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Sin
embargo, el matrimonio civil significó gran paso para la nación
Sexista
y obsoleta la epístola de
Melchor Ocampo: Córdova Plaza Alma
Espinosa
México
fue de los primeros países en instaurar el matrimonio civil |
Ante
la reciente convocatoria que se lanzó para dejar atrás
la epístola de Melchor Ocampo escrita en 1859, y crear la Epístola
matrimonial veracruzana, Rosío Córdova Plaza, del Instituto
de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad
Veracruzana (UV), aseguró que la nueva propuesta deberá
resaltar la equidad de género y acabar con la visión
errónea de mujeres, hombres y familia.
“La epístola de Melchor Ocampo evidencia los conceptos
que se tenían en el siglo XIX; sin embargo, el matrimonio civil
en aquel tiempo fue muy significativo para la construcción
de nuestra nación y la pérdida de poder de la Iglesia,
pues hasta antes de 1859 los únicos matrimonios válidos
eran los religiosos”. Incluso, destacó, México
fue uno de los primeros países en instaurar el matrimonio civil
con toda legalidad, prerrogativa y protección a los miembros
involucrados.
Lo
que la epístola indica, comentó la investigadora y experta
en temas de género, es que la mujer es menor de edad, delicada,
tierna, natural, silvestre, pre-social, irracional, caprichosa y voluble;
mientras que el varón tiene la razón y la responsabilidad
de cuidar, proteger y alimentar a la mujer, a quien se le debe dictar
parámetros de comportamiento. Todo esto hace al documento obsoleto,
precisó. |
Rosío Córdova Plaza.
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Estas
ideas occidentalizadas de la mujer, explicó, provienen de concepciones
griegas, que dictaban que el cuerpo femenino es una versión
imperfecta del masculino porque le faltó calor. De ahí
surgen todas esas imágenes católicas de mujeres ansiosas
por el sexo en busca de ese calor. Otra concepción es que el
vientre femenino era un nido de gusanos donde estaba el diablo para
tentar a los hombres que trataban de entrar en razón.
Posteriormente
surgió la noción de que los hombres dominan sus genitales,
y las mujeres son dominadas por los suyos, lo que las convierte en
seres silvestres y vulnerables. Otra idea relacionada es el útero
trashumante que viaja por todo el cuerpo de la mujer y lo domina,
por lo tanto ellas no actúan con la razón.
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“Es
claro que la epístola responde a una concepción de los
géneros de la época y lamentablemente no es la única,
ya que está apuntalada por una normativa jurídica y
una cotidianeidad que refuerza la idea de que la mujer es menor de
edad en todos los sentidos. Pasa el tiempo, surgen las luchas feministas
por la igualdad, y la epístola se convierte en un anacronismo
de museo”, expresó. Además, dijo, Melchor Ocampo
nunca se rigió por su propia epístola pues nunca se
casó por la vía civil.
Pero, ¿en realidad debe existir una epístola para que
se lea en los casamientos? Rosío Córdova aclaró
que depende del gusto de la pareja y la solemnidad del acto. El matrimonio
es un rito de paso, que sirve para dramatizar los cambios de la vida
en los individuos. Cada sociedad marca cómo quiere dramatizarlos
o celebrarlos.
La ceremonia es fría para un cambio de estado tan significativo.
“Más que la necesidad de una epístola, es la necesidad
de hacer significativo el acto del matrimonio”, asentó.
Al referirse al contenido de un mensaje que cumpliera con el objetivo
anterior, resaltó la necesidad de que exprese una equidad,
pues hasta el momento se niegan los derechos a los matrimonios entre
parejas del mismo sexo, lo cual se buscará con mayor frecuencia
conforme pasen los años.
Las personas que no son heterosexuales están en un limbo jurídico,
en el cual no tienen derechos pero tampoco tienen obligaciones. Por
ello la epístola debería ser inclusiva y equitativa
a partir de la voluntad de los contrayentes y no del género.
Al hablar sobre el tema, la investigadora dio a conocer que esta semana
Inti Muñoz, diputado perredista, dará a conocer una
propuesta que busca proteger el derecho de todo individuo de transformar
su cuerpo y la posibilidad de cambiar documentos oficiales, como el
acta de nacimiento, para que esté acorde con su nueva situación.
Antes de concluir, Córdova Plaza reflexionó sobre el
sesgo clasista que existe en la lectura de la epístola de Melchor
Ocampo. En los sectores más privilegiados se considera un documento
ofensivo y por eso ya no se lee en las ceremonias. En cambio, en las
clases populares se continúa con esta costumbre, pero justamente
es en este sector donde se nota un mayor número de jefaturas
femeninas, que han tomado la responsabilidad de hacerse cargo de sus
hijos. Esto demuestra que no existe una obediencia tal y como lo marca
la epístola de 1859, a pesar de que su lectura persista. |
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