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Juan
Carlos Plata
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Para
proteger la laguna El Llano, considerada junto con la laguna de La
Mancha como sitio Ramsar, de sedimentos de tierra acarreados por las
lluvias que podrían condenar a muerte este manto acuífero
localizado sobre el Golfo de México, estudiantes de la carrera
de Ingeniería Ambiental de la UV sembraron árboles de
cedro, caoba, mulato y roble, a lo largo de 400 metros de zona federal.
Esta acción forma parte de una estrategia que propone el desasolve
de la laguna, la apertura del canal al mar, la medición de
la batimetría de manera continua para saber cómo va
evolucionando la profundidad de la laguna y proyectos productivos
que le den a la población una opción alternativa de
sostén económico en tanto la laguna se recupera, como
piscicultura, maricultura, cría de algunas especies en granjas,
etc.
Sin fuentes que la alimenten de agua, la laguna se seca completamente
durante nueve meses del año y sólo en época de
lluvias recupera una extensión considerable pero con muy poca
profundidad, producto de la tierra que las propias lluvias arrastran
de las montañas de la sierra de Chiconquiaco, lo que ha provocado
una disminución drástica en la producción y captura
de peces y mariscos, que constituían el sustento de cientos
de familias dedicadas a la pesca. |
Actopan,
Ver.- Como parte de un proyecto integral para rehabilitar
el ecosistema y evitar la desaparición de un importante humedal
veracruzano, estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental
de la UV plantaron mil 500 árboles –sobrepasando su meta
inicial que era de mil– en las inmediaciones de la laguna El
Llano, ubicada en la comunidad Villa Rica, perteneciente al municipio
de Actopan.
A lo largo de 400 metros sobre la zona federal, junto a la carretera
Costera del Golfo 180 que va de Cardel a Poza Rica, y entre el cerro
Los Metates y la laguna, los estudiantes sembraron mil 500 árboles
de cedro, caoba, mulato y roble, como una medida para evitar que la
tierra del cerro arrastrada por las lluvias llegue a la laguna y la
haga perder profundidad, además de devolver al ecosistema algunos
de los árboles que se han perdido con la habilitación
de potreros por parte de los lugareños. |
Los
años de crisis |
Desde
hace 15 años, la laguna El Llano ha sufrido severos daños,
provocados principalmente por la instalación de un gaseoducto
de Petróleos Mexicanos y por los estragos ocasionados por el
huracán Gilberto, que en 1988 azotó las costas del Golfo
de México y obstruyó la salida de la laguna al mar.
Sin fuentes que la alimenten de agua, la laguna se seca completamente
durante nueve meses del año y sólo en época de
lluvias recupera una extensión considerable pero con muy poca
profundidad, producto de la tierra que las propias lluvias arrastran
de las montañas de la sierra de Chiconquiaco.
Además de las obvias consecuencias ecológicas, las malas
condiciones de la laguna representan un severo golpe para alrededor
de 48 familias de la comunidad de Villa Rica que años atrás
vivían de la pesca de camarón, lo que ahora es simplemente
imposible.
El último dictamen técnico realizado por las delegaciones
de Pesca federal y del estado de Veracruz, realizado en 1989, ya revelaba
que la producción de ostión se había reducido
en 71 mil 61 kilogramos respecto a años anteriores, la captura
de jaiba se redujo cuatro mil 943 kilos en comparación con
1987, y la producción de pescado de escamas se redujo en 12
mil 863 kilos respecto a 1987. |
La
laguna El Llano |
Ubicada
a menos de un kilómetro de la zona arqueológica totonaca
de Quiahuiztlán y de las ruinas de lo que fuera el primer asentamiento
español en México, a tres kilómetros de la planta
nucleoeléctrica de Laguna Verde, a 110 de Xalapa y a unos 70
del puerto de Veracruz, la laguna El Llano forma parte de la zona
lagunar central del Golfo de México, junto con las lagunas
de La Mancha, El Farallón, Laguna Salada, Laguna Verde y Boca
Andrea.
Tanto la laguna El Llano como la de La Mancha fueron incluidas, el
2 de febrero de 2004, en la lista de sitios protegidos por la Convención
Ramsar, organismo internacional dedicado a la identificación
y conservación de humedales en todo el mundo.
