Año 5 • No. 196  • Octubre 12 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Conocimiento tradicional sirve de base al desarrollo
Descubren sustancias que inhiben el paludismo
Edith Escalón
Pruebas de laboratorio realizadas por investigadores del Instituto de Ciencias Básicas (ICB) de la Universidad Veracruzana revelaron que dos compuestos extraídos de la planta conocida comúnmente como chilillo o quinina (Picramnia antidesma) son capaces de inhibir el paludismo sin afectar otras funciones del organismo humano, además de que tienen actividad antimicrobiana.

Estas sustancias, bautizadas por los investigadores como Mayósido y Sarósido, son resultado de 15 años de investigación en el ICB, donde los científicos lograron aislar los principios activos de esta planta, conocida popularmente por su actividad medicinal.

Messe Merari.
“La riqueza del conocimiento tradicional es la que nos llevó al desarrollo”, dijo la directora de la investigación Rosario Hernández Medel, luego de explicar que los reportes de Maximino Martínez en su libro Plantas útiles de México, fueron la base para saber que la Picramnia era efectiva contra la fiebre, las molestias estomacales e, incluso, por su actividad antimicrobiana, contra algunas infecciones venéreas.
El mérito del equipo de investigación –en el que participan estudiantes y tesistas de las facultades de Química Farmacéutica Biológica (QFB), Ingeniería Química y Biología– fue haber aislado por primera vez estos compuestos y haber reportado la elucidación estructural en revistas científicas indexadas de América y Europa como Fitochemistry y Planta Médica.

De acuerdo con la investigadora, fue su publicación en estas revistas científicas lo que atrajo la atención de los Laboratorios Jensen sobre los nuevos compuestos, empresa que, luego de firmar un contrato de colaboración, obtuvo algunos miligramos de Mayósido y Sarósido para continuar con la investigación farmacológica.

Hernández Medel explicó que también lograron aislar otros compuestos (llamados uveósido, suisómero, desoximayósido y desoxisuisómero) altamente citotóxicos, capaces de matar células, que podrían ser una línea de investigación para inhibir enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer.

De hecho, las cuatro han sido probadas in vitro en cuatro líneas celulares: cáncer de ovario, de cerviz, de colon y nasofaríngeo. “El problema es que estos citotóxicos pueden matar tanto células de cáncer como a otras, elevando su riesgo de aplicación, lo que no sucede con los dos primeros compuestos”.

Reconoció que es necesario realizar estudios de confirmación, sobre todo pruebas en vivo con animales modelo, lo que lograrán en la medida en que reciban apoyos institucionales y, sobre todo, se vinculen con facultades para recibir más estudiantes, fundamentales en el trabajo de investigación.