La
Reserva Ecológica El Edén (REE), cuya administración
técnica y científica corre a cargo del Centro de Investigaciones
Tropicales (CITRO) de la Universidad Veracruzana (UV), obtuvo un
apoyo financiero de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR)
por más de un millón y medio de pesos en cinco años,
el cual será destinado a actividades de protección,
restauración y estudio de la biodiversidad en selvas y humedales
del norte del estado de Quintana Roo, hábitat de especies
como el jaguar –en peligro de extinción– y el
puma.
La REE constituye un área de amortiguación de los
ecosistemas selváticos y humedales del Área Natural
Protegida Yum Balam, en Quintana Roo, albergando especies endémicas,
raras, amenazadas y en peligro de extinción. Es parte del
hábitat de grandes felinos como el jaguar (Panthera onca)
y el puma (Puma concolor) y también se pueden encontrar otros
felinos como el ocelote y el tigrillo, así como una gran
diversidad de fauna asociada que les sirve a éstos de alimento:
venado temazate y cola blanca, pecarí de collar, pavo ocelado
y hocofaisán, entre otros animales.
El responsable técnico de este proyecto y director científico
de la ree, José María Ramos Prado, explicó
que “el fortalecimiento de la infraestructura y las capacidades
de investigación de la reserva incidirán en más
y mejores acciones de protección y conservación del
jaguar, puma y especies asociadas, mejorando de esta manera los
procesos ecológicos y hábitats de las especies endémicas
y protegidas que en ellos se encuentran”.
Fundada en 1993 por Arturo Gómez-Pompa y un grupo de reconocidos
conservacionistas –quienes establecieron una asociación
civil para contribuir a los esfuerzos de conservación de
esta zona–, El Edén no sólo es la primera reserva
privada dedicada a la investigación sobre la conservación
y manejo de la biodiversidad en México, sino también
pionera en el desarrollo de un novedoso modelo de investigación-acción
para contribuir a la educación y entrenamiento de un nuevo
tipo de conservacionistas, desde campesinos hasta estudiantes graduados.
Ramos Prado insistió en que la forma básica de manejo
de la población de jaguares y pumas que se propone en la
reserva es mediante un programa de estudio, protección y
restauración de los hábitats que utilizan estas especies:
“de otra manera, corremos el riesgo de que tanto las poblaciones
de las especies objetivo como las que les sirven de base alimenticia
disminuyan drásticamente, principalmente por los riesgos
y amenazas que hay en estas áreas: incendios, caza furtiva,
extracción de madera, invasión de especies exóticas,
huracanes y cambios de uso del suelo, entre otros”.
El también investigador del Citro-uv señaló
que el programa de monitoreo de las especies objetivo (jaguar y
puma) y especies complementarias (venados y pecarís), desarrollará
una metodología que incluye el avistamiento, rastreo de huellas
y toma de fotografías, además del monitoreo de la
cobertura vegetal, que se realizará con imágenes satelitales.
Aseguró que este proyecto derivará en la consolidación
de los servicios ambientales de protección de la biodiversidad
que la ree ha brindado en los últimos 13 años, y que
podrán ser ofertados a universidades y centros de investigación
nacionales e internacionales para incrementar los niveles de conocimiento
sobre la biodiversidad de estos ecosistemas, en la capacitación
en campo de nuevas generaciones de investigadores, y en la educación
ambiental en todos los niveles. “Y ya que la reserva se ubica
apenas a 40 kilómetros de Cancún, también se
podrá atraer a más ecoturismo tanto del país
como del extranjero, por supuesto en función del fortalecimiento
de la infraestructura de acceso y estancia en la Reserva Ecológica
El Edén”.
Finalmente, el investigador apuntó que la conservación
y restauración del hábitat del jaguar y el puma, así
como de especies asociadas, es un ejemplo de lo que se puede hacer,
mediante el fortalecimiento de las capacidades de la ree, en más
y mejores acciones de protección y conservación de
las selvas y humedales del norte de
Quintana Roo.
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