Año 6 • No. 232 • Julio 24 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  A través de su primer Laboratorio Clínico de Biología Molecular
Aportará UV tecnología de
punta para diagnósticos médicos
Edith Escalón
En lugar de analizar sangre u orina, la biología molecular permite analizar ADN y precisar así los diagnósticos clínicos
Apoyar el diagnóstico de enfermedades a través del uso de tecnología de punta es uno de los objetivos de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV) para 2007, meta que ha planteado luego de poner en marcha el primer Laboratorio de Biología Molecular enfocado al área clínica que opera en la casa de estudios.
Así lo explicaron académicos de esta entidad, quienes aseguraron que con el uso de técnicas moleculares se incrementa considerablemente la precisión de los diagnósticos, pues no sólo se establecen condiciones médicas a partir de exámenes de sangre, orina y otros fluidos corporales, sino a través del análisis de la información genética de las personas contenida en su ADN.

Rafael Díaz Sobac, director de QFB, explicó que además de utilizar el Laboratorio de Biología Molecular para la docencia y la investigación, como hasta ahora, la Facultad planea ofrecer servicios al público en general: “Ese es uno de nuestro principales objetivos, pues queremos aprovechar al cien por ciento el potencial humano y de infraestructura que ahora tenemos”, comentó.

Clara Elena Yerena Aguilar, integrante del cuerpo académico que lidera la propuesta, añadió que institucionalmente no hay en todo el estado de Veracruz alguien que se dedique a la biología molecular para apoyar el diagnóstico clínico: “Nuestro plan es abrir esta ventana, hacer los convenios para que, en un futuro no muy lejano, podamos ofertar este servicio al sector salud”, comentó.

Ambos investigadores destacaron que, aún cuando las personas no presenten síntomas, con la biología molecular es posible determinar tendencias hacia las enfermedades crónico degenerativas (como la diabetes, hipertensión, osteoporosis o artritis), neurodegenerativas (alzheimer y parkinson, por ejemplo) e incluso el cáncer.

Por ello, Yerena Aguilar dijo que ésta es una oportunidad única para modernizar tanto las prácticas y aprendizaje profesionales de los estudiantes, como los servicios de laboratorio que apoyan los diagnósticos clínicos, impulsando desde la universidad el desarrollo y la actualización de conocimientos.

Para reafirmar la importancia de la biología molecular en el área clínica, Díaz Sobac habló de los transplantes de órganos: “Antes se determinaba la compatibilidad entre donador y donante a partir de pruebas encimáticas, establecidas por edad, peso, tipo sanguíneo, cuestiones más físicas e inmunológicas; eso provocaba márgenes de error enormes en la compatibilidad y, como consecuencia, rechazo físico de los órganos; con la biología molecular los errores se reducen considerablemente”.

Profesionistas capacitados
Para los académicos de QFB, el diagnóstico clínico basado en biología molecular es un nuevo campo laboral que requiere profesionistas bien capacitados. “Lo que tratamos de hacer en la Facultad de QFB es ayudarles a obtener los conocimientos tradicionales que aún son válidos y no han perdido vigencia en los laboratorios, pero también mostrarles las nuevas tendencias del laboratorio clínico”.

Clara Yerena explicó que actualmente ya hay un grupo de ex alumnos (diez) que manejan los fundamentos básicos del diagnóstico clínico basado en biología molecular, y que tienen elementos para incorporarse a un hospital que trabaje estas técnicas, aunque reconoció que en todo el estado son pocos y muy aislados los esfuerzos que se han hecho
en esta área.

Señaló que el laboratorio de QFB –que representa una inversión superior a un millón 200 mil pesos– cuenta con el equipo necesario para hacer extracción de ácidos nucléicos (ADN y ARN), para hacer electroforesis de ácidos nucléicos y proteínas, un termociclador donde se amplifica el ADN para estudiarlo, así como un transiluminador que permite observar los resultados de las pruebas.

Por su parte, Díaz Sobac recordó que fue en 2001 cuando QFB inició todo un proceso para desarrollarse institucionalmente y crecer. De inicio, incorporando a cuatro profesores en doctorado y ocho en maestría del área clínica.


Rafael Díaz Sobac, director de QFB.
“La primera inversión y la más importante fue la formación de los profesores. A partir de ahí se generó el cuerpo académico, luego los recursos de los proyectos, y se ha dado la actualización de los programas con un enfoque más moderno, que ya se está incluyendo en la escuela el plan de trabajo de la UV”, sostuvo.

Para más información, los interesados pueden visitar el sitio que tiene la Facultad de QFB en Internet: www.uv.mx/fac_qfb.