“El libro en sus primeros relatos se fundamenta en registros de diversas índoles y quizás, en alguna tradición, los autores en cierta forma se tornan en actores pues participaron y vivieron junto a las asociaciones, instituciones o personajes, algunos de ellos gestores o fundadores”. 
Un capítulo interesante es el que se refiere a la epidemiología y cómo las instituciones y el sector salud, todavía incipiente, logró combatir en Veracruz la insalubridad y las grandes epidemias de fiebre amarilla, peste, cólera, paludismo y dengue, entre otras que afectaron a miles de habitantes.

El texto incluye cómo se practicó la medicina tradicional, el aporte de la herbolaria, las plantas medicinales del estado de Veracruz y luego inicia con la historia de los primeros hospitales, muchos de ellos ya desconocidos, como el de Fray Juan de Zumárraga, Santiago, Nuestra Señora, Pobres o de la Caridad en San Juan de Ulúa, San Juan de Monstesclaros, Real de Nuestra Señora de Loreto, Los Santos Reyes y Nuestra Señora de Belén, San Sebastián, San Carlos y Aquiles Serdán, hasta los más actuales y modernos. También incluye los hospitales militares que han existido.

La historia rescata el cumplimiento cabal que los hospitales dieron a las necesidades de la población cuando las epidemias, catástrofes naturales y conflictos armados laceraban a la sociedad. También la acertada actuación de los médicos sanitaristas, cuyas medidas de saneamiento, prevención y control de  padecimientos trasmisibles marcaron un hito para la epidemiología y que fueron adoptados en otras regiones del país.

Rafael Morales Morales, uno de los colaboradores, señala que, "conforme se adentra en el texto, se vuelve a transitar por los viejos pasillos de los hospitales, testimoniando la entrega desmedida con que los médicos se desempeñaban, supliendo con ello las carencias y penurias, ver las sonrisas, escuchar el tono de voz, quizás deliberar con tanto personaje singular o con cada vida ejemplar". 

Rosch Dietlen relata que las épocas trascurrieron con grandes dificultades para sus pobladores por las epidemias y calamidades que lo azotaron, motivadas principalmente por lo inhóspito de sus tierras, las inclemencias del tiempo, las epidemias y los estragos de que era víctima la ciudad por el saqueo de los piratas, que obligó a amurallar la ciudad. Esta precaria calidad de vida motivó que, en 1684, Veracruz fuera calificada en España con el mote de "cementerio de los españoles".

Por supuesto que no podían faltar en el texto las instituciones formadoras de personal de ciencias de la salud, su historia y evolución, y además el sistema de las residencias médicas de los jóvenes egresados en los hospitales de Veracruz. Otro apartado de refiere a las asociaciones de médicos que se han venido formando a lo largo de los años, y una extensa biografía de los médicos más importantes del estado, que a mediados de los cincuenta llegaron a darle a Veracruz el impulso y la fama de la que hoy gozan los médicos veracruzanos.