Año 6 • No. 207 • enero 16 de 2006
Xalapa • Veracruz • México
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Hiroyuki Okumura, equilibrio y armonía
en una sola expresión

Gina Sotelo

Era la época del quattrocento italiano, Miguel Ángel afirmaba que sólo eliminaba los sobrantes de la piedra para realizar sus impresionantes esculturas en mármol. Esta forma de trabajar, tomando el material como un todo, como un bello elemento en sí mismo al que sólo basta darle forma para que muestre su propio carácter, es compartida por el japonés Hiroyuki Okumura.

Hiro, héroe de la piedra lesa, es una exposición escultórica que se exhibe en la Galería Universitaria Ramón Alva de la Canal durante todo el mes de enero, y está conformada por pequeña escultura, instalación y obra monumental que ha realizado el artista japonés.

Para Okumura cada elemento que proporciona la naturaleza es una belleza per se a la que el intenta sacarle el mayor provecho posible: “Por eso utilizo muchas texturas y formas hasta encontrar el carácter de la piedra que es finalmente el que muestro en mi trabajo”.
En la serie prevalece el travertino, forma mineral blanca, porosa o cristalina, de carbonato de calcio, depositada en capas por manantiales de agua caliente o fría entre otros tipos de mármoles, que es el elemento con el que el escultor mejor puede “dialogar”. Sus figuras están formadas por fragmentos quebrados que con sumo cuidado y delicadeza va armando como si fueran rompecabezas tridimensionales: “Es una técnica que he desarrollado desde 1997. Cuando trabajo nunca tengo en la mente lo que voy a hacer, sino que intuitivamente las formas se van revelando, desocultándose. Tengo un primer contacto con un material que me guste y la idea surge cuando lo rompo”.
Es a través del resultado de estas fragmentaciones como Okumura aborda el material, en un ejercicio recurrente de destrucción y reconstrucción hasta llegar a una creación única y armónica: “La naturaleza en un principio tiene su armonía, eso es lo que me gusta. Parto de una forma muy en bruto y hago una integración con el material hasta que la escultura nace sola”.

El resultado es una fina mezcla de líneas muy puras, superficies pulidas, con cierto brillo, con cierto lustre en un doble juego que es el de las texturas, rugosidades y asperezas: “Me encanta la piedra, tanto sus partes lisas como sus caras erosionadas, me gusta descubrir en diferentes capas las mil maneras de expresarse de cada material. El oficio de mi trabajo es encontrar el punto de equilibrio”.

A 17 años de vivir en México se percibe en sus piezas una simbiosis de estilos. Hiroyuki Okumura considera como afortunada su condición de vivir fuera de Japón y convivir con la cultura mexicana. En su obra se aprecia ese punto de referencia entre las dos culturas. “Para mí, esta integración es una mezcla positiva, procuro sólo tomar lo bueno de este país”.

Esta conexión Japón-Xalapa ha sido muy fructífera para el desarrollo de una escultura propia en el Estado. Quizá el origen lo haya cimentado el maestro Kiyoshi Takahashi, quien tuvo entre sus discípulos a los escultores Rafael Villar y Adalberto Bonilla. Hiroyuki habla del sensei oriental: “El fue un punto de partida y yo su alumno. Puedo decir que él sembró mi camino aquí al igual que con otros escultores japoneses, quienes compartimos un lenguaje en común”.

Hiro, héroe de la piedra lesa, se exhibirá todo el mes de enero en la Galería Universitaria Ramón Alva de la Canal, ubicada en Xalapeños Ilustres 27. Bien vale la pena visitarla.