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Juan
Carlos Plata
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Ante
la pérdida de valor que han registrado cultivos de importancia
económica como mango y plátano, y la imperiosa necesidad
de hallar alternativas productivas al agro veracruzano, académicos
y estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UV
realizan, en el campo experimental La Bandera, trabajos en materia
de producción y estudio de la guanábana, que permitan
mejorar la planta y hacerla más resistente a plagas y condiciones
medioambientales.
Al frente de estas investigaciones se encuentra Librado Vidal Hernández,
considerado el principal investigador de la guanábana en el
país. El académico universitario señala que el
cultivo de la guanábana es muy bondadoso para los productores
agrícolas, porque la propia característica de la planta
permite extraer la pulpa y congelarla para comercializarla cuando
el precio sea atractivo, lo que les permite mejorar su condición
económica y las condiciones del mercado. |
Para
ofrecer a los productores frutícolas de Veracruz una opción
diferente y de amplio mercado, alumnos y maestros de la Facultad de
Ciencias Biológicas de la Universidad Veracruzana trabajan,
en el campo experimental La Bandera, en un módulo de producción
y estudio de guanábana para mejorar esta planta y hacerla más
resistente a plagas y a las condiciones del medio.
“La guanábana puede ser un cultivo alternativo para los
productores agrícolas del estado, porque los cultivos de importancia
económica como el mango y el plátano han perdido mucho
valor en los mercados y es necesario darle al campo otras alternativas,
entre las que estamos considerando al mamey, chicozapote, litchi,
maracuyá y guanábana”, asegura Librado Vidal Hernández,
académico de la facultad y encargado del proyecto.
Considerado el principal investigador de la guanábana en el
país, Vidal Hernández asegura que en los últimos
años, la política de las instituciones de educación
superior ha sido proporcionar nuevas alternativas a los productores
agrícolas.
“En nuestra facultad hay una experiencia educativa que se llama
Cultivos no tradicionales, y a nivel nacional también hay una
preocupación por estos temas; en noviembre, en Chiapas, se
llevará a cabo una reunión nacional de cultivos no tradicionales,
y es que se le está dando mucho impulso a este tipo de cosas”.
Para documentar este creciente interés, señala que en
México existe una red nacional de estudios de la familia de
las anonáceas (a la que pertenece la guanábana), que
nació a iniciativa de un grupo de investigadores de la Universidad
Autónoma Chapingo y de otras instituciones. Por otra parte,
en la Fundación Salvador Sánchez Colín-CITAMEX,
SC se están realizando investigaciones con chirimoya e, incluso,
tienen un banco de germoplasma para el que han traído material
vegetal de Portugal, España y Perú. Otro equipo está
trabajando en la nona diversifolia en el estado de Guerrero; hay otros
investigadores trabajando en Campeche y Yucatán con la nona
escuamosa, y en Veracruz se trabaja con la guanábana o nona
muricata.
La guanábana es un cultivo muy bondadoso para los productores
agrícolas, porque la propia característica de la planta
permite extraer la pulpa y congelarla para comercializarla cuando
el precio sea atractivo, lo que les permite mejorar sus condiciones
económicas y las condiciones del mercado.
“Uno de los problemas más fuertes a los que se enfrentan
los productores de guanábana es que no hay variedad de esta
especie, y es por eso que nosotros, en el campo experimental de la
UV, estamos tratando de desarrollar líneas de investigación
para poder obtener mejor y más variado material genético
para dárselo a los productores para la comercialización”,
asegura el investigador. |
El
módulo de guanábana en el campo
La Bandera |
Con
apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural., Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el Sistema
Nacional de Investigadores (SNI), la Universidad Veracruzana instaló
en el campo experimental agrícola de La Bandera, ubicado
en el municipio de Actopan, un módulo de investigación
sobre guanábana y un banco de germoplasma de esta planta
de la familia de las anonáceas, único en el país.
“En los últimos años, la familia de las anonáceas
ha generado mucho interés en todo el mundo; de esta familia,
la guanábana es la planta que más importancia comercial
tiene. Los estudios que nosotros hacemos en el campo La Bandera
son de rendimiento, de cantidad y calidad del fruto, para poder
identificar un buen espécimen que reúna muchas características,
que produzca en cantidad y calidad adecuada, que sea resistente
a condiciones adversas del medio o que sea resistente a una plaga
o enfermedad”, asegura el investigador Librado Vidal Hernández,
titular del módulo.
Actualmente,
la UV trabaja con más de 12 especies y cerca de 30 acepciones
diferentes de guanábana; de cada una de las 12 se han encontrado
por lo menos cuatro variantes genéticas. |

Librado
Vidal Hernández.
