Año 6 • No. 238 • septiembre 18 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Hay en México importantes
variedades de chile comercial

Elizabeth Vázquez
Datos etnobotánicos y moleculares contribuyen a la comprensión del proceso de domesticación del chile
La gran diversidad de formas, tamaños y colores de los frutos de chile domesticados en Mesoamérica no es producto de un accidente azaroso de la naturaleza, sino más bien de un esfuerzo sistemático realizado por las distintas sociedades que han habitado esta zona desde hace al menos tres mil años. Sin embargo, el conocimiento tradicional que esas culturas poseen sobre el tema ha sido escasamente documentado.

En su tesis para obtener el grado de doctora en Botánica por la Universidad de California, Riverside, Araceli Aguilar Meléndez hace un estudio detallado –basado en datos etnobotánicos y moleculares– de diferentes variedades de chile, cuyos resultados revelan que no hay una clara separación entre las silvestres y las domesticadas: “contrario a la teoría del ‘cuello de botella’ que propone que la domesticación reduce, generalmente, la diversidad genética de las variedades domesticadas, con relación a sus progenitores silvestres”.

La investigadora mencionó que estudios previos indican que diversas etnias nativas de México domesticaron el chile. “No obstante, aún se desconoce dónde y cuántas veces ocurrió y cuál es la identidad del tipo ancestral silvestre que la propició”.

Localizar la región donde la domesticación ocurrió es uno de los mayores retos de los botánicos interesados en la evolución de las plantas cultivadas. Los chiles en México son un sistema ideal para explorar los procesos de domesticación y para entender la diversidad biológica y cultural del país.

Es importante documentar la variación genética de las poblaciones silvestres, ya que, con la ayuda de las nuevas técnicas moleculares, se pueden entender mejor las relaciones evolutivas entre los chiles silvestres y domesticados. Este hecho ayudará a asistir los esfuerzos encaminados a conservar el germoplasma in situ y facilitará el mejoramiento genético de las variedades económicamente importantes.

La hipótesis que la investigadora plantea consiste en que la domesticación de Capsicum annuum tuvo lugar en repetidas ocasiones en México, en la región conocida como Mesoamérica. “Para probarlo, secuencié genes del núcleo con la intención de encontrar patrones filogeográficos que indicarían el lugar y el tiempo donde la domesticación tuvo lugar”. Sin embargo, agregó, “es sumamente difícil documentar e interpretar la diversidad y las complejas interacciones
entre los humanos y el chile en nuestro país”.

Para este estudio, especificó la autora, se colectaron chiles y datos etnobotánicos de 20 localidades (en 10 estados) en México, incluyendo muestras de jardines de casa, milpas, bosques tropicales y mercados.

Araceli Aguilar Meléndez es investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (CITRO) de la Universidad Veracruzana, recientemente integrada a través del programa de repatriación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).