May Mora dijo que esta facultad está trabajando para estrechar
sus vínculos de trabajo con el ayuntamiento de Actopan, para
que sus alumnos vayan al campo experimental “La Bandera”
a hacer sus trabajos de tesis, servicio social, vinculación
y estancias pre-profesionales, e informó que la semana pasada
se instaló en el campo experimental una parcela forestal escolar,
en el marco de un programa de capacitación y transferencia
tecnológica de la SEP, la Comisión Nacional Forestal
(Conafor) y el programa Agua, Bosque, Cuenca (ABC) del gobierno
estatal.
“El programa se estableció hace cuatro meses y la facultad
fue considerada para establecer una parcela forestal escolar en un
predio demostrativo como parte de los trabajos de lo que será
un centro de investigación y capacitación para el desarrollo
sustentable del trópico seco”.
La Conafor está aportando dinero para gastos además
de proporcionar siete mil 250 plantas de cedro rojo, roble, leucaena,
teca y mellina, que serán sembradas en una extensión
de cinco hectáreas.
“Además de la plantación, el trabajo es de mantenimiento
y de manejo técnico de la parcela y para esto se hará
un programa con los estudiantes, para que con el tiempo se vea cuál
ha sido el trabajo de los alumnos y sobre todo darles un sentido de
pertenencia, para que hagan suyo el campo experimental de la facultad.
Hay un gran interés de los académicos en la nueva dimensión
que se le dará al campo experimental”.
Isabel Alemán, coordinadora de vinculación de la FCA,
dijo que además del aspecto meramente ambiental y de recuperación,
el programa tiene como objetivo que los productores tengan opciones
más viables para tener tutores para sus plantaciones de hortalizas.
“Muchos de los árboles de la región han sido talados
por los productores, principalmente de chayote, porque necesitan tutores
para sus plantaciones. Establecer estas especies que estamos sembrando,
como la teca y la mellina –que son de rápido crecimiento–,
es una opción, y habrá que darles cursos y motivarlos
para que establezcan sus especies forestales. También vamos
a tener una parcela demostrativa de bambú y se ofrecerá
capacitación para que los productores
contemplen este cultivo”.
La
actividad del campo experimental
May Mora explicó que en el campo experimental hay módulos
de mango, chicozapote y guanábana, y se han hecho trabajos
con jamaica, chayote, maracuyá, papaya, maíz, frijol
y chile. El suelo es representativo de la región y se encuentra
muy erosionado, por lo que alumnos y catedráticos han diseñado
estrategias de recuperación y generación de cultivos
redituables y exitosos.
“Tenemos módulos como el de guanábana, coordinando
por el profesor Librado Vidal Hernández, que es único
en Latinoamérica; estamos introduciendo especies forestales
tropicales adaptadas al trópico seco, lo que nos va a dar
una pauta de cómo ofrecerle a los productores de productos
con problemas de mercado que alternen cultivos para que puedan tener
distintas formas de ingresos a lo largo de los ciclos agrícolas”.
Ya se han realizado reuniones con representantes de los gobiernos
estatal y municipal para introducir energía eléctrica
en el campo, de manera que pueda funcionar una bomba de agua, refrigeradores
para muestras y, más adelante, un laboratorio de campo y
una estación meteorológica.
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