Año 5 • No. 198 • octubre 24 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Piden investigadores su reubicación inmediata
Cementera pone en riesgo salud
y equipos científicos de la UV

Edith Escalón


Tanto los institutos como la cementera se encuentran ubicados atrás de la SEC, en Xalapa.
Investigadores de la Universidad Veracruzana solicitaron la reubicación inmediata de la cementera Apasco, localizada a un costado del complejo científico que alberga en Xalapa una decena de institutos de investigación, pues los minerales que se utilizan en esta actividad industrial, ponen en riesgo los equipos de alta tecnología y precisión y, sobre todo, la salud de los universitarios.

Víctor Manuel Alcaraz, director general de Investigaciones, explicó que luego de varias reuniones con la empresa cementera, y de presentar ante sus directivos argumentos científicos de los riesgos que implica la cercanía de la industria con la mancha urbana, Apasco aceptó reubicar sus instalaciones, sin embargo, reconoció que hasta la fecha no ha habido movimiento alguno.

En la visita que hizo al complejo científico el rector Raúl Arias Lovillo, los investigadores de diferentes institutos, entre ellos Salud Pública, Neuroetología, Ciencias Básicas, Investigaciones Biológicas, Psicológicas, Administrativas, Estudios Económicos y Sociales y Contaduría, así como al SARA, uno de los tres laboratorios de alta tecnología de la UV, plantearon la urgente necesidad de reubicar esta empresa.

Todos estos institutos, al igual que la cementera, de donde diariamente salen decenas de trailers con trompos de cemento, tienen sus instalaciones atrás de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC).

Especial interés mostraron los investigadores del Instituto de Salud Pública, quienes señalaron que se exponen a peligros de salud las personas que entran en contacto con el polvo que produce el cemento cuando se mezcla con otros materiales de construcción –que se esparce en un radio amplio por las corrientes de aire–, pues les provoca efectos nocivos por inhalación y contacto con la piel y los ojos.

De hecho, la exposición a los polvos que se crean al vacíar los sacos de cemento pueden causar enfermedades de las vías respiratorias, y empeorar el asma y la bronquitis por inhalación, además de irritación en la nariz y la garganta. En casos extremos, como el polvo contiene sílice cristalina, puede resultar en una enfermedad incapacitante de los pulmones conocida como silicosis.

Comentaron que el contacto del cemento con los ojos puede causar irritación inmediata o retardada en los ojos; dependiendo de cuánto y durante cuánto tiempo dure el contacto del polvo con los ojos, los efectos pueden variar desde enrojecimiento hasta quemaduras químicas dolorosas.

Antes de que la afectación se haga evidente en el estado de salud de los investigadores, el personal administrativo o los estudiantes, optaron por solicitar una respuesta de reubicación de la cementera, misma que siguen esperando.

Otra de las afectaciones que preocupa a investigadores de Ciencias Básicas, Salud Pública, SARA, Neuroetología y Ciencias Biológicas, que trabajan con equipos de alta precisión y tecnología de punta, así como al resto de los complejos científicos, que tienen a su cargo equipos de cómputo, es la penetración del polvo a sus sistemas, pues no sólo son sofisticados, sino que su mantenimiento los realizan empresas extranjeras, que implican enormes gastos para los institutos.

Por otro lado, los investigadores señalaron que el tráfico constante de las revolvedoras de cemento por la principal vía de acceso al complejo científico también ha afectado la vialidad, pues ha provocado el deterioro del pavimento, al grado tal que es casi imposible transitar por esa vía.


Microscopios y equipos de alta precisión podrían verse afectados por el polvo del cemento que se genera en esta actividad.
Luego de escuchar sus razones y los riesgos a los que se exponen por la cercanía con esta empresa, el rector ofreció su total respaldo a las acciones que colectivamente y, en un ambiente de diálogo, entablen con Apasco, a fin de llegar en buenos términos a un acuerdo bilateral.