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Editorial |
En
la presente edición del semanario UniVerso, se consolida
una de las apuestas más recientes que desde sus páginas
se han realizado: la apertura de este espacio a la crítica
y la reflexión de la propia comunidad universitaria. El lector
atento habrá atestiguado que paulatinamente han quedado plasmados
en el periódico los debates más recientes de los universitarios.
Así, este número dedica una parte de su espacio a
ventilar las opiniones de la comunidad universitaria acerca de las
credenciales inteligentes que recientemente la Universidad Veracruzana
ha implementado. No huelga recordar que acaso una de las transformaciones
más importantes generadas en la UV en los años más
recientes ha sido la autocrítica.
Impulsada tanto por estudiantes y académicos como por directivos
y funcionarios, la autocrítica imprime hoy una nueva dinámica
a nuestra casa de estudios y añade a su histórico
papel como conciencia crítica de la sociedad, una nueva etapa
contra la complacencia, estulticia y simulación como no se
había registrado en años.
Presentamos, pues, opiniones de estudiantes, académicos,
investigadores y funcionarios respecto de la implementación
de las credenciales inteligentes. Hay que mencionar que hemos publicado
aquellas que hasta al cierre de edición se enviaron a nuestra
redacción y que en la comprensión de que muchos de
los universitarios tuvieron días de asueto, en números
ulteriores podremos retomar aquellas que no hayan entrado en esta
edición. También, señalamos que hemos respetado
de forma íntegra la redacción, ortografía y
sintaxis de los artículos publicados y que el contenido es
completa responsabilidad de su autor. |
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Estudiantes,
sin injerencia en convenio de la UV con Santander-Serfin
Enrique Palmeros Montúfar
Facultad
de Filosofía |
Hacia
el verano de 2003, la Universidad Veracruzana elaboró un
convenio de colaboración con el Grupo Financiero Santander
Serfin. Los estudiantes de nivel superior, por supuesto, ocupados
en sus asuntos individuales y atendiendo sólo de modo especial
los que les afectaban directamente, no supieron en absoluto sobre
el pacto.
Hasta la fecha, después de más de tres años,
no me he encontrado con quien pueda informarme sobre lo que se trata
en ese Convenio Marco de Colaboración, donde –no hay
que ser muy imaginativos– se especifican las cuestiones generales
que determinan en tiempo y forma al Convenio Específico sobre
las “credenciales inteligentes”, el cual sí se
ha publicado apenas hace unos días, aunque tiene más
de un año de antigüedad (firmado el 20 de julio de 2005),
y se publicó sólo porque hubo el ruido suficiente
por parte de los estudiantes reclamando la falta de información
y después de que rectoría se vio obligada a reconocer
públicamente su error en el manejo de la información.
Estamos claros en que no nos ayuda conocer únicamente el
convenio específico si lo que queremos saber son los detalles
que atan a ambas partes implicadas, el banco y la universidad. Hasta
que no se de a conocer el convenio marco, los estudiantes no podemos
exigir puntualmente nada, sólo suponer y hacer hipótesis
que a veces parecen estimular alguna fantasía o poner el
dedo en una llaga imaginaria.
Si la implementación de las “credenciales inteligentes”
responde a un interés por parte de las autoridades de la
UV de modernizar y mejorar la calidad académica, una posible
respuesta y línea de diálogo entre la comunidad universitaria
y los directivos sería la de cuestionar esta modernización.
¿Qué supuestos beneficios trae a la calidad académica
actual una tarjeta electrónica y un costoso chip –que
no paga la UV, de entrada– cuando son claras e inmediatas
las limitaciones de la infraestructura de la Universidad para aplicar
efectivamente el MEIF? ¿No se está alimentando un
sueño todavía muy verde? ¿O cuáles son
las mejorías inmediatas de carácter administrativo
que no se han declarado con claridad? ¿Alguien sabe qué
‘recursos extraordinarios’ espera obtener la Universidad
en colaboración con Santander Serfin para aliviar sus problemas
presupuestales?
Que no nos sorprenda que para las autoridades universitarias la
comunidad universitaria no toma partido, naturalmente, en ‘ciertas
decisiones’. La pertinencia de estas ‘ciertas decisiones’
en las que no participamos es, evidentemente, ocultada tanto por
la practicidad de hacerlo como por las propias limitaciones humanas
de la práctica política. |
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La
penetración de la banca en asuntos universitarios
Cruz Antonio Velázquez, Victoria
Guzmán
Facultad
de Sociología |
Frente
a la problemática surgida a partir del convenio que realizó
la universidad veracruzana con la banca española Santander
Serfín el 20 de julio del 2005, han surgido diversas inconformidades
que no han sido exclusivamente de humanidades, respecto a dicho
convenio. Entre estas inconformidades destacan, la centralización
en la toma de decisiones, la falta de información y la implicación
de una vinculación directa de una empresa privada a un bien
público.
