La
Galería AP de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad
Veracruzana ofrece un par de muestras plásticas que nos permiten
captar sentidos detrás de los signos y reitera la idea de que
el arte no tiene forma ni límites, que no existe para los que
solamente oyen y no saben escuchar.
Se trata de Los estratos de lo visible, de Yvan LaFontaine,
e Injurias Anacrónicas o el imperio del signo, de
Nicolás Guzmán Aguilar, grabado e imagen digital, que
fueron inauguradas el pasado 6 de octubre. |
Su
trabajo de creación se desarrolla a partir de diferentes
documentos fotográficos, sacados de diferentes contextos.
Utiliza técnicas informáticas para importar, tratar
y juntar estos diferentes documentos a fin de darles un sentido
nuevo. Sus obras están construidas a partir de una combinación
de referencias y asociaciones múltiples de sensaciones,
experiencias formales y narrativas variadas.
La transferencia de la imagen digital a la madera grabada permite,
gracias a las cualidades de la materia y al tratamiento del color,
tener una lectura más expresiva de la obra. Las superposiciones
de las formas y de los colores dan profundidad a esta nueva figuración.
“El resultado son nuevas obras que nos hacen volver a la expresión
de un mundo incierto que yo presento como la realidad”, afirmó
el autor.
Nicolás Guzmán Aguilar expone obras que forman parte
de la serie Injurias. Con ella se cuestiona: “¿qué
es innovar?, ¿qué es ser un artista hoy?, ¿es
necesario todo esto?, ¿es necesario tratar de superar algo
que el hombre nunca va entender porque es ignorante y frágil?,
¿acaso la tecnología nos llevará a conocer
al que creó todo?, ¿seré un chicano nacido
en México o tengo sangre náhuatl?, ¿quién
dijo que por medio de la pintura no se puede representar la actualidad?,
¿acaso los viejos como ya se sienten añejos necesitan
hablar de tecnología?”.
Su conclusión al acabar esta serie fue que la pintura es
sólo un medio más para la expresión, como
pueden ser los deshechos humanos, un espectáculo multimedia
o un gran espectáculo en Bellas Artes: “Al fin y al
cabo la muerte es la muerte, contra nuestra finitud no podemos ni
con toda la tecnología que creamos los seres humanos ni con
todos esos conceptos de pluralidad que son más singulares
que nada”.
Para Nicolás lo que importa no es qué tan novedoso
sea el objeto sino que realmente signifique y se pueda resignificar
para que pueda trascender y traspase las fronteras de la ignorancia.
El arte no tiene forma ni límites, el arte no existe para
los que solamente oyen y no saben escuchar. |