Año 6 • No. 244 • Octubre 30 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  A casi 500 años de innovar en el estudio de la anatomía
Vesalio, polémico y fundamental
en la Medicina: Pérez Tamayo
Alma Espinosa
Ruy Pérez Tamayo disertó en la UV sobre la vida del gran anatomista y polémico galeno
El mundo de la medicina, específicamente de la anatomía, ha tenido grandes personajes, como Andreae Vesalio (1514-1564), quien causó gran polémica por cuestionar las afirmaciones de Galileo y decir que se basaba en la fisonomía de animales y no de seres humanos. Gracias a esta observación, Vesalio marcó una diferencia en el mundo de la medicina, por lo que fue recordado por el destacado científico Ruy Pérez Tamayo.


Ruy Pérez Tamayo recordó la vida del destacado anatomista Andreae Vesalio.
Teniendo como sede el aula magna de la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana (UV), Pérez Tamayo compartió sus conocimientos acerca de la vida de Vesalio y destacó entre sus publicaciones De humani corporis fabrica libri septem, comúnmente conocida como La fábrica, dedicada al emperador Carlos V y de quien fuera su médico particular.

Recordó que Vesalio representa la quinta generación de médicos en su familia. Su tatarabuelo reunió manuscritos y varios de esos textos se conservaron a lo largo de cuatro generaciones y formaron parte de lo que leería el joven Vesalio más de 150 años después. Su bisabuelo fue médico oficial de Bruselas y consejero del duque de Borgoña; su abuelo llegó a ser médico del emperador Maximiliano I de Habsburgo y su padre fue boticario de Margarita de Austria y de su sobrino el emperador Carlos V. Esto significa que tuvo una tradición de gran alcurnia.

A los 14 años, Vesalio ingresó a la Universidad de Lovaina para cursar estudios de latín y griego, además continuó con la lectura de autores que ya conocía gracias a la biblioteca familiar. Desde esa edad mostró interés en la anatomía de toda clase de animales pequeños.

Cuando cumplió 17 años se cambió al Colegio Trilingüe dedicado a profundizar conocimientos de latín, griego y hebreo, que entonces se consideraban indispensables para cualquier tipo de estudios humanísticos. Con esas tres lenguas era posible recuperar los textos clásicos y darles vida a través de nuevos comentarios.

En 1533 inició sus estudios de Medicina en la conservadora y prestigiada Universidad de París. Ahí la enseñanza de la anatomía se hacía prácticamente sin disecciones y estaba basada en el estudio de huesos desarticulados –cuando se podían obtener–, y de libros de textos traducidos del griego al sirio, al árabe y al latín, reproduciendo y aumentado errores en cada traducción.

Sin embargo, en 1514 se publicó en París una colección de libros de Galeno traducidos directamente del griego al latín, lo que causó un gran impulso al humanismo médico. Estos textos se consideraban como las obras clásicas que servirían para inaugurar una nueva edad de oro en la medicina.

Pérez Tamayo señaló que debido al poco contacto que Vesalio tuvo con los huesos humanos para conocer la anatomía, visitaba con frecuencia un mortuorio y el cementerio de los Inocentes. Gracias a su interés que lo llevó al autoconocimiento, al segundo año de estudios lo nombraron ayudante de profesor y en el tercero estaba casi por completo a cargo
de la clase.

Citó a Vesalio para dar a conocer cómo obtuvo éste su primer esqueleto articulado: “Mientras caminaba en el campo buscando huesos encontré un cadáver colgado y seco. Los huesos estaban completamente expuestos, unidos por los ligamentos. Subí a la horca y jalé el fémur a partir del hueso de la cadera. Mientras movía las piezas se cayeron la escápula junto con los brazos y las manos.

”Después que llevé a mi casa en secreto y en varios viajes las piernas y los brazos; una noche me quedé fuera de la ciudad para obtener el tórax que estaba retenido por una cadena. Al día siguiente transporté los huesos a mi casa uno por uno por otra puerta de la ciudad y armé el esqueleto que se conserva en Lovaina en la casa de un amigo”.