La entrega de estas credenciales se realizó de una manera
arbitraria, impositiva por que los estudiantes de esta entidad,
así como los directivos de las facultades, no fueron informados
respecto de esta decisión y sus resultados. La poca información
que se dio fue de carácter meramente publicitario y comercial.
Cabe destacar que el mismo convenio (cláusula segunda) señala
que la universidad es responsable de pedir su conformidad a los
usuarios (alumnos) acerca de la información que se le otorgue
al banco, esto se pasó por alto.
Con la firma de este convenio la universidad se inserta a un proyecto
del banco Santander Serfín llamado Universia, que forma una
Red de 985 universidades (privadas y públicas) en 11 países
(América Latina, España y Portugal), con el fin de
que exista una vinculación y colaboración con universidades.
El problema reside en dos cuestiones; uno, la empresa esta haciendo
negocio con un bien público y de carácter valioso
para la formación del ser humano y, dos, no se conoce hasta
donde puede llegar en un futuro el vinculo con un banco, una empresa
que se moviliza primordialmente por interés económico
antes del benefició social.
Existen casos en Latinoamérica de los efectos a largo plazo
sobre la penetración del banco Santander, como la universidad
de los Andes en Venezuela, la cual sufrió un proceso de vinculación
con la banca española: implementación de tarjeta inteligente,
instalación de cajeros, construcción de una imagen
corporativa en la cual piden que se le de valor a tus ideas y que
la vendas al mejor postor en este caso al banco Santander, esto
inserta a la educación en la dinámica de oferta y
demanda. La implementación de esta credencial resulta una
apertura de mercado de clientes para el banco, con cual la universidad
pública esta facilitando, sirviendo como extensión
del capital financiero.
Es necesario que los estudiantes adopten una postura critica frente
a estas problemáticas, cuestionar las arbitrariedades que
existen en la universidad, defender el carácter público
y no el privativo de una empresa que su único fin son las
ganancias, partir de que todos tenemos el derecho al acceso a una
universidad pública y gratuita, derecho constitucional.
Si deseas informarte más sobre esto: www.serbi.luz.edu.ve-Dávila,
Jorge," la penetración bancaria de la universidad: el
neocolonialismo del grupo Santander Serfín, revista venezolana
de gerencia. |
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Credencial Inteligente:
Experiencia
no grata en universidades de AL
Ángeles González Hernández
Facultad
de Pedagogía- Xalapa |
La
credencial inteligente que las autoridades de la Universidad Veracruzana
han decidido implementar como identificación oficial de sus
estudiantes, académicos y administrativos, mediante un convenio
con el Banco Santander Serfín, es parte de la estrategia
expansiva de dicho banco de capital español hacia las universidades
latinoamericanas, donde las ventajas ofrecidas a los universitarios
no han sido tales, mientras que el consorcio sí ha logrado
grandes ganancias. El análisis del convenio signado en julio
del 2005 entre la UV y Banco Santander (BSS) nos permite concluir
que más nos valdría pagar cada uno nuestra credencial
($80.00) que entregar a dicho banco nuestro escudo, identidad institucional,
espacios universitarios, medios de difusión y el control
de nuestros procesos administrativos.
A menos de un año la "credencial" inteligente elevó
sustancialmente su costo, de 5 a 8 dólares, dicho costo lo
asume el banco a cambio de que la UV entregue el uso de nuestro
escudo al lado del logotipo comercial de BSS en la referida credencial;
así como datos de identificación de estudiantes, académicos
y administrativos, y abrir los espacios universitarios adquiridos
con fondos públicos y por donación de los veracruzanos,
para instalar los cajeros automáticos, "previo acuerdo
y negocio generado con La Universidad", ahora bien, ¿quién
pagará el uso de energía eléctrica, la UV?
En la experiencia latinoamericana con este banco, el caso de la
Universidad de Los Andes, académicos venezolanos no vieron
con buenos ojos la instalación ya no de cajeros automáticos
sino de ¡agencias Santander! en los espacios universitarios,
y alertaron sobre el riesgo de degradación del auténtico
sentido universitario, pues esta invasión: "constituye
un precedente según el cual no se podría negar que,
con el mismo "derecho" con el que se le habría
otorgado permiso a un banco, se le otorgue a otros bancos"
agencias de viaje, supermercados, farmacias, tiendas de vídeos,
librerías y hasta negocios menos limpios. "Este precedente
constituye la puerta de entrada para la conversión del recinto
universitario en centro comercial" (Dávila, Jorge. La
penetración bancaria de la Universidad: El neo- colonialismo
del Grupo Santander. En Revista Venezolana de Gerencia. Año
10.No. 32, 2005. Venezuela: Universidad del Zulla. ISSN 1315-9984:
p.699).