Durante nueve meses del año, la laguna pierde el 98 por ciento
de su agua, como consecuencia de la pérdida de profundidad
por la incorporación de tierra a la laguna y por la obstrucción
de su conexión al mar por el gaseoducto, según el documento
“Propuesta para el proyecto ejecutivo de rescate de la laguna
El Llano”, elaborado por la Sociedad Cooperativa de Producción
Pesquera Tinajitas y El Viejón SCP, con la asesoría
de los catedráticos de la UV Víctor Hernández
Morales, Gonzalo Pérez Monzón, Luis Alberto García
Leyton y Juan Lartigue Gordillo. |
Debe
aplicarse un proyecto integral |
Por
su parte, el catedrático Luis Alberto García Leyton
aseguró que antes de esta reforestación en la periferia
de la laguna se hizo trabajo de reforestación en la zona litoral
del manto acuífero a base de mangle, y señaló
que la intención es ir protegiendo de manera periférica
a la laguna para que toda la corriente de terrígenos, los sedimentos
que se han ido depositando en la laguna, se frene, que las laderas
de los cerros dejen de aportar tierra al lecho lagunar. |
Luis
Alberto García Leyton. |
“Hemos
observado que la cuenca de la laguna se ha ido llenando de limos y
su capacidad de retención de líquido se ha visto mermada.
Además del proyecto que estamos realizando de reforestación,
es necesario que se apliquen otros proyectos como el desasolve de
la laguna, la apertura del canal al mar, la medición de la
batimetría de manera continua para saber cómo va evolucionando
la profundidad de la laguna, además de proyectos productivos
que le den a la población de la zona una opción alternativa
de sostén económico en tanto la laguna se recupera,
como piscicultura, maricultura, cría de algunas especies en
granjas”. |
El
trabajo de reforestación |
La
Universidad Veracruzana, junto con organizaciones y dependencias públicas,
ha trabajado en la rehabilitación de la laguna El Llano desde
hace aproximadamente cinco años y tiene proyectos en los que
participan alumnos y académicos de diversas facultades. Uno
de estos proyectos se refiere a la reforestación de la periferia
del cuerpo de agua. |
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“La
idea es que todos estos proyectos conjuntados vayan restaurando este
ecosistema que se ha dañado; éste es un pequeño
pasito de los que se deben dar, sólo se están sembrando
árboles en la zona federal de la carretera, pero estamos pensando
que más adelante esto se podría extender a terrenos
particulares. En la zona hay muchos potreros de ganadería extensiva,
lo que indica que hay muy pocos árboles”, aseguró
César Lezama García, uno de los alumnos involucrados
en el proyecto.
En la ladera del cerro Los Metates, explicó, hay cuencas naturales
por donde baja el agua de los cerros, y la idea es sembrar árboles
alrededor de estas cuencas, hacer cercos vivos para evitar que la
tierra que arrastra las lluvias llegue hasta la laguna, es decir evitar
que la laguna se asolve y su profundidad disminuya. |
“Si
se disminuye la profundidad de la laguna, se cuenta con una capa muy
delgada de agua que se calienta muy rápido y se evapora. La
reforestación no es la solución a todo el problema pero
es un pequeño paso que aunado a otras acciones puede lograr
la rehabilitación del ecosistema, un humedal como este es de
mucha importancia por la cantidad de especies que dependen de él”.
Lezama García, alumno de la carrera de Ingeniería Ambiental,
afirmó que se sembraron especies que no son extrañas
en la región como cedros, mulatos, caoba y roble, proporcionados
por el Consejo Estatal de Protección al Ambiente (Coepa). Incluso,
un vecino de la comunidad regaló 100 árboles de caoba. |
César
Lezama García. |
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Norma
Argüelles.
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Flavio
Adán Muñoz Murrieta, presidente de la mesa directiva
de la Facultad de Ingeniería Química y Ambiental, señaló
que los árboles se sembraron en una extensión de 400
metros sobre la zona federal, junto a la carretera Costera del Golfo,
a unos 300 metros de la laguna, justamente entre el cuerpo de agua
y el cerro Los Metates.
Norma Argüelles, alumna de Ingeniería Ambiental involucrada
en el proyecto de reforestación, aseguró que parte del
trabajo que están realizando es vincular organismos, porque
no se trata sólo de sembrar árboles sino de conjuntar
voluntades para hacer este trabajo de manera integral, “sabemos
que nosotros solos no podemos hacerlo, tenemos que formalizar un mecanismo,
hacer una investigación, también es necesario que la
gente vea estos esfuerzos y se integre, provocar una reacción
de la sociedad en este mismo sentido”.
Además resaltó la importancia de este trabajo y aseguró
que este esfuerzo se puede llevar a cabo en cualquier lugar, porque
en cuestiones ambientales donde quiera hay deterioro, “nosotros
sólo retomamos un proyecto ya existente en la facultad y estamos
trabajando aquí”. |
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