Año 5 • No. 184 • Junio 20 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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México necesita una política nacionalista en ciencia y tecnología
Edgar Onofre
“Es necesario establecer un nuevo pacto social entre científicos, el sector productivo y el Estado, pues sus relaciones han estado adormecidas, confrontadas política e ideológicamente, y han impedido el desarrollo de las disciplinas científicas y del país”, aseguraron Rafael Pérez Pascual y José Rangel.
El desarrollo de la ciencia y la tecnología y, por ende, el del país entero, necesita que el Estado asuma un papel más fuerte y decidido y que establezca políticas en la materia con un propósito nacional, pues no puede dejar en manos del mercado su desarrollo, aseguró Rafael Pérez Pascual, durante la presentación del libro Ciencia, Tecnología y Proyecto Nacional, escrito junto con José Rangel.

Al presentar la edición de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), los autores coincidieron en la necesidad de que el Estado mexicano fortalezca su presencia en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el cual también significa el desarrollo de las capacidades nacionales de innovación tecnológica y competitividad internacional, de la misma manera en que lo han hecho las naciones que hoy repuntan en el panorama mundial de la ciencia, como Brasil, India, China y Corea.
En el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S), Pérez Pascual dijo que las políticas de Estado en la materia deben tener una vocación nacionalista, incluso si esto significa navegar contracorriente respecto de las imposiciones del mercado. “En la historia puede verificarse que el mercado nunca ha generado el desarrollo, ni siquiera el de la industria”, por lo que las políticas de ciencia y tecnología deben tener la misma importancia para el Estado que las políticas económica, financiera o de seguridad nacional.

Destacó que incluso las naciones defensoras a ultranza de lo que denominó “hiperliberalismo” económico contradicen sus argumentos en el momento en que el Estado regula y financia la ciencia, interesados en fortalecer al máximo sus capacidades nacionales, como Estados Unidos, Corea, Brasil y la Unión Europea. “Una política de Estado que tenga como uno de sus pilares el desarrollo de la ciencia y la tecnología deberá obligar al propio capital a tomar ciertas direcciones, aún si esto significa navegar contracorriente del mercado”.

Rafael Pérez (autor), Adalberto Tejeda, Asdrúbal Flores y José Rangel (autor) durante la presentación del libro.
José Rangel señaló que es necesario establecer un nuevo pacto social entre los científicos, el sector productivo y el Estado, cuyas relaciones, dijo, han estado adormecidas “en el éter de la autonomía” y han llevado a la ciencia a confrontarse política e ideológicamente con ambos, lo que impide el desarrollo de las disciplinas científicas y del país.

Rangel dijo que la ciencia es el elemento con más alto grado de capacidad para transformar las sociedades, al punto que en la historia reciente de Estados Unidos ha logrado revertir incluso procesos seculares antes considerados irreversibles. En este sentido, Pérez Pascual aseguró que no es posible el desarrollo social sin contar con capacidades de innovación y generación de nuevos conocimientos que impacten en la sociedad.
Respecto del competido panorama de la ciencia en el mundo, Rangel aseguró que Estados Unidos ha logrado reconquistar su posición hegemónica tras conseguir la más elevada capacidad científica y tecnológica del mundo. Por eso trabaja actualmente en una nueva fase de desarrollo científico y tecnológico que busca desarrollar el hidrógeno como un combustible que sustituya al petróleo y le permita, en el plazo de 10 años, dejar de ser dependientes de los países productores del petróleo, lo que, invariablemente, acarrearía consecuencias importantes para estos últimos.

Para conseguir su objetivo, explicó, han conjuntado Estado, ciencia y sectores productivos en la tarea de desarrollar al hidrógeno como un combustible limpio, de similar costo al de la gasolina y que se encuentra presente en prácticamente el 90 por ciento de la materia que conforma al universo.

Rangel señaló que las tesis incorporadas a lo largo del libro buscan provocar y generar un debate social sobre el tema de la ciencia y la tecnología para el desarrollo del país, mientras que el subdirector de Evaluación de la Investigación en la UV, Asdrúbal Flores, destacó que se trata de un título pionero en su área y aseveró que en México la ciencia no es la base de los planes de desarrollo, sino un acto del azar.

En la presentación del libro también intervino el director del Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología (Covecyt), Adalberto Tejeda.