Además, la UV se compromete a hacerle campaña comercial
gratis al banco: "a incorporar un encadenamiento a toda la
información referente a "La credencial inteligente"
en su página web y en sus medios internos con el fin de difundir
tanto éste como algún otro servicio o producto que,
de común acuerdo, desarrolle La Universidad y El Banco",
subrayado mío (http//www.uv.mx, 31/11/06). De hecho el presente
número especial de Universo, dedicado al tema ya corre a
cargo de la UV ¿cuánto nos cuesta la edición,
el banco asumirá parte del costo?
El coordinador técnico del proyecto por parte de la UV enfatiza
las grandes ventajas tecnológicas que representa el uso del
chip que BSS incorporaría a la credencial inteligente, bien,
pero ¿que no se supone que la producción y transferencia
de tecnología la hacen las instituciones educativas a todos
los sectores productivos, como parte del objetivo central de la
producción de conocimiento para su distribución social?
o es a la inversa. ¿Qué no la UV cuenta con investigadores
nivel 4 del SNI, que además gozan del financiamiento de excelencia
del Conacyt; así como del apoyo institucional para el desarrollo
de investigaciones exitosas y altamente "redituables"
(para retomar la ideología bancaria)? Esto sin contar a los
promotores de las "incubadoras de empresas".
En este punto, los venezolanos alertan: "El compromiso de la
universidad no es con la posibilidad rentable del saber; es con
la verdad que se busca y se expresa en el saber (…) Desde
los remotos orígenes de la vida académica, el afán
mercantilista, crematístico, financiero o economicista ha
sido ajeno y contrario a la esencia e ideal académicos"
(op.cit., 701).
Refieren el entreguismo de algunos intelectuales de la Universidad
Nacional Autónoma de México que, beneficiados por
el financiamiento de BSS, lo asumen como "uno de los grandes
mecenas de la lengua española" (op.cit., 701).
A las 346 universidades de Latinoamérica, España y
Portugal con las que este consorcio transnacional ha signado convenios
similares, les ha ofrecido financiamiento para proyectos de investigación,
cátedras, programas de posgrado, programas de extensión
y becas, puntos que por ningún lado aparecen en el convenio
con la UV (por cierto redactado con pésima sintaxis y faltas
de ortografía por la ausencia de acentos en tiempo futuro),
salvo el caso de las becas que –dicen- ofrecerá el
banco a condición de que los estudiantes contraten una cuenta
de débito y mantengan un saldo mínimo.
El hecho es que las perlas ofrecidas no son tales y se esfuman entre
ese universo de 346 instituciones educativas: sólo hay financiamiento
para 30 proyectos de investigación y 70 cátedras,
esto es, 0.09 proyectos de investigación y 0.2 cátedras
por institución. Por cuanto hace a las becas, hay 7 mil 900
becarios pero "la beca es otorgada por organismos que reciben
alguna colaboración de los banqueros santanderianos"
(op.cit., 704).
Finalmente, según lo expresado por el rector Raúl
Arias Lovillo, el convenio con BSS será llevado al Consejo
General Universitario, en donde con toda seguridad la aplastante
mayoría de consejeros dará el visto bueno, pero que
conste que habemos quienes (en Humanidades), en los términos
referidos, nos oponemos al mismo, y respaldamos nuestra postura
en argumentos sólidos y experiencias concretas, no sólo
en lo que la nueva corriente gobernante descalifica como "el
romanticismo de la Universidad Pública". Por lo expuesto
hasta aquí sirva este espacio para rogar que, decidan lo
que decidan, a mi me mantengan mi credencial "tradicional"
de identificación oficial con mi amado escudo de la UV y
sin el logo comercial de Santander. |
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Acerca
de las credenciales inteligentes
Mario C. Márquez Pedraza
Facultad
de Filosofía |
Apenas
hace unas semanas tuvimos la visita del señor rector de la
universidad veracruzana, Raúl Arias Lovillo, quién
junto con una comitiva de funcionarios universitarios tuvieron a
bien explicar, de viva voz, a la comunidad universitaria congregada
en el auditorio de humanidades la situación referente a las
nuevas credenciales inteligentes emitidas por el grupo bancario
Santander-Serfin.
A pesar de que se pueden llevar a cabo muchas críticas respecto
a la inmadurez y falta de respeto en la que incurrimos los estudiantes
universitarios, podemos rescatar algunos puntos de gran importancia,
así como, traer a la discusión algunos otros que pudieron
abordarse y que se refieren, no sólo a la situación
puntual de las credenciales, sino también al presente y futuro
de nuestra máxima casa de estudios.
Trataré de hacer justicia a estos reclamos e inquietudes
dejando para el final de mi discusión el punto más
relevante que, según mi juicio, no puede ser soslayado.
En primer lugar, nos preocupa y nos interesa conocer, más
a fondo, las políticas, planes, estrategias, programas y
acciones concretas referentes a la apropiación, dominio,
enseñanza y aprendizaje de las tecnologías que se
pretende implementar en nuestra institución (me refiero al
“chip” inteligente).
