Tan
sólo en la década pasada, las actividades de generación
de energía eléctrica y extracción de combustibles
fósiles en el estado de Veracruz generaron un incremento
de 500 por ciento en la emisión de gases de efecto invernadero
–como dióxido y monóxido de carbono y los óxidos
de azufre y nitrógeno– a la atmósfera, aseguró
el investigador del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la
Universidad Veracruzana (UV), Carlos Welsh Rodríguez.
“De 1990 al año 2000, pasamos de generar mil gigagramos
de dióxido de carbono a 6 mil 500. Los valores pueden ser
razonables para un país en vías de desarrollo, sin
embargo, la tendencia sí podría representar un problema.
Esto hace necesario que empecemos a pensar en la utilización
de energías renovables y operar de acuerdo a un nuevo modelo
energético”, dijo Welsh Rodríguez.
El investigador señaló que el combustóleo sigue
siendo el principal combustible utilizado para la generación
de electricidad y es uno de los principales generadores de esas
emisiones de dióxido de carbono. Además, las emisiones
de óxido de nitrógeno también presentaron una
tendencia a la alza de alrededor del 600 por ciento.
“Estas estadísticas, aclaró el investigador,
no incluyen las emisiones de los sectores del transporte, ni de
los sectores urbanos de la entidad –que son dos de los que
más energía consumen–; ésa es la próxima
parte de la investigación. Por lo pronto, ya tenemos los
datos de consumo de combustibles y del parque vehicular”,
sostuvo.
Impacto
a escala global
Welsh Rodríguez afirmó que es importante que nos demos
cuenta de que estas emisiones que estamos generando causan un impacto
no sólo a escala local, sino que contribuyen a un fenómeno
global como el cambio climático.
“Si bien es cierto que no podemos decir que Veracruz produzca
una gran cantidad de contaminantes, sí está contribuyendo
de alguna manera a este efecto de calentamiento porque hay evidencias
de que el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero
se han incrementado por la actividad humana y que estas emisiones
son, junto con otros factores, promotoras de ese cambio climático”,
aseguró el investigador del Centro de Ciencias de la Tierra
de la UV.
Sustentabilidad
en Veracruz
El estudio –explicó Welsh Rodríguez– está
basado en la correlación de variables como población,
uso de suelo, emisiones de gases, todo esto analizado desde una
perspectiva de sustentabilidad y medida de acuerdo a una escala
mundialmente aceptada.
“Hicimos un estudio sobre la contribución de Veracruz
al cambio global, no solamente climático, es decir, los cambios
en las grandes tendencias de variables mundiales como población,
pobreza, aspectos de industria agropecuaria, emisiones de contaminantes,
entre otras”, dijo el investigador.
De acuerdo a la escala de evaluación –que va de cero
a cuatro–, Veracruz apenas está por encima de la medida
regular –alcanza una calificación de uno y medio–,
y según la perspectiva hacia el año 2025, no hay indicios
de que esta situación se modifique de manera importante.
“De acuerdo a la tabla, cero es una escala donde todo está
muy mal y las condiciones son francamente difíciles; uno,
es condiciones regulares pero hay tendencias negativas; dos, corresponde
a condiciones favorables y estables; tres, es tener condiciones
recomendables; y cuatro es el nivel óptimo. La calificación
de Veracruz no es mala, pero si la comparamos, por ejemplo, con
un país como Alemania, que está mucho más desarrollado,
que consume más energía y que tiene un nivel de sustentabilidad
de tres, la calificación no es muy buena que digamos”,
refirió Welsh Rodríguez.
El investigador aseguró que tomando en cuenta el potencial
que tiene Veracruz para producir energías renovables, como
la aeólica y la solar, es posible pensar en reorientar nuestra
política energética para reducir la cantidad de emisiones
contaminantes.
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