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“Estamos
trabajando con varias plantas de la familia de las anonáceas,
principalmente con la guanábana (nona muricata), y tenemos
especímenes de la nona reticulata, nona diversifolia, nona
clabra, nona escuamosa, nona montana, nona purpurea y nona globiflora
y nos han visitado investigadores del Instituto de Investigaciones
Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT) y de instituciones
de Guatemala”.
El trabajo en el módulo experimental se realiza en varias etapas,
primero se hace exploración, se buscan las plantas en su entorno
natural, se seleccionan y se recolectan frutos o púas de las
plantas que sirvan para su siembra posterior. La segunda etapa es
el establecimiento de un semillero para propagar todo este material
y la siembra. Después se marcan y etiquetan las plantas y se
deja crecer para luego realizar estudios de evaluación de patrones
y toma de datos del crecimiento de la planta. |
“Tenemos
un caso particular, la plaga llamada Bephrata o avispa de la guanábana,
que agujera los frutos y deposita sus huevos bajo la epidermis. Es
una plaga que ha frenado a nivel mundial el desarrollo comercial de
este vegetal, pero nosotros encontramos una variante o injerto de
guanábana cuyos frutos tienen las reminiscencias tilares (las
espinitas que cubren la fruta), son bastante alargadas y cuando el
fruto es pequeño (que es cuando lo ataca la plaga) estás
espinas lo cubren y el fruto se desarrolla sano, entonces podemos
aprovechar esa característica que la naturaleza nos ha dado
para poder resolver este problema que a nivel mundial ha preocupado
a los productores de guanábana”, señala el investigador. |
Características
de la guanábana |
La
guanábana es una de las especies más susceptibles a
las bajas temperaturas, es eminentemente tropical, podemos decir que
a nivel comercial se puede plantar entre los cero y los 600 metros
sobre el nivel del mar; podemos encontrar algunas especies arriba
de esa altura pero ya no sería redituable desde el punto de
vista comercial, la planta requiere de un suelo profundo y fértil,
con buen drenaje. |

Plantación
de árboles seleccionados de guanábano que forman
parte del Banco de Germoplasma de Annonaceae.
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“Hay
una restricción en cuanto a la adaptación geográfica
de la planta, nosotros estamos haciendo algunos trabajos sobre evaluación
de portainjertos, porque hay algunos que tienen un alto rango de
adaptación y podríamos usarlos como patrón
para poder sembrar guanábana en donde por si misma no se
podría desarrollar”, apunta Vidal Hernández.
Además,
hay portainjertos que han demostrado ser más resistentes
a plagas que afectan al tallo, y mediante estos portainjertos se
podría sacar a la guanábana de un lugar limitado a
un área más extensa. Existe mucho terreno en el cual
sembrar guanábana, pero existe la limitante de las características
del suelo y el clima en las que la planta puede desarrollarse, y
en la UV se trabaja ya para resolver esas restricciones. |
“Tenemos
una especie de anonácea muy prometedora que es la nona clabra,
conocida como nona de corcho; esta especie la podemos tener en suelos
inundables, con mal drenaje y con alto contenido de arcilla, hasta
seis meses y no se muere, pero el problema es que cuando queremos
injertar con la guanábana no funciona, hay incompatibilidad.
Estamos haciendo estudios de injertos de guanábana con otras
especies de anonas para ver cuáles son compatible”. |
¿Por qué estudiar Ingeniería Agrónoma? |
Elisa del Carmen Martínez Ochoa, consejera alumna de la Facultad
de Ciencias Agrícolas, asegura que la obligación de
los profesionales del ramo es proporcionar nuevas opciones a los productores
agrícolas ante la evidente crisis del campo nacional. |
Luis
Alberto García Leyton.
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“Estudiamos
para aprovechar y explotar al máximo cualquier pedazo de tierra.
Los productores necesitan orientación y aquí nos enseñan
todo el proceso que hay que pasar, en un nivel técnico agrícola,
para sacar, por ejemplo, un café de calidad, desde la producción
en campo hasta gestionar apoyos en instituciones para lograr una certificación
de calidad. También llevamos materias del área económica
como mercadotecnia y comercialización, proyectos de inversión
agropecuaria y agronegocios, que te abren el panorama para darle un
valor agregado a los productos. Entonces, uno como profesionista tiene
la capacidad de ayudar al productor para cambiar la visión
y que no se quede conforme con la simple producción”. |
Martínez Ochoa asegura que cuando se tiene vocación,
se tiene perspectiva hacia el futuro, “nosotros decidimos estudiar
para ingeniero agrónomo porque le vemos mucho potencial al
campo y yo se lo veo, aquí nos enseñan a abrirnos panoramas
y posibilidades; es cierto que es desmoralizante ver que bajan los
precios de los productos agrícolas, pero uno eleva sus expectativas
porque se puede dar un manejo diferente a la producción, introducir
un régimen de calidad y darle un valor mayor”. |
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