|
|
Valores
y ética, indispensables al ejercer el derecho
Imposibles, las interpretaciones
dogmáticas en Derecho: R. Ibáñez
Juan
Carlos Plata |
Contrario
a la doctrina dogmática del derecho del siglo XIX en la que
se buscaba únicamente la aplicación estricta de la ley,
los valores, la ética, e incluso la política y la economía,
son fundamentales para la buena interpretación del Derecho,
y por consiguiente, una mejor impartición de justicia, aseguró
el jurista Roberto Ibáñez, durante su participación
en la Semana del Derecho, llevada a acabo en la Universidad Veracruzana
(UV). |
Roberto
Ibáñez Mariel, durante su participación en
la semana del Derecho. |
“Economía,
política, ética y valores, eran consideradas –por
los defensores del Código de Napoleón y de la doctrina
dogmática del derecho– como impurezas del Derecho; pero
no se puede pensar un problema humano sin valores, por ejemplo, la
premisa que deben tener los jueces de proteger al débil y al
pobre”, aseguró el experto.
Ibáñez Mariel dijo que los comentadores del Código
de Napoleón pensaban que la ley era un mandato dogmático
que no le tocaba discutir o poner en duda ni al juez ni al jurista;
pero esta idea fue destruida en los Tribunales de Nuremberg, creados
para enjuiciar a los generales nazis luego de la Segunda Guerra Mundial.
“Los enjuiciados alegaron en su defensa que ellos actuaron obedeciendo
a la ley positiva alemana, emitida por un congreso legislativo democráticamente
constituido, y que si ellos no hubieran obedecido órdenes superiores,
hubieran sido sujetos a una corte militar y hubieran sido condenados
a muerte. Pero el tribunal resolvió que ninguna ley positiva
puede justificar un crimen de esa humanidad, como el genocidio”,
explicó.
A partir de ese hecho –sostuvo Ibáñez Mariel–,
se empezaron a ver sentencias en las que los principios ético-jurídicos
tenían mayor peso que las disposiciones de derecho positivo.
El
código de Napoleón
Cuando se publica el Código Civil ordenado por Napoleón,
en 1805, el escrito se recibió con gran esperanza, y se saludó
como un instrumento maravilloso en el cual la sociedad encontraría
seguridad jurídica porque todo estaría comprendido
en este código.
Sin embargo, “sus creadores querían que el Derecho
se comportara como la física o las matemáticas, que
partiera de verdades axiomáticas (los artículos),
que todos aceptaran. Así, la interpretación jurídica
se restringiría a ver que la hipótesis que se prevé
en la enunciación normativa se ajustara al hecho a juzgar,
y de ser así, aplicar la consecuencia normativa”, aseguró
Ibáñez Mariel.
Esto suponía un rompimiento total con la tradición
romana, ya que los romanos pensaban que el derecho era resolver
conforme a la justicia un problema jurídico y en el siglo
XIX se buscaba, únicamente, la aplicación de la ley.
“Para finales del siglo XIX algunos jueces, al no encontrar
leyes que se ajustaran a las situaciones a las que se enfrentaban,
comenzaron a inventar que la ley decía cosas que en realidad
no decía para justificar sus sentencias. Se empezó
a ver que no es posible resolver toda la problemática social
basada únicamente en una interpretación tan elemental,
como decir que el derecho es la ley”, aseguró. |
|