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Todos
los jueves en el teatro La Caja
Lucifer busca el cielo en El jardín de Beamón
Alma Espinosa |
Bajo
la dirección de Raúl Santamaría, se presenta
todos los jueves en el espacio teatral universitario La Caja, la puesta
en escena de El jardín de Beamón, de Fabrice
Melquiot, una obra con lenguaje lúdico que explora temas universales
como el amor y la muerte.
“Tenemos una puesta en escena del orden de trabajo corporal,
y en general es una obra con un sutil sentido del humor”, comentó
Santamaría. En las representaciones ha sido notorio cómo
se divierten los jóvenes, principalmente por el tema de los
sentimientos amorosos que pueden darse entre seres disímbolos
que aparecen en escena.
Lucifer, el ángel, una niña y Beamón son los
protagonistas de la propuesta escénica de la Organización
Teatral de la UV. Los cuatro personajes, con características
muy distintas, logran establecer una relación amorosa, principal
atractivo para el espectador.
“El autor concibió la obra a partir de símbolos,
como la niñez, la vejez, el amor, el odio y lo que llamamos
el bien y el mal. Sin embargo, lo que dice en su obra no es que exista
el bien y el mal, sino que el ángel que nosotros tenemos catalogado
como un producto del bien, en realidad tiene ingredientes de maldad
y oscuridad”.
A Lucifer, catalogado como un malvado, Fabrice Melquiot lo refleja
como un ser que tiene luz y que busca salir del infierno para ingresar
al cielo y hacer cosas buenas. En tanto, la niña y Beamón
son dos personajes totalmente opuestos, en tanto que habla de la correspondencia
entre la niñez y la vejez. “Melquiot habla, a través
de símbolos, de que el universo no es lineal, no es un bloque
monolítico, sino que las ideas, los sentimientos y estados
de ánimo están yendo y viniendo”.
En los 60 minutos que dura la obra, podemos descubrir a un Beamón
carnicero, un asesino que odia a la humanidad. Raúl Santamaría
señaló que el término carnicero lo refiere a
su profesión de médico, que lleva al extremo de la mutilación.
“Podemos decir que es un personaje maldito que no ha conocido
el amor. En su vejez se encuentra con la niña, que provoca
la apertura del mundo, del universo.
Beamón es la parte oscura del ser humano, la de los odios y
las venganzas, que si alguien se atreviera a picar un poquito en esas
personalidades florecería el amor. Eso es lo que plantea”.
Para conocer la propuesta de Fabrice Melquiot y presenciar la transformación
del bueno en malo y viceversa, no deje de ver la puesta en escena
El jardín de Beamón, que se presenta todos
los jueves a las 20:30 horas en el teatro La Caja. |
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