Tequila,
Ver.- El pasado viernes 30 de septiembre, una singular
ceremonia indígena en lengua náhuatl, dio la bienvenida
y abrió los cursos de la primera generación de la Universidad
Veracruzana Intercultural (UVI), región Grandes Montañas,
con 87 estudiantes provenientes de los municipios de la Sierra de
Zongolica.
Esta ceremonia tradicional, con que inició esta gran empresa
de indiscutible justicia social, se compuso de tres partes: Xochitlale
(permiso a la Tierra), Xochitljoctle (collar de flor) y Ocemimacehuatzonise
(bailar el son). |
Los
indígenas piden permiso a la naturaleza, mediante una ofrenda
de flores, velas e incienso. Se dirigen a la pareja de ancianos
que son guardianes de la Tierra y les piden respetuosamente su anuencia,
permiso e intervención para la edificación y que no
haya accidentes. Un noble fin y una buena ofrenda aseguran que la
madre naturaleza otorgue el permiso. Poner el collar a las personalidades
asistentes significó muestra y símbolo de respeto
y autoridad. Después, en nombre de sus compañeros,
el nuevo universitario Ricardo Zepahua Tzitzihua habló en
náhuatl (la alumna Reyna Roa lo tradujo al español),
y dijo que para la juventud indígena es un orgullo y una
satisfacción contar con una institución educativa
como es la Universidad Veracruzana. “Es un gran logro y un
avance para nosotros que nos hayan tomado en cuenta, es motivo de
entusiasmo el que las autoridades aquí presentes ayuden y
se preocupen por la gente joven indígena de esta zona serrana,
quienes quieren preparase para poder enfrentar los retos de estos
nuevos tiempos que los exigen. Hoy en día los jóvenes
aspiramos a ser los profesores de estas tierras, tener una oportunidad
a un mejor nivel de vida, y esto lo podemos lograr a través
de una preparación y la superación y que hoy llega
hasta aquí, en este día”.
Agradeció la realidad de este proyecto educativo en ese lugar
donde hace muchísima falta: “La gente de esta región
estamos aquí ocupando el lugar que merecemos, con las mismas
oportunidades que los demás jóvenes en alguna institución,
y qué mejor que esta población, con muchas carencias
y necesidades, haya sido la afortunada de tener un lugar en donde
adquirir los conocimientos mediante la enseñanza y el aprendizaje.
Hoy es un día muy especial no sólo para la región
sino para todo el estado, en la vida social y cultural”.
Destacó la importancia de esta nueva etapa en la que los
universitarios de esta zona alejada, y donde hay una nula oferta
de trabajo, no tendrán que destinar recursos de los que carecen
para estudiar en otro sitio.
“Estamos comprometidos a salir adelante, sobre todo poner
todo nuestro esfuerzo en este inicio de una nueva carrera por la
superación y el progreso de estos bellos lugares llenos de
hospitalidad y gente entusiasta y participativa. Les estamos presentando
una pequeña demostración de todas las riquezas que
tenemos aquí en esta cultura para que veamos lo maravilloso
y rico que tenemos en nuestro país”.
Hubo además alocuciones de las autoridades presentes y la
gran fiesta se cumplió con el Ocemimacehuatzonise, donde
los habitantes, los alumnos y los invitados, todos sin excepción,
socializamos en el baile colectivo con la rítmica música
de cuerdas del excelente grupo local, que se vio coronado por un
exquisito mole. Sin duda un día exitoso para la Universidad
Veracruzana. |