Año 5 • No. 184 • Junio 20 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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En Veracruz mueren 250 mujeres cada año por esta causa
Agrava ignorancia riesgo de
muerte por cáncer de mama
Edith Escalón
Pese a que el cáncer de mama es 100 por ciento curable si se detecta a tiempo, la ignorancia ha agravado los riesgos de muerte por esta causa, pues ni siquiera las mujeres universitarias se practican las técnicas de detección y prevención oportuna que aseguran conocer porque no se perciben en una situación de riesgo.

Un estudio realizado a las estudiantes de Psicología y Medicina reveló que el 100 por ciento de las jóvenes encuestadas –a pesar de que saben que existen técnicas de detección oportuna como la autoexploración mamaria– no practican ninguna, lo que eleva el riesgo de que si éste se presenta, sea detectado demasiado tarde, cuando no haya más qué hacer.

En el cáncer de mama, la detección oportuna juega un papel aún más importante que en el del cáncer cervico-uterino o de la matriz, cuyo examen diagnóstico (el papanicolao) ha sido muy promovido, explicó Yamilet Ehrenzweig, coordinadora de este estudio realizado en el Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UV.
Dijo que cuando el cáncer se presenta en la matriz es posible extraerla para terminar así con el problema, pero en el caso del cáncer de mama, por su cercanía con las glándulas linfáticas y órganos tan importantes como los pulmones o el corazón, el cáncer se convierte en un verdadero problema que al no resolverse lleva a la muerte a miles de mujeres cada año.

De hecho, 247 mujeres murieron por cáncer de mama en Veracruz en 2003 y más de 454 por cáncer cervicouterino, según reporta la Secretaría de Salud. Aunque los porcentajes son bajos –ocho y 15 por ciento, respectivamente–, se trata de más de 700 esposas, hijas, hermanas o madres cuyas muertes pudieron haber sido evitadas.

El estudio universitario, que demuestra las percepciones erróneas que en torno al cáncer de mama tienen las estudiantes, debe convertirse en un foco rojo para las autoridades universitarias, pues en unos años serán estas estudiantes las responsables de cuidar la salud de la población en general, aseguró la investigadora, quien propuso un programa informativo al respecto.

Percepciones erróneas
Para hacer este diagnóstico, Ehrenzweig se basó en un modelo de creencias en salud que mide las percepciones de las jóvenes en cuatro aspectos: la probabilidad de padecer la enfermedad, la gravedad de la misma y sus secuelas, los beneficios de las técnicas de detección oportuna y los costos tangibles y psicológicos de las acciones preventivas y de detección.

De las 270 jóvenes encuestadas –120 de la Facultad de Psicología y el resto de la de Medicina–, el 44 por ciento mencionó que sí había oído hablar de la autoexploración de mamas para detectar el cáncer, pero dijo desconocer la manera de realizarlo. En cambio, el 66 por ciento, correspondiente a las estudiantes de Medicina, mencionó que sí sabía como hacerlo pero reconoció que no lo practicaba.

Por otro lado, el 80 por ciento de las estudiantes de Psicología se perciben en riesgo medio y alto de padecer cáncer de mama, en cambio, menos del 37 por ciento de las de Medicina lo hace, y sólo un 7 por ciento considera que sus probabilidades son altas.

El problema, como dijo Ehrenzweig, es que las chicas no se dan cuenta de la severidad de este tipo de cáncer. Basta saber que sólo el 22 por ciento de las de Psicología y menos de cinco por ciento de las futuras doctoras cree que el cáncer es altamente peligroso, pese a que no sólo es peligroso sino mortal, y es cada vez más frecuente.

Lo más extraño, comentó la investigadora, es que en ambas facultades las estudiantes mencionaron que no tienen impedimentos para realizarse el autoexamen mamario y reconocen los beneficios de hacerlo.