Pese a que
el cáncer de mama es 100 por ciento curable si se detecta a
tiempo, la ignorancia ha agravado los riesgos de muerte por esta causa,
pues ni siquiera las mujeres universitarias se practican las técnicas
de detección y prevención oportuna que aseguran conocer
porque no se perciben en una situación de riesgo.
Un estudio realizado a las estudiantes de Psicología y Medicina
reveló que el 100 por ciento de las jóvenes encuestadas
–a pesar de que saben que existen técnicas de detección
oportuna como la autoexploración mamaria– no practican
ninguna, lo que eleva el riesgo de que si éste se presenta,
sea detectado demasiado tarde, cuando no haya más qué
hacer.
En el cáncer de mama, la detección oportuna juega un
papel aún más importante que en el del cáncer
cervico-uterino o de la matriz, cuyo examen diagnóstico (el
papanicolao) ha sido muy promovido, explicó Yamilet Ehrenzweig,
coordinadora de este estudio realizado en el Instituto de Investigaciones
Psicológicas de la UV.
Dijo que cuando el cáncer se presenta en la matriz es posible
extraerla para terminar así con el problema, pero en el caso
del cáncer de mama, por su cercanía con las glándulas
linfáticas y órganos tan importantes como los pulmones
o el corazón, el cáncer se convierte en un verdadero
problema que al no resolverse lleva a la muerte a miles de mujeres
cada año.
De hecho, 247 mujeres murieron por cáncer de mama en Veracruz
en 2003 y más de 454 por cáncer cervicouterino, según
reporta la Secretaría de Salud. Aunque los porcentajes son
bajos –ocho y 15 por ciento, respectivamente–, se trata
de más de 700 esposas, hijas, hermanas o madres cuyas muertes
pudieron haber sido evitadas.
El estudio universitario, que demuestra las percepciones erróneas
que en torno al cáncer de mama tienen las estudiantes, debe
convertirse en un foco rojo para las autoridades universitarias, pues
en unos años serán estas estudiantes las responsables
de cuidar la salud de la población en general, aseguró
la investigadora, quien propuso un programa informativo al respecto.
Percepciones
erróneas
Para hacer este diagnóstico, Ehrenzweig se basó en
un modelo de creencias en salud que mide las percepciones de las
jóvenes en cuatro aspectos: la probabilidad de padecer la
enfermedad, la gravedad de la misma y sus secuelas, los beneficios
de las técnicas de detección oportuna y los costos
tangibles y psicológicos de las acciones preventivas y de
detección.
De las 270 jóvenes encuestadas –120 de la Facultad
de Psicología y el resto de la de Medicina–, el 44
por ciento mencionó que sí había oído
hablar de la autoexploración de mamas para detectar el cáncer,
pero dijo desconocer la manera de realizarlo. En cambio, el 66 por
ciento, correspondiente a las estudiantes de Medicina, mencionó
que sí sabía como hacerlo pero reconoció que
no lo practicaba.
Por otro lado, el 80 por ciento de las estudiantes de Psicología
se perciben en riesgo medio y alto de padecer cáncer de mama,
en cambio, menos del 37 por ciento de las de Medicina lo hace, y
sólo un 7 por ciento considera que sus probabilidades son
altas.
El problema, como dijo Ehrenzweig, es que las chicas no se dan cuenta
de la severidad de este tipo de cáncer. Basta saber que sólo
el 22 por ciento de las de Psicología y menos de cinco por
ciento de las futuras doctoras cree que el cáncer es altamente
peligroso, pese a que no sólo es peligroso sino mortal, y
es cada vez más frecuente.
Lo más extraño, comentó la investigadora, es
que en ambas facultades las estudiantes mencionaron que no tienen
impedimentos para realizarse el autoexamen mamario y reconocen los
beneficios de hacerlo.
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