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Gina Sotelo |
Definitivamente
no se trata de una exposición más. Es la oportunidad
para conocer el trabajo en mosaico que elaboran un grupo de artesanos
en la Orduña, la fina litografía de José Luís
Cuevas, limpias creaciones de alumnos de la Facultad de Artes Plásticas
de la Universidad Veracruzana (UV) y una colección de muebles
que se presenta al público en un mismo espacio.
Ello como parte del trabajo que se realiza en el taller La Ceiba Gráfica
y que podrá conocerse a partir de este viernes 21 en los bajos
del Palacio de Gobierno a partir de las 11 horas.
Destinada a ser la más importante productora de litografía
en América Latina, La Ceiba Gráfica expondrá
como plato fuerte una litografía en blanco y negro y otra entintada
que ha sido calificada ya como el “bon à tiré”
para su buen tiraje por el propio maestro Cuevas. Es el controversial
artista quien da un espaldarazo al taller a manera de donación
de este trabajo. Parte de la venta de la litografía será
para apoyar la economía de la Ceiba.
Per Anderson, integrante de la Ceiba, considera que el apoyo brindado
por Cuevas demuestra que son capaces de realizar un trabajo a un nivel
de exigencia muy alto: “Nuestra vinculación con el medio
artístico es fuerte y provechosa, lo que significa ingresos
captados por nosotros mismos”.
Al igual que Luis Argudín, quien ya hizo un par de litografías,
se espera en breve la visita de Francisco Toledo, quien realizará
también una obra: “Esta colaboración entre artistas
significa confianza y respaldo a nosotros como impresores de que el
trabajo estará en buenos términos. Queremos hacer crecer
nuestro acervo con obra de altísima calidad para poder ser
auto sustentables económicamente”, dice Anderson. |
Al
rescate de las bellas formas
El hacer mosaicos es un oficio laborioso por su infinidad de colores
y diseños. Con una prensa comprada como desecho en Coatepec,
los artesanos de La Ceiba evocan los viejos tiempos impidiendo a la
vez que desaparezca el sustento de un grupo de artesanos que han estado
dedicados a hacer los antiguos pisos.
Una vez más se impide que la globalización aniquile
el arte de hacer los mosaicos gracias a prensas muy similares a las
que utilizaba Gutenberg para estampación o tipografía.
Artesanos como Joaquín Hernández León y Joaquín
Córdoba García, con 40 años dedicados a hacer
mosaicos, retoman el oficio para restaurar los pisos de la hacienda
y más tarde surtir al Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH), que cada vez detalla más sus obras de restauración.
Es La Ceiba un museo vivo que luce la extraordinaria calidad de sus
pisos que pueden durar hasta cien años. Asimismo, rescata el
trabajo cuidadoso de sus artesanos a la par que involucra a la población
en un trabajo artístico.
Los universitarios de La Ceiba
Desde noviembre, cada sábado Per Anderson recoge a un grupo
de alumnos en la esquina del Monte de Piedad para llevarlos al taller
y así, facilitarles el transporte, pues hay algunos que no
pueden pagar los 22 pesos que les cobra el camión. Son jóvenes
de la Facultad de Arte listos para hacer litografía.
De 10 a 15 horas estudiantes de grabado, pintura, dibujo o escultura,
que quieran realizar trabajos litográficos, disponen del material
básico y sólo llevan el papel para impresión.
Cada semestre está demostrado que la hacienda aumenta su capacidad
para recibir a alumnos incluso de otros estados como Mérida,
Chiapas, Oaxaca o Tijuana, que vienen a aprender la técnica
litográfica y a hacer residencias.
La Ceiba Gráfica, árbol cultural con muchas ramas
Residencias artísticas, actividades musicales, seminarios y
conferencias, talleres en todos los géneros de la estampa (litografía,
grabado en metal y madera, estampa japonesa) y laboratorio de nuevos
medios (video, animación, fotografía y gráfica
digital) se ofrecen en La Ceiba.
Su tronco son las artes gráficas, pero existen espacios como
la galería, auditorio y áreas abiertas dispuestas a
recibir a los demás géneros creativos. Ubicada en una
antigua residencia de la Orduña, este inmueble del siglo XVIII
con modificaciones y elementos importantes del siglo XIX y principios
del XX, tiene generosas dimensiones en espacios y altos techos. |
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Así
pues, el rescate de este edificio afrancesado es también de
importancia histórica, pues sin el devenir de esta hacienda
resulta difícil realizar una historia de la economía
y los procesos sociales de esta región de nuestro estado. El
rescate del inmueble se ha podido llevar a cabo gracias a la colaboración
de una cantidad importante de jóvenes artistas y de los miembros
de Artistas veracruzanos Bajo la Ceiba, AC.
El edificio fue otorgado en comodato por el gobernador Fidel Herrera
Beltrán a través del Congreso del Estado de Veracruz.
Su taller de carpintería ha rescatado y habilitado puertas
y ventanas, pero también se ha abocado a fabricar muebles de
diseño exclusivo, creados por Per Anderson, Martín Vinaver
y Andrés Roquet. Cada elemento de nuestro mobiliario es artesanal.
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Talento
de sobra para un gran estado
Tenemos una meta –dice Anderson–: el convertirnos en el
centro de artes gráficas más importante del país.
Para ello han elaborado un concepto integral en el cual contemplan,
además de todas las herramientas necesarias para trabajar en
las diversas técnicas, un conjunto de espacios para crear círculos
virtuosos de creación, aprendizaje, difusión y generación
de recursos.
Asimismo, cuentan con área de biblioteca especializada, un
departamento pedagógico para niños, un jardín
botánico para inculcar el conocimiento y respeto de la naturaleza,
áreas de exposiciones tanto comerciales como estrictamente
culturales, taller de encuadernación para generar carpetas
y ediciones artísticas.
Las instituciones que los respaldan son la Secretaría de Educación
y Cultura, el Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC), la UV, CONACULTA,
Gobierno del Estado y el H. Ayuntamiento de Coatepec, a través
del Departamento de Servicio social. Para saber más de este
gran taller, se puede consultar a
www.laceibagrafica.com. |
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