Año 6 • No. 206 • enero 9 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Urge dejar de formar médicos con visión de comerciantes
Alma Espinosa
Existe una tendencia a considerar a la medicina como un negocio, la atención médica como uno más entre los bienes comerciales, a los pacientes como consumidores o vidas con cobertura y a los médicos como proveedores y esta tendencia creciente hacia la comercialización de la medicina está modificando en forma sustancial el modo en que se ejerce, consideró Carlos Blázquez Domínguez, director del Hospital Escuela de la Universidad Veracruzana (UV).

Carlos Blázquez Domínguez.
Al inaugurar el X Simposio de Otorrinolaringología, organizado por la Facultad de Medicina de la UV, Blázquez Domínguez resaltó que lo anterior es una tendencia impulsada por políticos neoliberales practicadas por el gobierno mexicano en los últimos cuatro sexenios. “Tendencia en la que, sin protestar, las nuevas generaciones de médicos se involucran, convirtiéndose en instrumento de inversionistas quienes conciben al paciente como mercancía potencial de lucro, y al médico como el actor que incrementará su capital”, afirmó.

En representación del rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, Blázquez Domínguez, dijo que el progreso científico y la comercialización de la medicina minan el capital más importante, que es el conocimiento basado en la experiencia. “Se pierden valores, la ética médica pasa a ser algo incómodo, el juramento de Hipócrates se vuelve una mera formalidad y, en el peor de los casos, ni se menciona”.

Enfatizó que actualmente se despersonaliza al paciente, se deshumaniza la práctica médica, el médico se torna indiferente, apático ante el dolor humano, comete abusos de todo tipo y es negligente en el ejercicio de su profesión y, lo más importante, “olvida que la única razón de la existencia de la profesión es el paciente mismo, quien acude en su búsqueda para recobrar la salud”, explicó.

Dicha situación –añadió– influye en la educación médica, por lo que sugirió que se deben elaborar modelos que conduzcan a la formación de profesionales dotados del suficiente espíritu crítico e imaginación como plantear soluciones innovadoras a los problemas que afectan la práctica profesional.

Para lo anterior, continuó, se debe contar con docentes que representan el valor social del conocimiento, con cualidades múltiples para interactuar con los alumnos y disponer de estudiantes capaces de recibir ese valor con suficiente capacidad para asimilar y aprovechar la información.

Ante decenas de estudiantes de la carrera de Medicina y de autoridades universitarias, el director del Hospital aseguró que la educación que realmente importa seguirá pasando por el contacto entre las personas: “Los médicos educamos mucho más por lo que nos ven hacer nuestros estudiantes, que por lo que les decimos”.

A lo anterior agregó que el docente requiere contener un perfil de sólida formación pedagógica, capaz de dotar al estudiante de un cúmulo de conocimientos que trascienda lo específicamente médico, produzca aprendizaje y no sólo proporcione instrucción.

Finalmente comentó: “Rescatar y fortalecer una metodología de enseñanza de la medicina en el ámbito del hospital, al lado del paciente mismo, conducirá a estimular el intercambio de saberes y el alumno, al ser testigo de los éxitos y fracasos, identifica a ambos como parte de su diario actuar y se prepara para confrontarlos”.

El Simposio, organizado por el académico de la Facultad de Medicina Arturo Jaramillo Palomillo y que se realizó en el auditorio del Palacio Legislativo, tuvo como fin dar a conocer los resultados de los trabajos elaborados por alumnos de la asignatura de Otorrinolaringología durante todo el semestre.