Año 6 • No. 238 • septiembre 18 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Uno de los grandes maestros del teatro en México
Rinde UV homenaje
a Rodolfo Valencia
Gina Sotelo

“A partir de este momento hay que ubicar al maestro Rodolfo Valencia en el lugar que le corresponde dentro del teatro en México y que puedo decir, sin temor a equivocarme, que es el lugar más alto que puede haber”, opinó Domingo Adame, director de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV), en el Foro Torre Laphan de la Facultad de Teatro.

Estas y otras palabras las externó durante el homenaje que en memoria de Valencia le rindió la Facultad a su cargo. Un muy sincero homenaje póstumo al maestro, quien falleciera el pasado 25 de julio.

Alumnos, maestros y amantes del teatro compartieron experiencias, poesía y palabras dedicadas a la memoria del hombre que dedicó toda su vida a la enseñanza y ejecución del teatro.

El vínculo de Valencia con la Facultad fue importante porque además de impartir talleres a maestros y estudiantes, éstos pudieron conocer y valorar su propuesta como la de uno de los más importantes teatristas del siglo XX en México.

Adame, quien trabajó con él muchos años, llamó al acto como homenaje de gratitud al maestro directo de muchas de las personas que ahí colaboran. Lo calificó como el Maestro –con mayúscula– del teatro en México, y expresó:
“Encuentro que el maestro Valencia jugó plenamente el teatro y en consecuencia se dejó jugar con él. Esto quiere decir que no solamente enseñaba o dirigía, sino que asumió siempre que el eje del teatro era la actuación; sobre eso trabajó en todo su proceso de investigación y enseñanza que le llevó toda su vida, y eso lo demostró también al confrontarse con el público, pues demostró de qué manera había que estar en el escenario”.

Fue en este momento de la charla cuando a Domingo Adame le brillaron los ojos. Recordó ante el público la presencia de Valencia en El hombre Prometeo allá por 1977, que conmovió al público en México en el pequeño foro de la Casa del Lago de la UNAM: “Ahí, en ese momento, el maestro Rodolfo Valencia demostró en su trabajo actoral lo que es estar en el escenario viviendo lúcida y plenamente el trabajo escénico”.

Finalizó su intervención diciendo que el maestro Valencia, a diferencia de otros, se plantó en el teatro, en escena, viviendo la esencia, jugando con el espectador un juego verdadero, un juego honesto, un juego comprometido.

En el homenaje participaron la maestra Laura Moss, quien leyó un muy emotivo poema, e Iván Herrera, uno de sus discípulos más jóvenes, quien hizo su tesis a nivel licenciatura sobre la obra de Valencia. También estuvo presente Francisco Acosta, quien desde los 70 se integró a los talleres impartidos por Valencia.

Hacia el final de la velada Martín Zapata, discípulo del maestro Valencia y amigo cercano, interpretó en su honor la representación para un actor de Ik Dietrick Fon, ejercicio escénico que fue muy disfrutado por el público.