La organización social, más fuerte que el Estado
Edith Escalón

Al cerrar con la presentación de su texto una serie de discusiones filosóficas y prácticas en torno a la política y el poder, organizadas por la Facultad de Filosofía, Piñón Gaytán hizo una reflexión histórico-filosófica sobre el Leviatán, monstruo bíblico que el filósofo Thoman Hobbes utilizó en el siglo XVII para personificar la idea del poder en su teoría política.

En El Ágora de la Ciudad, ante estudiantes, académicos y funcionarios públicos, Piñón sostuvo que los propios ciudadanos son los creadores de ese monstruo, pues el Estado se alimenta con corrupciones permisivas y con la intención calculada de quien detenta el poder en todos los órdenes, no sólo el político.

“El Leviatán da la cara como político, pero quien lo sustenta es el poder económico, y quien lo justifica es la sociedad con su silencio, con su indolencia, con su desinterés. El Estado es un monstruo de poder creado por los propios hombres”.

El mayor peligro al que se enfrenta la sociedad frente al “moderno Leviatán” no es la indiferencia frente a los abusos de poder, sino la ignorancia, no darnos cuenta del problema, porque ahora el “monstruo” tiene otros rostros que lo disfrazan.

“No estamos frente al sultanismo de la antigüedad, ni frente a un príncipe tirano o un emperador monárquico; el poder ahora se ejerce por medio de una racional técnica, tecnológica e ideológica que manda sus mensajes a nivel de la filosofía, la ciencia política, la mercadotecnia, la religión, que nos envuelve y que nos parece justo y amable, cuando no lo es”.

Aseguró que el poder más monstruoso ahora es el que ejercen los medios de comunicación, pues navegan con bandera de objetividad, veracidad, justicia, con una ideología que parece correcta, pero advirtió: “El problema es que logran convencer a la sociedad porque es, por desgracia, el único libro que leen los mexicanos”.

Dijo que la juventud tiene dos compromisos ineludibles: defender sus sueños desinteresados, antes de ser maniatados por la ambición de poder, y preservar y defender la propia institución universitaria, que es de los pocos lugares que quedan para defender el humanismo.

Además de la presentación del libro, que fue moderada por Vitelio García Maldonado, fueron entregados reconocimientos a un grupo de universitarios que participaron en las sesiones de discusión.