Año 6 • No. 206 • enero 9 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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La Malinche fue la primera feminista y nunca traicionó; su “malinchismo”, invento de blancos
Alma Espinosa
Es evidente que la mayor parte de la comunidad indígena que habita en el país se encuentra en una situación precaria, esto se debe a que el mexicano no soporta al indígena vivo y sí al muerto; es decir, al indígena que cayó junto a sus centros ceremoniales durante la Conquista porque representa el ethos nacional, consideró Nahum Megged, académico de la Universidad Hebrea de Jerusalem, durante la conferencia “Malinche, tragedia y mito”, organizada por el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la Universidad Veracruzana.

Nahum Megged.
En la Galería de Arte Contemporáneo, el experto en temas indígenas latinoamericanos explicó que los indios se encuentran en problemas en estas tierras porque el mexicano se siente heredero de una gran cultura indígena antigua y no la relaciona con la actual, que está presente en estados como Veracruz y Chiapas, por lo que no hace un esfuerzo por ayudarlos.

Al referirse a la Malinche, Nahum Megged aseguró que fue una mujer extraordinaria e incluso en algunos lugares fue considerada como una bandera femenina, pero en muchas otras regiones “se convirtió en un símbolo de traición, tanto que la peor palabra que uno puede pronunciar en el contexto mexicano es: malinchista”, expresó.
“Cuando los mexicanos hacen referencia a la traición de Malinche, primero deberían pensar a qué indios fue que traicionó: ¿a los totonacas que fueron los primeros que se sumaron a Hernán Cortés, a los de Huejotzingo y los de Traxcala que lucharon con él, a los xochimilcos que estaban primero con Cuauhtémoc y al último momento se pasaron con Cortés? ¿Quién era el traidor aquí?”, cuestionó.

Ella que no le debía nada a nadie, ni a su etnia, ¿es la traidora? En los escritos, en los textos de aztecas, como el Códice florentino nunca aparece como traidora, en el peor de los casos como enemiga, así como los tlaxcaltecas. Para el académico la persona que traiciona es alguien que está adentro, y enfático afirmó: “Ella nunca fue traidora, seguro que no”.

Ante este discurso la pregunta obligada era: “¿por qué, entonces, era y es considerada símbolo de traición, contrario a lo que en algunos lugares creían pues la tenían como una diosa, incluyendo los aztecas?”. Ante lo cual Nahum Megged contestó: porque era mujer. “Esto fue un invento de blancos, 300 años después de la muerte de la Malinche, porque necesitaban un ethos de traición y qué mejor que una mujer”.

Era más fácil captar un mito negativo de una mujer que de un hombre, sólo hay que preguntarse: ¿por qué no se les llamó traidores a los xochimilcas? El mito negativo de la Malinche inició en 1821 con la Independencia. Esto porque “esos blancos que no tenían ninguna ascendencia y que querían mostrar su antigüedad se sintieron descendientes de los mexicas. Si somos descendientes y el héroe es Cuauhtémoc, entonces los aztecas no perdieron la batalla por malos sino porque hubo una traición ¿y quién fue la que traicionó? La mujer”, expresó.

Al hablar acerca del nacimiento de su interés por el tema, el académico israelí dijo que fue desde hace muchos años porque la Malinche es una figura formidable: “Es como Juana de Arco mexicana. Es una mujer que hizo historia y que también tiene un fin trágico como Juana de Arco. Además, porque no se puede aguantar que una figura tan fuerte sea mujer”.