Me parece importante que la universidad no abandone ni ceda terreno
en estos espacios de innovación tecnológica a empresas
privadas con el pretexto de que no es posible esperar que una tecnología
tan avanzada surja desde nuestras aulas. Ya que si bien es cierto
que la universidad debe modernizarse, es necesario, si es que quiere
desempeñar un papel relevante en el desarrollo de la sociedad,
que lo haga desde dentro, fundamentalmente mediante la contribución
de la comunidad académica de estudiantes y maestros.
En segundo término, es necesario dar a conocer el tipo de
servicios con que vamos a contar, una vez implementada la modernización,
así como, conocer el alcance y costo de los beneficios esperados.
Me parece grave que se identifique la calidad educativa con la eficiencia
administrativa y que se utilice el beneplácito de algunos
estudiantes y padres de familia respecto a la obtención de
una tarjeta de débito para justificar una supuesta mejora
académica.
Pienso que para tener una mejor educación una mejora administrativa
de esta índole es superficial.
Por último (pero con un marcado énfasis), al igual
que muchos de mis compañeros, nos gustaría ver, de
manera prioritaria, una mejora real y efectiva de nuestros espacios
de aprendizaje y convivencia: aulas, bibliotecas, auditorios, instalaciones
deportivas, etc., así como un mayor número de maestros
destacados en su campo y comprometidos con la educación y
la oportunidad de participar plenamente de la vida y las decisiones
universitarias.
Agradecemos al rector su apertura al diálogo y esperamos,
encarecidamente, que escuche nuestras voces. |
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No
a la credencial de Santander: razones éticas y legales
Luis Magaña Cuellar
Director
de la Facultad de Sociología |
“Y
cuando despertamos, el dinosaurio estaba allí”.
Parafraseando a Augusto Monterroso |
En
julio de 2006, la Dirección de Servicios Escolares de la
UV convocó a una reunión de información a directores
y secretarios de facultades de la región Xalapa para darles
a conocer que los estudiantes tendrían una nueva credencial
de identificación llamada “credencial inteligente”.
No todos pudieron asistir porque la fecha coincidía con el
inicio del periodo de inscripciones para alumnos de reingreso. Más
tarde hizo publicar en la página web de nuestra institución
el calendario de entrega de credenciales y la mención de
que sería una credencial de usos múltiples, uno de
los cuales sería su operación como tarjeta de débito,
si el alumno quería activarla. Surgieron las primeras dudas
y preguntas.
En septiembre del mismo año llegó a las facultades
de humanidades de Xalapa el material publicitario del Banco Santander
sobre el nuevo dispositivo. La información era insuficiente,
pero se entendía que habría dos grupos de funciones
en un solo pedazo de plástico. Parejamente, en coloridos
carteles de publicidad del Santander, que el propio personal de
la universidad comenzó a colocar aquí y allá
dentro de los espacios universitarios, se anunciaba la “tarjeta
inteligente”. Las primeras dudas prevalecieron hasta que,
en octubre, llegó la repartición con la cual las dudas
no sólo no se disiparon sino que se incrementaron y comenzó
a cundir el rechazo de muchos estudiantes al nuevo instrumento “inteligente”.
Las autoridades han afirmado que, salvo en Xalapa, específicamente
entre quienes cultivan las ciencias sociales, las humanidades y
las artes, los alumnos de las regiones restantes aceptaron la nueva
credencial sin reparo y que no pocos la recibieron con beneplácito.
Aunque así haya sido, este asunto amerita algunas reflexiones
y voluntad de rectificar, que es de sabios.
El estudiante, al abrir el sobre que contenía su tarjeta,
encontraba una hoja de promoción de servicios bancarios con
la siguiente leyenda: “Felicidades: ya tienes lo mejor de
estar en la Universidad (e inmediatamente abajo, dentro de un rectángulo
rojo) Santander”. Luego, durante 6 décadas, ¿no
habíamos podido entre todos tener lo mejor? ¿Qué
es lo mejor para nuestra institución? ¿Lo que ofrece
Santander-Universia? Este primer atropello me condujo a la Ley General
de Educación; su artículo 33, señala, en su
fracción XI, que “(las autoridades educativas) promoverán
mayor participación de la sociedad en la educación,
así como el apoyo de los particulares al financiamiento y
a las actividades a que se refiere este capítulo”.
Se ve que la ley no sólo autoriza a las autoridades educativas,
sino que las anima a establecer acuerdos con todos los sectores
públicos o privados que quieran coadyuvar al financiamiento
de la educación pública, lo cual está bien.
