Año 6 • No. 206 • enero 9 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Universitarios ayudan a sonreír a niñas xalapeñas maltratadas
Alma Espinosa
Arrancar sonrisas de pequeñas caras tristes es un gran reto, pero lo es aún más motivar a muchas personas para que hagan lo mismo. Esta fue la tarea que hicieron suya estudiantes de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Veracruzana, al organizarles una fiesta a los niños de la Casa Hogar "Ayúdame a sonreír", con motivo del Día de Reyes.

En la fiesta se organizaron diversas actividades
para que estudiantes y niños convivieran.
Lo que empezó como cualquier trabajo académico para acreditar la materia de Mercadotecnia terminó siendo una grata experiencia, tanto para los niños como para los estudiantes de séptimo semestre. La organización que requirió de varias semanas tuvo su gratificación, más allá de una calificación aprobatoria, al ver la alegría de los niños que salieron de la monotonía de sus actividades.

"Ayúdame a sonreír" forma parte de la asociación civil "Protección y educación del menor". Actualmente agrupa a 36 niñas y dos niños, cuyas edades van de tres a 16 años. De acuerdo con Reina Nayeli Hernández Evangelista, una de las estudiantes encargadas de buscar la institución que recibiría la ayuda de los universitarios, la elección se hizo con base en la misión de la instancia.

Entre los fines que persigue dicha casa está el brindar un hogar estable, una familia y un sentimiento de pertenencia a ésta, dar alimentación adecuada, vestimenta, atención médica y psicológica, así como educación y recreación, principalmente a niñas que han sido víctimas de maltrato físico, psicológico y sexual, desintegración familiar, abandono, pobreza extrema y padres privados de la libertad. Reciben también a niñas con necesidades de albergue provisional y a las que son canalizadas por instituciones privadas o gubernamentales.

La manera en que Reina Hernández y su compañera Francisca Abundio Sánchez conocieron la casa hogar fue a través de una feria en la que se reunieron varias instituciones de beneficencia. En el lugar, les presentaron las metas de «Ayúdame a sonreír», que son las de combatir el maltrato psicológico, físico y sexual, la desintegración familiar y el rezago educativo.

De igual manera las personas encargadas del albergue contribuyen a fomentar hábitos, costumbres y valores que ayudan a los menores a mejorar su condición de vida. Es preciso señalar que dicha instancia brinda una preparación técnica a las jóvenes de 16 años, con el fin de que puedan valerse por sí mismas.

Por todas estas características, es que el grupo 701 de la carrera de Administración de Empresas, conformado por 56 estudiantes, bajo la coordinación general del académico Cuauhtémoc Molina García y del jefe de grupo Lindbergh de Jesús Clemente Andrade, organizó aproximadamente 13 comités encargados de realizar tareas específicas, como la preparación de alimentos, decoración del salón de fiestas, adquisición de regalos, planeación, trámites y relaciones públicas.

Para la evaluación, el responsable de cada comité elaborará un informe escrito que refleje el trabajo de cada uno de los integrantes, así como los resultados. Como testigos de la fiesta, se le entregará al académico material fotográfico y de video. En este punto es preciso resaltar la iniciativa de los docentes de la UV de motivar a los jóvenes para que realicen acciones altruistas, que además de requerir la aplicación de sus conocimientos escolares, los sensibilice ante las necesidades sociales.

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Para la casa hogar la contribución de los estudiantes de la Facultad de Contaduría representó una gran satisfacción, «pues no hay muchas personas con un gran corazón que quieran ayudar», expresó Citlali Luna, encargada del cuidado de los niños y «mamá», como ellos la llaman.

La instancia que está atendida por un grupo de mujeres comprometidas en la protección de menores en peligro de abuso y desventaja social, subsiste a través de donaciones voluntarias de personas altruistas. Por tal razón, acciones como la fiesta y regalos ofrecidos por los alumnos de la Universidad Veracruzana tienen un gran significado.

Respecto al presupuesto requerido para la realización de la reunión, Lindbergh de Jesús explicó que se realizó una campaña para recolectar recursos entre los miembros de la Facultad de Contaduría y de otras facultades; además, se instauró una colecta en el grupo para comprar todo lo necesario. De igual manera, recibieron apoyo de una empresa local que vende productos de plástico.

Según Lindbergh de Jesús el evento, más allá de haber sido organizado con base en las estrategias de marketing social, fue realizado principalmente gracias a la sensibilidad de todos sus compañeros. Cuando estemos al frente de una empresa, adelantó, "podremos darnos cuenta de que hay un sector de la población que necesita de nuestro apoyo y que también requiere que los tratemos de manera no diferenciada".