Año 6 • No. 242 • octubre 16 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Los medios de comunicación la magnifican, asegura especialista española
Decrece la delincuencia en el mundo

Carolina Cruz

Boca del Río, Ver.- Contrariamente a lo estimado, el índice de delincuencia mundial está decreciendo, aunque por otro lado está surgiendo otro tipo de delincuencia más fina y sutil. La información acerca de la inseguridad a la que está sometida la sociedad es magnificada por los medios, que crean un ambiente de temor y miedo, señaló Cristina Rechea Alberola, de la Universidad Castilla de la Mancha de España.

Durante el Primer Congreso Internacional de Ciencias Forenses e Investigación Criminológica, organizado por la UV a través del Instituto de Medicina Forense, la especialista dijo que el fenómeno descendiente es, por el momento, más notable en Europa y Estados Unidos.

Añadió que existe una fuerte polémica entre los investigadores respecto a ciertas teorías que abogan más por plantearse el hecho de que es la sociedad la que pone “en la mesa” las situaciones para que el ladrón delinque: “No solamente es el delincuente lo que estudia la criminología si no también las situaciones en las que se cometen los delitos y, de alguna forma, si evitas la situaciones, evitas al ladrón”, explicó.

La expresidenta de la Sociedad Criminológica Internacional en España atribuye este descenso en la delincuencia común al incremento en las medidas de seguridad para ciertos delitos, pero por otro lado –explica– están surgiendo delitos nuevos.

Los delitos emergentes que refiere la académica son el trato de blancas que en Europa está alcanzando altos niveles, fraudes de cuello blanco, fraudes cibernéticos, pornografía virtual, robos electrónicos con tarjetas bancarias, la mayoría basados en las tecnologías de comunicación e información.

Asegura que “la delincuencia es consecuencia de múltiples factores, tanto individuales como sociales. Sociales a nivel de microgrupos, como la familia y la escuela, o macrogrupos como la sociedad. La sociedad genera su propio tipo de delincuente, por eso yo siempre he dicho que tenemos la delincuencia que merecemos”.

Respecto de las causas principales para que surja un delincuente, la especialista explicó que se trata de un proceso complicado “porque delincuente es tanto el funcionario que comete un fraude o la empresa que produce productos que están contaminados, como el que roba en la calle a mano armada o simplemente le da un tirón a tu bolso”.

Señala, por ejemplo, que no es lo mismo la delincuencia de cuello blanco, que la delincuencia común, no es lo mismo las mafias organizadas, la delincuencia organizada, que el raterillo que va por ahí robando o atrapando un banco. En cada caso la criminología aplica teorías diferentes. La especialista aclara que ella “no está de acuerdo con la información de que hay una personalidad delincuente, más bien es el resultado de los primeros años de su vida, que son claves”.

La criminología actualmente trabaja esa línea: “En algunos casos, al delincuente se considera una víctima de su entorno, del maltrato, la violencia o el alcoholismo familiar: es un producto de su entorno, de lo que ha aprendido en sus hogares y de sus padres: ‘si viven en un ambiente violento serán violentos’”, dice.

Así, para la académica el delincuente no nace, se hace. “La personalidad es algo que se va formando en el tiempo, la persona posee características bastantes estables, va evolucionando de forma diferente en función del tratamiento que le dan los grupos sociales que tiene a su alrededor, empezando por la familia, la escuela y luego su inmersión en la sociedad”. Es la sociedad la que moldea a la persona, afirma. “Ahora, hay quien tiene suficientes recursos internos para superar situaciones difíciles y otros no, en ellos es más probable que se dé la predisposición a la delincuencia”.

Por otro lado, insiste en que en la medida en que los medios son los principales protagonistas en la formación de la opinión pública, han jugado un papel muy importante en el desarrollo del sentimiento de inseguridad que priva en la población. “Especialmente si se tiene en cuenta que la inseguridad ciudadana es un sentimiento subjetivo que está vinculado no sólo a las condiciones materiales de la sociedad, sino también a lo que las personas y grupos piensan, hablan y actúan con relación a ella”.

“Si entendemos que la inseguridad ciudadana es un sentimiento ambiguo y complejo que no guarda ninguna relación con problemas que en principio la componen, como la droga o el terrorismo, ni con otros sentimientos ligados a situaciones de incertidumbre respecto a su futuro, y que no existe tampoco relación alguna entre el mayor o menor sentimiento de inseguridad ciudadana con la evolución de la delincuencia oficial, entonces la mirada se vuelve al proceso de creación de opinión pública en la medida que éste ha podido influir en la propagación de ese sentimiento de inseguridad”, explicó.

Al respecto, añadió que al tener actualmente la sociedad más información, especialmente a través de los medios de comunicación, se piensa que la delincuencia va en aumento: “Antes se sabía únicamente del delito que se cometía en su mismo pueblo, pero ahora sabe de los cometidos en China, o en Japón o en España o en África”, aclaró.

Eso hace parecer que la delincuencia está avanzando a grandes pasos. “El problema es que tenemos demasiada información sobre los delitos que se perpetran a miles de kilómetros de nosotros y estamos escuchando continua y cotidianamente hablar de delitos, de asesinatos, de cosas tremendas. Eso es lo que crea el sentimiento de inseguridad, pero si uno va a las cifras reales, no es así”, afirma.