Hablando de la educación superior, pocos universitarios ignoran
que los presupuestos financieros que el estado autoriza para ella
van a la baja desde hace años. Nada, pues, tiene de extraño
o reprobable que el rector de nuestra universidad firme un convenio
con la banca privada con el fin de obtener beneficios para la comunidad
universitaria sin que la comprometa en lo absoluto. Lo que me parece
cuestionable es que en el procedimiento seguido no se hayan analizado
–a mí así me parece- todos los pros y contras
de lo que finalmente se convirtió en convenio ni que se haya
cuidado debidamente la imagen y los valores de la Universidad Veracruzana
como institución de educación superior pública,
pues la primera impresión que queda al ver la nueva credencial,
es que se trata, sobre todo, de una tarjeta de débito de
Banca Santander en la cual el escudo de la universidad, que no tiene
por qué ser llamativo, porque con él no se persiguen
fines de lucro, pasa a segundo plano ante el número de cuentahabiente
del usuario y la vivacidad de los colores rojo y flavo del logotipo
de Master Card. El segundo atropello, es que, en lo sucesivo, un
estudiante de nuestra Casa de Estudios, al usar esa credencial para
identificarse como tal, le hará publicidad a un banco, el
cual -vale la pena tenerlo presente- es uno de los grupos financieros
más poderosos del mundo con vocación particularmente
expoliadora del común de sus usuarios…, por lo menos
en México, lo cual está ampliamente documentado. De
la repartición masiva de las susodichas tarjetas, se deduce
que más cosas, quiero entender que dentro de la categoría
de “lo mejor”, están por llegar a nuestra querida
institución, si no se rectifica el rumbo: habrá cajeros
automáticos, propiedad de Santander, dentro de los espacios
universitarios. ¿Pueden coexistir intereses privados, de
lucro, y los públicos, de generación y difusión
del conocimiento, dentro de los espacios de la U.V.? No. La Ley
General de Educación, en la fracción VIII de su artículo
75, establece: “(Son infracciones de quienes prestan servicios
educativos:) realizar o permitir (que) se realice publicidad dentro
del plantel escolar que fomente el consumo, así como realizar
o permitir la comercialización de bienes o servicios notoriamente
ajenos al proceso educativo, distintos de alimentos”.
Sin embargo, estoy consciente de que la U.V. debe modernizarse para
prestar un mejor servicio, y que es necesario aprovechar las tecnologías
de información que simplifiquen las consultas y los trámites
relacionados con el status del estudiante. Si el microcircuito con
que cuenta la nueva tarjeta va a ahorrar tiempo en un futuro próximo
en la consulta de la situación escolar o en la realización
de ciertos trámites escolares, que se incorpore a las tarjetas
de identificación que ha expedido tradicionalmente la institución.
La oferta de servicios bancarios y la oferta de servicios educativos
deben estar separados completamente por la sencilla razón
de que los primeros persiguen fines de lucro y los segundos no.
Aun con el ahorro que pueda obtener la universidad con el convenio
firmado, las desventajas podrían ser mayores que las mencionadas.
No debemos intercambiar espejuelos por oro. El soldado cronista
dijo que hacíamos eso hace 500 años.
Si Santander no hace cobros por el manejo de ciertas cuentas, que
lo anuncie a los universitarios por medios no universitarios y que
los alumnos o sus padres decidan si abren una cuenta allí
o no. Ese es un asunto del mercado, ajeno a la universidad pública.
Se debe fomentar desde la universidad pública la globalización
de los conocimientos y su adecuada distribución social, la
búsqueda de la verdad, la ética como base de toda
actividad humana, la solidaridad con los más desprotegidos;
de ninguna manera la globalización de la mentalidad comercial
o empresarial con fines de lucro, que es lo que unos cuantos pretenden
imponer desde hace años en el mundo. Urge corregir el rumbo. |
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Voz
entintada
Elva Eloísa Bermúdez
Olivera
Facultad
de Letras Españolas
|
El
pasado 23 de octubre como todos bien sabemos hubo una reunión,
rector y alumnos de la UV tuvimos una plática acerca de las
credenciales inteligentes que se nos han distribuido a los alumnos.
La razón de la reunión, por lo que se deja ver, se
ha mal interpretado. Los alumnos que estábamos ahí
unidos, en primera cuenta, no éramos sólo de la unidad
de humanidades, y no pedíamos la desaparición de las
nuevas credenciales, pues estamos concientes como estudiantes que
somos, de las necesidades de un estudiante y de los numerosos beneficios
que la tarjeta de debito incluida en las credenciales trae para
la institución y sobre todo para los alumnos.
No obstante tenemos toda la libertad de manifestarnos en desacuerdo
con esta acción hecha por las autoridades de la universidad,
debido a la falta de información, y peor aún, de la
no consulta previa del hecho.
Pienso pues, que aquella privatización de la que se habla
en los pasillos de la universidad también se ha mal interpretado,
porque ésta no es un hecho a futuro desde el punto de vista
“capitalista”, sino que es una acción presente
desde el punto de vista humano, se nos ha negado el derecho a nuestra
voz, el derecho a la toma de decisiones que como individuos podemos
disfrutar.
Tal vez está de más tirar tinta en comentarios como
éste para el intolerante; sin embargo para el pacienzudo
nunca está de más razonar.
