Año 6 • No. 234 • agosto 21 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Podría toxina tetánica combatir Parkinson
y depresión, sin efectos colaterales

Dunia Salas Rivera

Un equipo de investigadores de la Universidad de Barcelona, encabezado por José Aguilera, patentó recientemente un fármaco que puede utilizarse en el tratamiento del mal de Parkinson, depresión y otros padecimientos relacionados con el comportamiento. Durante su conferencia “La toxina tetánica y su capacidad antiapóptica frente a diversos estreses neuronales”, Aguilera explicó a alumnos de la Facultad de Ingeniería Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV) el proceso por medio del cual llegaron al desarrollo de ese medicamento.

“La toxina que produce el tétanos (neurotoxina) penetra en las fibras nerviosas motoras periféricas hasta llegar al sistema nervioso central, por lo que los enfermos de tétanos tienen una sintomatología muy característica que se relaciona con el comportamiento: son insomnes, hiperactivos e hiperconscientes”, explicó Aguilera Ávila.

Agregó que hay un tratamiento sintomático que suaviza la enfermedad pero que, desafortunadamente, no funciona de manera específica. Por ello, su investigación se orientó más que nada hacia el sistema serotoninérgico.

En el tratamiento del Parkinson
Con excepción de casos raros, el Parkinson se presenta a partir de los 60 años, es grave ya a los 70 y la persona muere a los 75 aproximadamente, mencionó Aguilera Ávila, “pero baste imaginar que cuando aparecieran los primeros síntomas –que no son muy graves– se le empieza a dar este fármaco al paciente, y en lugar de que la enfermedad se desarrolle en 10 años lo hará en 20, así esta persona podrá morir de vejez y no a causa del padecimiento”. Esto le da al enfermo mayores posibilidades de tener una calidad de vida superior, por ello el grupo del científico español la propuso como un “parkinsoniano” muy eficaz, además de que funciona de manera biológica.

Como antidepresivo
José Aguilera mencionó también que es muy probable que el HC funcione en el tratamiento de la depresión, ya que en ésta la serotonina participa como uno de los más relevantes neurotransmisores: “A un enfermo de conducta alterada se le administra Prozac (fluoxetina), porque es directo; la diferencia con el HC es que aquél lo hace por fuera directamente y este último lo hace por un mecanismo sofisticado de amplificación, más fisiológico y efectivo”.

Otra ventaja es que su aplicación no necesita ser diaria y sí en intervalos más amplios de hasta 15 días o cada mes: “Esto implica la administración de una dosis de mantenimiento que podría dar la misma efectividad y con menos efectos colaterales”.

Un Caballo de Troya
Con experimentos específicos de biología molecular, bioquímica y neuroquímica, el equipo de investigación descubrió que el HC funciona como “Caballo de Troya”. Esto es que, para entrar a la célula, el HC necesita disfrazarse de factor de crecimiento, pero actuará con más eficacia. Una vez que entra, el dominio de la toxina originalmente mata a la célula, pero ¿qué pasa si antes de que suceda esto se elimina la acción letal?