
Rafael
González Hernández, del Instituto de Investigaciones
y Estudios Superiores de las Ciencias Administrativas. |
El
fracaso de las franquicias se gesta desde su planeación al
carecer de procesos administrativos que indiquen claridad de los
objetivos, conocimiento del mercado, diseño de estrategias
de precios, promociones, canales de solución, organización
de recursos para minimizar costos y maximizar utilidades, asentó
el experto en el tema Rafael González Hernández.
El integrante del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores
de las Ciencias Administrativas (IIESCA) de la Universidad Veracruzana
(UV), aseguró que los negocios en México pueden funcionar
de manera más eficiente si se planean con las técnicas
más relevantes en el ámbito administrativo. |
En un artículo próximo a publicarse en la revista
Ciencia Administrativa del IIESCA, el investigador afirma que si
un empresario no sabe dónde está colocado su negocio,
no sabrá hasta dónde desea llegar. “En México,
la mayoría de los empresarios empiezan sus negocios por intuición.
No siguen un proceso administrativo, indispensable para tener éxito”,
indicó.
Una vez planeado el negocio, lo que se debe pensar es en tener personas
capaces de dirigir y ser líderes, que en muchos casos se
vuelven motivadores y con ellos los negocios están mejor
organizados y son más eficientes. Otro aspecto que destacó
Rafael González es que se debe comparar lo que hace el trabajador
con lo que se le encomendó, lo cual no es muy recurrente
en nuestro país.
Al referirse a las franquicias, expresó que éstas
son negocios más o menos definidos y que tienen un éxito
probado. En este caso los que rentan una franquicia o franquiciatarios
se ahorran el proceso administrativo por no considerarlo necesario
o ya hecho con anterioridad.
Empero, no todas las franquicias funcionan igual en todos los rincones
de nuestro país. “En países atrasados como el
nuestro la franquicia es una forma muy fácil de hacer negocio,
pero no es segura. Uno de los inconvenientes por el lugar es el
nulo crecimiento del poder adquisitivo de los mexicanos. Entonces,
aunque los negocios sean buenos, la gente no tiene recursos para
comprar más allá de sus necesidades básicas”,
afirmó el investigador.
Las
franquicias en números
Las franquicias nacieron con Isaac Merrit Singer –creador
de la máquina de coser– a mediados del siglo XIX. Al
no tener recursos para comercializar su producto, otorgó
derechos a particulares y empresas para que lo distribuyeran. Este
camino lo siguieron, ya en el siglo XX, las compañías
refresqueras, Petróleos Mexicanos, concesionarias de autos
y restaurantes de comida rápida.
En México el 66 por ciento de las franquicias son nacionales,
las restantes son de Estados Unidos, España, Italia, Brasil
y otros países. Los recursos que manejan en promedio ascienden
a 150 mil millones de pesos anuales. El investigador aseguró
que se ha perdido parte de la competitividad, señalando que
en el 2004 México ocupaba el sexto lugar en franquicias,
mientras que en el 2005 pasó al octavo.
Destacó que continúa la creación de franquicias
en lencería, cosméticos y casas de empeño.
Una que tendrá alta rentabilidad será la de manejo
y resguardo de cordón umbilical, ya que involucra la genética
y el tratamiento de enfermedades.
Finalmente, dijo que no es seguro recuperar rápidamente la
inversión al adquirir una franquicia, pues las utilidades
pueden llegar después de un año, según la experiencia
de algunos franquiciatarios. |