
para gobernador, diputados de mayoría relativa y ayuntamientos,
2004.
Memoria 2004, Proceso Electoral Veracruz 2004.
Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), septiembre
2007.
Proceso Electoral 2007.
Informe general de la Red de Vigilancia Ciudadana, proceso electoral
2004.
“La prensa de la mano con Fidel”, Contralínea, Xalapa, Ver., enero
2005.
Gaceta del Senado de la República, núm. 27, 11 de julio, 2007.
Acuerdo para la gobernabilidad y el desarrollo del estado de Veracruz,
Congreso del Estado, Xalapa Enríquez, mayo 2005.
Milenio, 6 septiembre 2007.
La Jornada, 4 septiembre 2007.
Diario de Xalapa, julio-agosto 2004/julio-agosto 2007.
Página electrónica:
http://opciondeveracruzvirtual.blogspot.com/2007/12/compareci-alfredogandara-
ante-diputados.html
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