Los
recursos derivados de las cuotas que los estudiantes de la UV aportan
al momento de inscribirse en sus facultades, regresa a cada una de
ellas en forma de becas de inscripción o escolares para los
alumnos de mejores promedios, informó la secretaria Académica
Pilar Velasco Muñoz-Ledo.
Dijo que, por acuerdo del Consejo Universitario General (CUG), los
recursos generados de esta manera permiten cubrir miles de becas otorgadas
a sus estudiantes con promedio de nueve o superior, mientras que los
recursos generados por las cuotas de los estudiantes al Patronato
o Fideicomiso, de carácter voluntario y monto variable, son
administrados y utilizados de acuerdo con las necesidades de cada
comunidad.
¿En qué
se usan los recursos de las cuotas voluntarias a patronatos?
Las cuotas al Patronato constituyen “una cuota voluntaria
que puede variar, desde 100 pesos que pide el de la Facultad de
Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS), hasta mil 200 que solicita
el de Veterinaria de Veracruz, según lo establezcan los respectivos
consejos técnicos”.
Pilar Velasco subrayó que la mayoría de los alumnos
aportan esas cuotas y se ha apelado a la solidaridad de la comunidad
universitaria, pues dichos recursos son usados por las facultades
para adquirir equipo de cómputo, software especializado
y otros insumos necesarios para mejorar las condiciones de aprendizaje.
Señaló que muchos de los cuestionamientos por el destino
de estos recursos tienen que ver con cierta falta de comunicación
y desinterés entre los estudiantes, algunos de los cuales
“no se enteran de sus derechos y obligaciones hasta que tienen
un problema. La mayoría no lee el Estatuto de los Alumnos
y no se enteran de becas o el servicio médico facultativo
(con que cuentan todos los estudiantes y es proporcionado por el
IMSS)”.
“Hace años, los alumnos no conocían el destino
del dinero, a veces estaba en la cuenta personal de algún
funcionario, por eso se empezaron a regular los patronatos y la
Secretaría de Administración y Finanzas (SAF) ha establecido
lineamientos para utilizarlos, y supervisa su manejo”.
Con relación a los recursos que ingresan a la UV luego del
proceso de preinscripción, derivados de las cuotas por derecho
a examen de admisión, Velasco Muñoz-Ledo explicó
que dos terceras partes (unos nueve millones de pesos) se utilizan
para cubrir los gastos derivados de las más de 32 mil solicitudes
de admisión registradas anualmente en la Universidad.
¿Y los
de las cuotas de preinscripción?
Del total de recursos generados durante la preinscripción,
una tercera parte cubre el pago al Centro Nacional para la Evaluación
(Ceneval) por concepto del examen, mientras que una parte
similar cubre los gastos que implica un proceso de esta magnitud,
realizado simultáneamente en cinco regiones del estado, y
que requiere de formularios, publicación de convocatorias
y resultados, salario de dos días para 800 aplicadores, pago
de la seguridad que resguarda y almacena en bóvedas los exámenes
antes y después de su aplicación, credenciales y viáticos
del personal de la UV que organiza, con meses de anterioridad, este
proceso en todo el estado.
La parte restante, explicó, se aplica, como todos los recursos
de la UV, en proyectos de la institución.
“El servicio que dan las clínicas del área de
Ciencias de la Salud (odontológico, consulta de medicina
general y especialidades, nutrición, entre otros) tiene un
costo de diez pesos para la población. Un servicio como éste
no sería posible si no fueran gracias a los recursos que
proporciona la propia institución y que se obtienen de fuentes
como ésta. También se utiliza para sostener las Casas
de la Universidad o las Brigadas Universitarias en Servicio Social,
para los cuales no existe un presupuesto específico”.
Directivos,
obligados a rendir cuentas
Dijo que la disposición de los recursos derivados del Patronato
depende de decisiones tomadas en el seno de cada facultad, y reconoció
que los estudiantes, padres de familia y sociedad en general tienen
el derecho de saber el destino de tales recursos.
Los directivos están obligados a proporcionar información
clara al respecto (en caso de ser negada pueden acudir a instancias
como la Contraloría, la Secretaría Académica
o la Rectoría) y ninguno de los directores puede disponer
libremente del dinero, sino que necesita dos de tres firmas posibles
para hacer uso de él.
“La comunidad debe tener la confianza de solicitar la información
y si ésta se les niega, puede acudir con las autoridades
a través de medios como el correo electrónico del
rector (rarias@uv.mx),
la secretaria Académica (mvelasco@uv.mx)
o el de vozdelacomunidad@uv.mx
y tener también la confianza de que los correos se leen y
contestan”.
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