Año 6 • No. 223 • mayo 22 de 2006
Xalapa • Veracruz • México
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Considerado el dramaturgo vivo más importante del país
Festeja Teatro UV el 81 aniversario
de Emilio Carballido

Gina Sotelo


Emilio Carballido, Antonie Rodríguez, junto con
Domingo Adame, director de la Facultad de Teatro,
presentaron el libro Un siglo urbano en breve.
El DF de Emilio Carballido.
Reza el dicho: “Viejo el aire y todavía sopla”. Frase sencilla de gran riqueza que bien podría describir la imponente presencia del dramaturgo Emilio Carballido. Son ya 81 años de vida que han dejado huellas visibles en su piel y en su salud, mas no en su mirada pícara y mucho menos en su sonrisa eternamente infantil.
Nacido en 1925 en Córdoba, el gran Carballido lleva más de 55 años en el oficio teatral. Medio siglo de ser un observador preciso de su entorno, un agudo crítico de la idiosincrasia mexicana en cualquier acepción del término; son ya décadas y décadas de retratar con su dramaturgia de manera agridulce tragedias cotidianas que siempre acaban arrancando del lector o espectador una carcajada involuntaria.
A este Carballido de figura frágil y de corazón de acero, la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV) le rindió un emotivo homenaje la víspera de su aniversario número 81 a través de una intensa jornada que tuvo lugar en el Foro Torre Lapham el pasado martes 16 de mayo.

Sin duda alguna, los principales beneficiados en este intenso encuentro fueron los estudiantes de Teatro, quienes tuvieron la oportunidad de convivir de cerca con el dramaturgo, intercambiar ideas y escuchar sus muy atinadas e ingeniosas reflexiones sobre el teatro.
La jornada Carballido 81 dio inicio a las 12 horas con la conferencia Anécdota y representaciones socioculturales en el teatro de Carballido, dictada por Antonie Rodríguez. En la charla, el doctor de origen francés habló del amor de Carballido diseminado por todo el mundo y su caleidoscópica y diacrónica forma de ver el Distrito Federal, misma que lo ha llevado a escribir infinidad de obras coherentes y significativas que revelan configuraciones semiológicas de la ciudad de México.

La participación del especialista en la obra de Carballido se enfocó especialmente a cuatro obras con fuerte contenido político: Estufas, que es la mirada nostálgica de la nacionalización del petróleo en el periodo del presidente Lázaro Cárdenas, obra breve de Carballido escrita en 1985, espejo de una identidad nacional en la que se habla de las tensiones y conflictos previos a esta nacionalización. El censo fue escrita en 1957. Narra la visita de un empadronador a un taller clandestino de costura en el populoso barrio de La Lagunilla. La visita del censor cunde pánico entre las costureras y da testimonio del grado de corrupción que impera en México. Dificultades se basa en la vida miserable de los maestros en la década de los 70, quienes sufren de serios problemas salariales.

Finalmente, Antonie Rodríguez habló de Únete pueblo, obra sobre el movimiento estudiantil del 68, en especial sobre una manifestación antes de la masacre del dos de octubre. Dos estudiantes de letras que reparten propaganda de manera encubierta, por coquetas no usan sus lentes y su falta de visión las conduce a repartir volantes a la delegación de policía; ésta las persigue calificándolas de rojillas y comunistas y demás calificativos que evidencian una versión oficial delirante.

Un siglo urbano en breve
Por la tarde, y también contando con la presencia del maestro Carballido, Antonie Rodríguez, junto con Domingo Adame, director de la Facultad de Teatro, presentaron el libro Un siglo urbano en breve. El DF de Emilio Carballido, que versa sobre la obra del dramaturgo cordobés, quien interpretó y recreó a la cultura mexicana teniendo al Distrito Federal, básicamente, como el centro inspirador.

Rodríguez es doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Paul Valery, de Montpellier, Francia. Actualmente es maestro en la Universidad Charles de Gaulle, de Lille, Francia, donde imparte clases de literatura, particularmente de teatro hispanoamericano; es en esta cátedra donde inicia a sus estudiantes en el conocimiento de Carballido.

En Un siglo urbano en breve, Rodríguez ofrece un estudio sistemático de las 52 obras que Carballido desarrolla en el DF como escenario y las ubica en un término aplicado especialmente para teatro, la anékdota (así, con k, pues el autor de esa manera refiere al concepto específicamente teatral para diferenciarlo del sentido común de la palabra “anécdota”) a la que describe como el “concepto teatral que más se vincula a la realidad, que incluso se impone como un reflejo directo del referente puesto en signos: “La anékdota puede ser parte de la fábula o sustituir a ésta en obras cortas, como en las del DF de Emilio Carballido”.

Así, enumera las escenografías clásicas que utiliza el maestro cordobés para desarrollar las anékdotas, como el Zócalo, el Bosque de Chapultepec, la Alameda Central, la desaparecida Plaza y Jardín de San Sebastián, Tlatelolco, la Plaza de las Tres Culturas, Tacubaya, la Zona Rosa, la colonia Roma, Santa María La Ribera, calles, callejuelas, vestíbulos y zaguanes; los espacios interiores: el comedor, la sala, la recámara, el colegio religioso, la Catedral, la Basílica de Guadalupe, la cárcel, el despacho de abogados, las fondas, la tienda de abarrotes, así como los años en que las ubica.

Un siglo urbano en breve. El DF de Emilio Carballido pertenece a la colección Biblioteca de la editorial de la UV, comprende 263 páginas y se editó en 2005. Se puede adquirir en el Servicio Bibliográfico Universitario, en sus dos direcciones, Hidalgo 9 o Xalapeños Ilustres 37, en las USB’s que se encuentran en el estado o en la Dirección General Editorial, Juan de la Barrera 209.

¿A quién se le ocurre meterse en el drenaje para dormir?
La jornada concluyó con la presentación de la obra Drenaje, escrita en 1999 por Carballido y dirigida por Rodríguez y que tuvo las actuaciones de los estudiantes de teatro de primer año. Fue el resultado de dos semanas de ensayos y de la implicación entusiasta y dinámica de los alumnos.

“La lectura de Drenaje me reveló que la situación de los niños, más allá del suceso, tiene los ingredientes de una tragedia griega. Desde el principio, por su localización en el drenaje que se puede ver como la prefiguración del inframundo de la muerte: los niños están condenados a desparecer. Su transgresión social –son delincuentes– y espacial –¿a quién se le ocurre meterse en el drenaje para dormir?– acaba siendo objeto de un castigo cruel”, dice Rodríguez.

Para reforzar y valorar esta interpretación trágica, las acotaciones escénicas, habitualmente invisibles como texto durante la función, son encarnadas por una especie de parca “a lo table dance”, a quien un dios neoliberal hubiera encargado ejecutar el destino implacable de los niños delincuentes. El montaje –según el director de la obra– fue un homenaje a la obra de Emilio Carballido, como “un acto de profunda amistad”.