El respeto a las decisiones ajenas es de sabios y justos, pero el
respeto a las decisiones hechas por uno, para evitarnos la fatiga
y mejorar la comodidad de nuestra vida es una agresión a
nuestra esencia pensante.
Se admite que la implantación de un chip inteligente en nuestras
credenciales sea un beneficio para la institución y los alumnos,
así como la realización de tramites de pagos como
inscripciones de todo tipo, salarios, o becas etc. en una empresa
bancaria, nos ahorrará la fatiga de hacer las enormes colas
en ventanillas de secretarias, que como todo ser humano no tienen
el deber de estar todo el tiempo de buen humor, es aceptable; no
obstante, es una tontería cubrir nuestra flojera juvenil
con estos pretextos, cuando los formidables beneficios ofrecidos
por el banco Santander, fueron puestos a nuestras ordenes hace ya
un buen tiempo fuera de la institución; pero claro, no nos
lo trajeron a la puerta de “nuestro hogar”, y esperamos
hasta que nuestras credenciales universitarias, digna imagen que
identifica a los alumnos de una de las mejores universidades del
país parezca más una tarjeta de banco que otra cosa.
Solo me resta decir pues hablando de colas y de modernización,
que la paciencia es una virtud que todos poseemos, no obstante,
desgraciadamente pocos practicamos, sería el colmo que pasara
lo mismo con la responsabilidad de nuestros actos, y peor aún
con la razón y la humanidad del hombre. |
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No
a la tarjeta Santander como identificación
Bernabé L. Zuvirie Vázquez
Facultad
de Pedagogía Xalapa |
Los
estudiantes de la Licenciatura de Pedagogía nos estamos planteando
muchas preguntas en relación a la “credencial inteligente”,
no sólo a partir de la teoría que en materia de educación
estamos obligados a revisar, sino de nuestra realidad como estudiantes
y futuros profesionales de la educación.
Quizá por eso, y movidos por el compromiso que tenemos con
nosotros mismos, la universidad, el campo educativo y la sociedad;
nos seguimos cuestionando y cuestionamos a las autoridades universitarias
sobre las condiciones, riesgos, beneficios y fines que implican
la credencialización inteligente; aún a pesar de que
se nos menciona de manera oficial que no es privatización,
ni penetración bancaria en la vida institucional, y que no
hay violación a ninguna ley.
A pesar de estas argumentaciones por parte de las autoridades, los
estudiantes seguimos con preguntas sin respuesta, y surgieron nuevas
tras la reunión con autoridades universitarias en Humanidades
el 23 de octubre, y la publicación en línea del convenio
con la banca.
No hemos olvidado las decenas de preguntas sin respuesta de aquél
extenso documento que cuestiona la actitud impositiva de la credencialización,
la mala operación de su implementación, que reclama
puntualmente la falta de información por parte de las autoridades,
y también protesta por la intromisión de la banca
y su sutil discurso de privatización disfrazado de mecenazgo
y altruismo educativo; y que no sólo buscaba la aclaración
de nuestras dudas, sino invitaba a los estudiantes de todas las
facultades de esta universidad a reflexionar no sólo sobre
las acciones de las autoridades, sino sobre las nuestras como estudiantes
de la universidad pública más importante del interior
del país.
Hasta el momento hemos recibido respuestas de forma, pero no de
fondo. Necesitamos respuestas claras y concisas, y no discursos
vagos y ambiguos. Necesitamos saber qué hay de fondo en el
Convenio Marco con Santander Serfin, y no sólo saber el Convenio
Específico que se ha publicado. Necesitamos saber qué
y cuáles son esas “…actividades, programas y
servicios que se reflejarán en beneficio de la comunidad
universitaria tanto en su ámbito académico, tecnológico-gerencial
como financiero”.
Como estudiantes y ciudadanos tenemos un criterio y a partir de
él, y de lo que investigamos, de la información que
vamos recibiendo por los medios y la misma universidad; se han ido
construyendo reflexiones y análisis más cuidadosos
y estrictos que nos permiten decir NO a las tarjetas inteligentes
como identificación oficial universitaria. NO a los vínculos
con el grupo financiero Santander Serfín. NO a la privatización
de la Educación Superior en México en ninguna de sus
manifestaciones. NO a la comercialización de la identidad
universitaria.
La Universidad Veracruzana es de quienes la integran, y las comunidades
que la conformamos sentimos, pensamos, queremos y decidimos. La
Universidad Veracruzana es del pueblo de Veracruz. Si no la defendemos
nosotros ¿Quiénes lo harán? |
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Las
credenciales de débito: opción no vial
Emilio Rodríguez Almazán
Facultad
de Antropología |
Por
medio de este conducto, que se logro gestionar en la reunión
que se tubo con las autoridades universitarias, queremos manifestar
nuestra postura con respecto a la nueva credencialización
de la Universidad Veracruzana vinculada al banco Santander. Por
parte de un grupo de estudiantes que estamos en desacuerdo con la
intervención de un sector privado en uno público.
