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La
Biblioteca
del Universitario
Celina
Márquez*
Al
terminar el semestre del ciclo escolar pasado (febrero-agosto
de este año), después de que varios alumnos expusieron
sobre el tema de la lectura, una estudiante dijo que ella solamente
quería mencionar que se daba cuenta que los jóvenes
estaban muy solos y que con los libros –y la lectura ya
no lo estaban tanto, tenían una compañía,
es decir, el vacío existente y la soledad era desterrada.
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En ese momento pensé que no podía haber un mejor cierre
para finalizar el curso de mi materia de lectura y redacción,
algunos de estos jóvenes universitarios, envueltos en soledades,
crisis, depresiones, angustias múltiples, habían vislumbrado
al libro como al gran compañero de la vida misma.
En efecto, el libro es esa caja de Pandora en la que aparecen universos
distintos, mundos imaginarios, personajes que solamente en sueños
podríamos vislumbrar. El libro, por tanto, siempre será
ese compañero fiel, el amigo al que siempre recurrimos cuando
nuestros propios infiernos internos parecen asfixiarnos. Es esa pareja
silenciosa, callada, que siempre tiene mucho que enseñarnos
y decirnos entregándose totalmente.
En un mundo en donde el libro parece estar cada vez bajo una amenaza
constante y permanente, toda promoción y defensa de éste
y la lectura nunca estarán de más. Por ello hay que
destacar la magnífica colección de libros titulada “Biblioteca
del Universitario”, la cual es editada por la Universidad Veracruzana
(UV). Dicha serie es dirigida por nuestro querido premio Cervantes
2005 Sergio Pitol, y por los coeditores-fundadores del proyecto: Jorge
Medina Viedas, destacado periodista en temas universitarios y el escritor
Agustín del Moral Tejeda. El hermoso diseño de las portadas
de los distintos libros, fue realizado por integrantes del Taller
de Grabado de la Facultad de Artes Plásticas de la UV.
No me cabe la menor duda de que este esfuerzo responde plenamente
a los intereses académicos, culturales y humanísticos
del rector Raúl Arias Lovillo. Con él he sostenido en
distintas ocasiones muchísimas pláticas sobre libros
diversos, es un lector atento e interesado pero me parece, de manera
fundamental, que Raúl es un hombre que goza de la lectura y
especialmente de la literatura. Hemos comentado algunas obras y en
estas pláticas se denota su gran amor y pasión por el
conocimiento, así como un gran placer por la lectura en sí
misma. En una ocasión Raúl me dijo: “cuando quieras
recordar Sevilla compra La piel del tambor de Arturo Pérez
Reverte, las descripciones que hace este autor de la ciudad son excepcionales”,
en efecto, con un lenguaje sencillo, ameno y con una historia que
inmediatamente atrapa, Pérez Reverte a partir de allí
se convirtió en un autor al que siempre regreso cuando siento
la necesidad de una lectura fresca, sin complicaciones, simple y sencilla,
pero a la vez coherente y muy bien estructurada.
Y la lectura es esto justamente, la identificación con algunos
autores, el descubrimiento de otros, la constante búsqueda
y finalmente el encuentro placentero con el texto.
Por ello, me parece lo más lógico que ahora como rector,
Raúl Arias se dé a la tarea y no tan sólo se
preocupe sino que se ocupe de una labor ardua y difícil como
el la promoción de la lectura y la difusión de las obras
literarias (y de otros géneros), de una de las editoriales
con mayor prestigio en nuestro estado: la editorial de la Universidad
Veracruzana.
Así se ha iniciado una gran cruzada para enriquecer y
cultivar a estudiantes, profesores y trabajadores de nuestra máxima
Casa de Estudios en todo el estado, a través de lo más
representativo de la literatura de todos los tiempos, en una colección
de gran envergadura titulada Biblioteca del Universitario, la cual
constará de 52 títulos, siendo los primeros cinco números
presentados: Visión de Anáhuac y otros textos de Alfonso
Reyes; El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde, de Robert
Louis Stevenson; Papá Goriot de Honoré de Balzac; Hamlet
y Macbeth, de William Shakespeare; y Cuatro novelas ejemplares, de
Miguel de Cervantes.
En el prólogo al primer título, el director del proyecto,
Sergio Pitol señala: “El libro afirma la libertad, muestra
opciones y caminos distintos, establece la individualidad, al mismo
tiempo fortalece a la sociedad, y exalta la imaginación. Leer
es uno de los mayores placeres, uno de los grandes dones que nos ha
permitido el mundo, no sólo como una distracción, sino
también como una permanente construcción y rectificación
de nosotros mismos. Reitero la invitación casi la exhortación,
de mantenerse en los libros, gozar del placer del texto, acumular
enseñanzas, trazar una red combinatoria que dé unidad
a sus emociones y conocimientos. En fin, el libro es un camino de
salvación. Una sociedad que no lee es una sociedad sorda, ciega
y muda”. (p. 10-11).
Así , esta magnífica colección de libros reafirma
el compromiso del Rector de consolidar una comunidad académica
culta, crítica, sensible ante las diversas problemáticas
actuales que sufrimos en el mundo.
En estos momentos recuerdo que en una ocasión en mis clases
realicé la lectura de un hermoso cuento de Rosa Montero titulado
Amor ciego el cual forma parte del libro Amantes y enemigos. El texto
mantiene una anécdota sencilla pero, a la vez, la autora profundiza
en una temática erótica probablemente rara vez leída
por alumnos de carreras como Negocios Internacionales, Publicidad
y Relaciones Públicas y Relaciones Industriales.
En esa ocasión cada alumno leía un pequeño fragmento
y, como era de esperarse, yo veía una que otra sonrisa o francas
risas en la lectura de algunas partes del cuento en donde se aludía
a cuestiones eróticas, o se describían ciertos besos
y caricias sensuales.
Cuando terminaron la lectura y comentamos el texto, noté en
el rostro de mis alumnos una especie de revelación, de incredulidad
por descubrir que eso también era literatura y no los libros
que habitualmente (y por obligación según ellos mismos
señalaban), los hacían leer en la secundaria o preparatoria.
Mi mayor regalo en esa ocasión fue que varios estudiantes pidieron
que les regalara la fotocopia, otros se interesaron por comprar el
libro. Así creo que vale la pena soñar, creer en otra
realidad, partir de la base de que existe un interés, que siempre
habrá alguien sensible cuyo corazón debemos tocar, esa
es nuestra función principal. Hacer ver que los libros y la
lectura nos transforman, nos hacen mejores seres humanos, Felipe Garrido,
extraordinario promotor y formador de lectores en su libro El buen
lector se hace, no nace. Reflexiones sobre lectura y formación
de lectores señala: “Hay libros y personas cuya compañía
termina por sernos imprescindible. Queremos tenerlos siempre al alcance
de la mano. Llevarlos del brazo o en el bolsillo. No apartarnos de
ellos jamás.
Se descubre finalmente que, más que el número, una vez
que se ha aprendido a conocer los libros y las personas, lo que cuenta
es la profundidad del trato, la profundidad de la lectura” (pp.
30-31). No agrego más, me voy a leer… Comentarios: celinamarquez68@yahoo.com.mx
*Celina
Márquez es catedrática de la Facultad de Ciencias
Administrativas y Sociales de la Universidad Veracruzana. |
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