Año 6 • No. 206 • enero 9 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Historia, esencial para construir el futuro
de la Danza: Alan Stark
Alma Espinosa
El coreógrafo y bailarín inglés Alan Stark, con más de 30 años en la investigación de danza barroca y del baile español, impartió un curso en la UV
Los bailarines deben tener los conocimientos suficientes de lo que ha pasado en este arte para decidir sobre los cambios que ellos quieren imponer en el futuro. De ahí que sea tan importante que se les dé a conocer que la danza no nace a partir de que ellos la estudian, sino que su existencia data de varios siglos atrás, consideró Alan Stark, reconocido coreógrafo y bailarín inglés.

Durante su estancia en la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV), Stark comentó en entrevista que le enseña a sus alumnos las diferentes épocas por las que ha pasado la danza, a través de movimientos dancísticos y de la utilización de vestuario de aquel entonces. Al respecto precisó que la moda en la vestimenta era la que influía en la danza.

Alan Stark.

Con más de 30 años en la investigación de danza barroca y del baile español, Alan Stark resaltó que es necesario que los nuevos bailarines conozcan la historia, pues en este siglo (XXI) se cuenta con una nueva técnica de danza, lo cual hace pensar en el futuro de la misma y éste sólo depende de las nuevas generaciones.

Alan Stark, quien impartió un curso de dos semanas a los estudiantes de esta facultad, refirió que actualmente hay más posibilidades de hacer diferentes cosas en la danza, en comparación con las décadas anteriores. Ahora hay mayor libertad de movimiento, incluso en el vestuario pues antes éste imponía ciertos reglamentos.

Respecto a la libertad, el investigador dijo que con las pioneras del movimiento como Isadora Duncan se dejó de ver el movimiento tan rígido. Por ejemplo, en ballet hay que tener el centro perfectamente controlado y a veces en la danza contemporánea éste se mueve, lo que nos haría pensar que es un tipo de danza completamente diferente, precisó.

Declaró que él ha puesto especial atención en la danza de 1400 hasta 1750. La información encontrada, explicó, es una aportación de la alta sociedad de la época, ya que el pueblo no sabía escribir y mucho menos tenía la posibilidad de elaborar apuntes acerca de sus danzas; sin embargo, los abuelos enseñaban a sus nietos y así se transmitían generacionalmente las danzas tradicionales, las danzas del pueblo.

Al cuestionarle acerca de sus inicios en el espectacular mundo de la danza, el investigador comentó que siempre quiso ser actor, director de escena o bailarín, pero “mi papá me decía que con eso no ganaría la vida y tenía que estudiar”. Ante esta situación, tuvo que ingresar a la universidad para estudiar Letras españolas y francesas. Posteriormente viajó a Londres donde se enteró de unas clases de baile español y decidió formar parte del grupo.

A raíz de esta experiencia Stark culminó sus estudios de literatura y comenzó a estudiar formalmente danza. No obstante, su inquietud por conocer los orígenes de la danza lo llevó a buscar documentos que le indicaran las raíces de este bello arte. De esta manera inició una larga carrera de investigación que lo ha arrastrado por diversos pueblos de Europa, principalmente, en los que ha encontrado libros y documentos que le narran el movimiento de las personas.

Alan Stark ha presentado ponencias en congresos internacionales del Instituto Medieval, en la Universidad de West Michigan, Kalamazoo y para la Society of Dance History Scholars de los Estados Unidos. Asimismo, es miembro fundador de la asociación civil Danza Mexicana y de la Sociedad Mexicana de Coreógrafos. Por sus aportes al estudio del género, en 1992 recibió la medalla y el diploma “Una vida en la danza”, otorgados por el Centro Nacional.