Bien
dicen que, “hasta no ver, no creer”. Por esta razón,
académicos de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias
de la región Poza Rica-Tuxpan de la Universidad Veracruzana
(UV) invitaron a productores de la región para participar en
un taller en el que se mostraron los casos exitosos de citricultores
de diferentes municipios.
La finalidad fue precisamente la de difundir el éxito que han
tenido los citricultores al enfrentarse con el virus de la tristeza
que ataca sus siembras, y que otros productores sigan sus pasos para
diversificar su cultivo y que genere mayores ganancias para las familias,
comentó María de la Luz Hernández Sánchez,
académica de la Facultad.
El taller “Casos exitosos citrícolas en patrones tolerantes
al virus de la tristeza de los cítricos en la región
Norveracruzana» se realizó los días 22 y 23 de
septiembre en la Facultad ubicada en Tuxpan. Fue organizado por el
Cuerpo Académico Agricultura tropical sustentable y la carrera
de Agronomía.
Esta fue la primera experiencia, ya que anteriormente sólo
se habían ofrecido conferencias y simposios y nunca se trató
de manera directa con los productores.
De acuerdo con la responsable del Cuerpo Académico, se contó
con la participación de 250 personas, en su mayoría
productores de los municipios de Álamo, Tuxpan, Papantla y
Martínez de la Torre, por mencionar algunos.
Al hablar sobre la importancia del taller, Hernández Sánchez
comentó que se invitó a los productores exitosos para
que se les diera información y platicaran su experiencia al
utilizar tecnología y patrones tolerantes, con los que han
logrado mejorar la producción y su venta en el mercado nacional
e internacional. Producción
activa
Entre los casos exitosos que utilizan patrones tolerantes, la académica
destacó tres. El primero fue el de un productor de Papantla
que realizó injertos de limón persa para elevar su
producción que permanece activa todo el año e incluso
exporta a Estados Unidos, lo cual genera grandes beneficios para
su familia.
El segundo caso exitoso es el de un productor en Álamo que
trabaja únicamente naranja de jugo, pero su principal ventaja
es que la cosecha en temporadas diferentes a las que normalmente
se saca al mercado. El siguiente caso es el de un productor de Tuxpan
que se ha preocupado por innovar en sus huertas, al tiempo que trabaja
con diferentes patrones y variedades de mandarinas y toronjas, principalmente.
El éxito de trabajar con productores no sólo se reflejó
en el taller: la Facultad también ha recibido la visita de
grupos de ellos que buscan firmar un convenio. La académica
recordó que productores de Papantla creían que la
enfermedad ocasionada por el virus de la tristeza era un invento,
pero con las demostraciones se dieron cuenta que en realidad afectan
sus cultivos.
Esto fue más evidente en el segundo día de actividades
del taller, ya que se organizaron trabajos de campo para recorrer
algunas huertas. Ese mismo día, aclaró, se ofreció
de manera simultánea un curso sobre preparación de
mermeladas, con la finalidad de que las esposas de productores,
principalmente, se dieran cuenta que existen otras formas de comercializar
y de darle valor agregado a su producto.
Finalmente, Luz Hernández dio a conocer que los productores
pidieron un segundo taller, pero la Facultad tiene contemplado hacerlo
cada dos años en diferentes zonas del estado. Los demás
integrantes del Cuerpo Académico que participaron en el taller
fueron: Pablo Lorsa Martínez, José Manuel Maruri García,
Julio César Cárdenas González, María
Alejandra López Jiménez y Paula Rojas Mencio.
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