Año 6 • No. 215 • marzo 13 de 2006
Xalapa • Veracruz • México
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Alberga la RAC obra de dos grandes pintores
Geometrismo abstracto y magia fantástica, en la Alva de la Canal
Gina Sotelo
Complementariamente opuestas, las visiones que Arturo Hinojos y Honorio Robledo tienen del arte, particularmente de la pintura
Complementariamente opuestas son las visiones que Arturo Hinojos y Honorio Robledo tienen del arte, particularmente de la pintura. Salta a la vista que los caminos que han seguido son diferentes: el primero dejó hace tiempo de creer en lo figurativo, es lo abstracto lo que representa de manera adecuada sus sentimientos y emociones; para el segundo, la figura es el punto de partida hacia la imaginación y el sueño.
Es la Galería Universitaria “Ramón Alva de la Canal” la que todo marzo acoge la obra plástica Tiempo suspendido, compuesta por una veintena de obras de Hinojos, y Delirante Fandango, de Robledo, que el público puede conocer en Zamora número 27.

Sobre esta mágica recolección de imágenes que incitan la ensoñación Robledo dice: “Yo crecí en una zona donde el mango y la naranja eran plagas. Donde los chayotes se metían por las ventanas, donde todo el pueblo olía, sabía y tenía colores”.
Sus cuadros parecen cantar un fandango, en ellos los lagartos, peces y aves conviven con el panadero y el pescador. Son un reflejo de situaciones y personajes mágicos con una historia: “Yo invito a que cada quien se invente su propio cuento” dice el autor.

Robledo se describe como un niño travieso con una imaginación estimulada por las historias de las abuelas. Fue en esos pequeños pueblos donde creció rodeado de personajes legendarios e interminables verbenas populares que llenaron sus pupilas y sentidos de forma y color. La cuenca, según dice, le ofreció un entorno mágico de fiesta y sabor caribeños.

Goza de reconocimiento de su obra en tres continentes y ha publicado varios libros infantiles, con los que ha obtenido premios internacionales. Fundó el Encuentro de Jaraneros de California, que se ha convertido en el evento jarocho más importante de Estados Unidos.
Hinojos dice de su obra: “Yo tengo una formación académica que me llevó a seguir todos los lineamientos del arte figurativo hasta que llegó un momento en el que tenía que cambiar, buscar nuevos horizontes. Nunca pensé en hacer pintura abstracta, pero de repente me encontré haciéndolo”.

Este tipo de pintura –que sacrifica la imagen dada por la sutil sugerencia de la línea– le ha permitido sacar mucho más de su ser interno y de sus emociones, de lo que pudo haber hecho antes. Como en cualquier obra de arte, al terminarla de pintar, no le pertenece más.
Poseedoras de atractivas texturas, la luz y las sombras ofrecen al observador elementos para sentir y reflexionar: “En el arte uno expresa todo su interior y estados de ánimo, yo soy muy visceral y eso lo reflejo en mis cuadros. Si alguien encuentra en mi obra algún mensaje, ya es una ganancia, ya hay una retroalimentación, pues creo que el espectador es tan artista como yo”.

Nacido en la Ciudad de México estudió Artes Visuales en la Academia de San Carlos de la UNAM. Desde entonces ha participado en exposiciones individuales y colectivas tanto en México como en el extranjero; en Estados Unidos en ciudades como Chicago, Nueva York, Filadelfia, Charlotte, Palo Alto; en Tokio, Japón; Ámsterdam, Holanda; Berlín, Alemania; y Ontario, Canadá.

Su bagaje académico le ha llevado a desarrollar distintas técnicas pictóricas en el campo de la expresión figurativa. En la actualidad su producción se inserta en el área del arte abstracto. Realiza su pintura en técnicas mixtas y también hace dibujo, grabado y monotipo.

Tiempo suspendido, de Arturo Hinojos, y Delirante Fandango, de Honorio Robledo, pueden disfrutarse en la Galería Universitaria “Ramón Alva de la Canal”, ubicada en Zamora 27, la entrada es libre.