Con
la finalidad de establecer un banco de células, que además
de impulsar la investigación básica pueda ser utilizado
por la comunidad científica universitaria para realizar pruebas
de los efectos tóxicos de diferentes sustancias –desde
cosméticos hasta medicamentos–, el Instituto de Ciencias
de las Salud (ICS) de la Universidad Veracruzana (UV) creará
un Laboratorio de cultivo celular –único en el estado–
a más tardar el año entrante, aseguró el investigador
de esta dependencia, Enrique Juárez Aguilar.
“El laboratorio se pensó para desarrollar investigación
básica del ICS, pero además estamos abiertos a la
interacción con cuerpos académicos de otros institutos
y Facultades para utilizar la infraestructura que estamos estableciendo,
y así desarrollar todos los proyectos que sean afines”,
dijo.
Juárez Aguilar, quien trabaja con estudios neuronales en
ratones, sostuvo que ya se tienen todos los equipos necesarios para
establecer el laboratorio y ya está asignado un espacio en
el edificio del Instituto, así como los recursos para la
adaptación del espacio, por lo que a más tardar en
el primer semestre de 2007 el laboratorio estará funcionando.
“Ya existen proyectos para realizar experimentos con células,
como por ejemplo el de probar la inocuidad de una sustancia que
se utilizaría para el control del dengue; lo que se quiere
probar es si la sustancia liberada al medio ambiente causaría
daños a las personas, por lo que se harán experimentos
con animales y pruebas con hepatocitos (células de hígado)”,
afirmó el investigador.
Juárez Aguilar explicó que algunos investigadores
no pueden avanzar a otro nivel de investigación porque no
tienen las herramientas para hacerlo. De esta forma, una de las
ventajas que ofrece tener una instalación de este tipo es
que “pueden seguir utilizando las pruebas en animales y obtener
resultados, pero también podrían ir directamente a
las células, lo que haría más completo el trabajo”,
señaló.
El investigador aseguró que también hay un proyecto
con una investigadora de la Faculta de Química Clínica
de la UV para realizar estudios a sustancias a las que están
expuestos los empleados de gasolineras y productores cafetaleros.
Cultivo
celular y sus aplicaciones prácticas
Juárez Aguilar agregó que hay tres aplicaciones básicas
del cultivo de células: la primera de ellas –a nivel
de ciencia básica–, es conocer cómo funcionan
las células; la producción de sustancias útiles
en la medicina como insulina y hormonas de crecimiento; y los ensayos
con sustancias para probar los daños que puedan causar en
las células.
“Este tipo de experimentos inició con el cultivo de
tejidos, cuyo primer objetivo fue analizar a las células
de los tejidos en un medio que fuera posible controlar. En el animal
completo no se podía analizar una célula de manera
independiente”, afirmó.
En cuanto a la producción de sustancias útiles para
el hombre, el investigador puso como ejemplo la producción
de insulina, que actualmente se produce in vitro por medio de bacterias
a las que se les inocula con la información genética
que produce esta sustancia, y debido a que los organismos de este
tipo crecen muy rápido traducen la información genética
y la transforman en insulina “casi sin darse cuenta”.
“La insulina producida a partir de bacterias es conocida como
recombinante, ya que no es exactamente igual a la que produce el
cuerpo humano, aunque funciona en las personas; también se
puede producir insulina a partir de células de mamíferos,
que es más parecida a la que producen los humanos”.
Juárez Aguilar aseguró que el tipo de células
que se ocupa depende de lo que se quiera producir: las células
que regularmente producen insulina son las del páncreas,
entonces se utilizan células de este órgano y se les
mete un gen que acelera la producción.
“Aunque hay unas células que son muy abundantes y que
son muy utilizadas, como las llamadas fibrolastos, que se encuentran
en la capa interior de la piel, llamada dermis. Las fibrolastos
crecen muy fácilmente, por lo tanto muchas veces se prefiere
utilizarlas en lugar de las células de páncreas para
producir insulina, con el fin de obtener mayores cantidades del
compuesto”.
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