Consideramos que esta discusión se debió haber llevado
antes del convenio con el banco, y no después de la firma.
Estamos en desacuerdo con la injerencia de un sector privado en
nuestra universidad, aunque sea en lo administrativo, por que pensamos
que es un primer paso para implementar otro tipo de políticas
en esta Casa de Estudios.
El señor rector Raúl Arias Lovillo, planteo que la
decisión fue tomada para un bien común de los estudiantes
y docentes de la universidad, para hacer más eficiente los
tramites burocráticos que se hacen con respecto a la inscripción
y consulta de información académica, y llevar a la
comunidad universitaria a su modernización, para un mejor
desarrollo. Sin embargo consideramos que la implementación
del chip electrónico no corresponde a nuestra realidad como
estudiantes, ya que existen otro tipo de cuestiones a las que se
les debe atender con mayor énfasis, como es la falta de material
y espacios en las facultades. No nos oponemos a una eficiencia en
los mencionados trámites, que bien hace falta, pero sabemos
que existen otras formas para darle solución, por mencionar
un ejemplo como lo realiza la UAM donde los datos e inscripciones
se consultan en Internet con una contraseña que brinda la
universidad.
Sabemos de las necesidades de nuestros compañeros y de la
Universidad de tener una opción bancaria que se ajuste a
la situación en la que nos encontramos, donde existan bajas
tasas de interés y de comisión para el manejo de sus
finanzas, sin embargo dicho banco ya manejaba una oferta bancaria
llamada universia, donde las tasas de interés son iguales
a las que se manejan con el nuevo vinculo. Creemos que en cierto
modo es una imposición a los estudiantes, los cuales somos
vistos como posibles clientes bancarios, más que como estudiantes,
y esto por el hecho mismo del formato que tiene la nueva credencial,
que parece mas una tarjeta de débito más que de identificación. |
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El
trasfondo de las credenciales
Emilio Rodríguez Almazán
Facultad
de Antropología |
A través de este medio, un grupo de estudiantes de distintas
facultades queremos manifestar nuestro rechazo con respecto a la
nueva credencialización de la UV con el banco Santander.
El señor Rector Raúl Arias Lovillo, menciona que es
una forma en que la comunidad estudiantil se conducirá hacia
la modernización y el desarrollo de la Universidad. Sin embargo
no se ha querido dar cuenta que dicho modelo de desarrollo no se
acopla a nuestra realidad como estudiantes, ni como país.
Esto corresponde a una política neoliberal de desarrollo,
la cual a través del BM y el FMI tienen como objetivo claro
“la paulatina privatización de la educación”,
con la intención de mercantilizar la misma y sus productos,
que son las investigaciones.
Sus deseos por llevar a la educación a las políticas
económicas de oferta-demanda, no atiende a nuestra concepción
de una educación pública, laica, y gratuita.
El hecho de esta nueva vinculación bancaria, es imposible
de concebir si no se atiende al contexto del país, donde
las políticas educativas del presente gobierno son muy claras,
cada vez se destina menos porcentaje del PIB a la educación,
esto para tronarla, y orillar a las universidades como la nuestra,
a convenios con empresas privadas, de modo de que poco a poco comenzaran
dichas empresas a tener injerencias en el sistema educativo de la
institución.
Las investigaciones que serán impulsadas con mencionado banco,
atenderán a su realidad de la lógica del mercado.
Aquellas carreras que se dediquen a investigar cuestiones de mercado
que serán de provecho para la empresa, tendrán un
mayor financiamiento, pero otro tipo de investigaciones como en
las ciencias sociales, serán dejadas a un lado.
Así mismo el banco facilitara equipo de cómputo, cajeros
automáticos en las facultades, todo ello para una mayor preparación
de los estudiantes, de modo que logren insertarse en el mercado
mundial, a través de su cuenta bancaria. Pero no se toma
en cuenta que en la realidad no existen suficientes empleos prácticamente
en ninguna área de estudio, y el hecho de que se impulsara
un solo tipo estudios, generará una saturación de
demanda.
Es por las razones anteriormente mencionadas que solicitamos a la
comunidad estudiantil una visión crítica de los hechos,
y no irse con el marketing que se está generando alrededor
de la credencial, que nos pintan una realidad inexistente. |
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¿Una
tarjeta?........inteligente
Crónica
de una visita a la Universidad Autónoma de Aguascalientes
(UAA)
Porfirio Carrillo Castilla
Director
de Posgrados de la UV |
Aprender
es también el acto a través del cual, reconocemos
en los “otros” u “otras” cualidades que
no teniéndolas nosotros, vemos que nos harían mejores
y entonces, si somos inteligentes, las adquirimos para nuestro desarrollo.
Este es el caso que ha motivado que varios directores generales
en la Universidad Veracruzana (UV) estemos visitando distintas áreas
académico-administrativas de las mejores universidades de
nuestro país, para aprender de ellas, para tener una mejor
UV.
El pasado 25 de octubre visité la Universidad Autónoma
de Aguascalientes (UAA), una de las Universidades Públicas
mexicanas que forman el Consorcio de las 10 mejores universidades
de nuestro país.
Además de hacer la presentación del libro Biología
del Desarrollo Humano: Etapa Reproductiva, de un buen amigo, el
investigador José Luis Quintanar Stephano, profesor investigador
del Centro de Ciencias Básicas de la UAA. También
sostuve una muy interesante entrevista con Rosa del Carmen Zapata,
jefa del Departamento de Apoyo a la Investigación. Sin duda
que tuve una experiencia muy rica en Aguascalientes en materia de
investigación y posgrado. Pero lo más interesante
estuvo en el corrido que realicé por el hermoso campus de
la UAA. En la Biblioteca del campus, noté como los estudiantes
accedían, a través de terminales, a los servicios
documentales y de información de todo tipo de la UAA.
Para ello deslizaban por la pantalla lectora su credencial, que
en el reverso tenía una banda magnética, para mi sorpresa
estas credenciales eran de dos tipos, una era una credencial normal
y la otra era una tarjeta de banco.
Al preguntar a un grupo de estudiantes cuál era la razón
de usar una u otra, me explicaron con detalle lo siguiente: la UAA
instituyó, hace algunos años, la credencial asociada
a los servicios bancarios de una tarjeta de débito de manera
opcional, justo lo que estamos haciendo en la UV.
¿Cuál es la percepción de este servicio?, pregunté
a los hidrocálidos y los tres me dijeron que la comunidad
estudiantil de UAA, reconocía la gran utilidad de la credencial-tarjeta
de débito, no sólo por la posibilidad de poder ellos
mismos ahorrar, sino porque a los estudiantes foráneos, sus
padres podían depositarles el dinero para sus gastos, de
manera muy fácil y sobre todo económica.
Por lo anterior, me dijeron, la gran mayoría de los estudiantes
de UAA tienen la credencial-tarjeta de débito, es mas, ellos
mismos no tenían compañeros que no la tuvieran. Al
ver mi interés, los estudiantes se interesaron de dónde
venía y por qué tantas preguntas, expliqué
que aquí en la UV, no sin controversias, estábamos
implementando esta tarjeta, los muchachos me dijeron que en cuanto
las y los estudiantes de la UV se dieran cuenta de la utilidad de
la tarjeta sin duda la gran mayoría la adoptaría.
El doctor Quintanar, quien regresaba de preguntar por unos libros,
sonrió después de que le conté mi plática
con los estudiantes, sacó su cartera y la abrió, sacó
su tarjeta de identificación de profesor-investigador de
la UAA, que también era de débito, y me dijo: algunos
académicos de nuestra universidad se opusieron a esta credencial,
hoy casi todos la tenían, es también opcional, pero
sabes, una tarjeta así, siempre será de gran utilidad
y sobre todo tu universidad esta tomando una decisión inteligente
para ofertárselas a los estudiantes. Para mis adentros pensé,
no cabe duda, siempre hay algo que aprender, hoy son los estudiantes
quienes reciben como opción este servicio, ojalá y
pronto podemos ser el resto de la UV. |
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¿Tarjeta
o credencial inteligente?
Marcos Luis Ixba Salazar
Pedagogía
SEA y Sistemas Computacionales Administrativos
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La
comunidad universitaria le esta haciendo la “chamba”
a Santander, a través de un grupo de estudiantes de la UV,
capacitados por el banco, haciendo labor de convencimiento, entregando
las tarjetas, y hablando de los beneficios como “cliente”
de Santander, pero ¿Cuándo se mencionó los
beneficios como estudiantes, ya no como clientes, de tener una credencial
inteligente? sí, credencial inteligente, no tarjeta inteligente.
En este momento y como estudiantes ¿de que sirve el “chip”?,
tenemos la “llave” pero no tenemos puerta que abrir.
Esta intromisión de un banco perfora la autonomía
de la UV. Ahora ésta debe aceptar trabajar con Santander,
a cambio de la “inversión” de infraestructura
que recibió para la expedición de credenciales inteligentes,
ya que no se supo luchar por mayor presupuesto ante los gobiernos.
Sólo se incremento el .45% de presupuesto, comentó
el Rector en la Asamblea en Humanidades, insinuando la necesidad
de “pedir” apoyo al Capital Privado. Me pregunto ¿Si
sólo se hubiera incrementado el .1% se tendría la
necesidad de Laboratorios patrocinados por el Dr. Simi o de pintar
las instalaciones de los colores de un banco?.
Después de todo la credencial universitaria ya lo hizo, ¿Porqué
el número de cuenta y holograma de Mastercard resaltan más
que el propio nombre, matricula, fotografía del alumno y
logo de la UV?
La presencia de logotipos y publicidad comercial en una Universidad
Pública, es decir, de todos los mexicanos, patrocinando una
empresa de dudosa calidad moral, al ser parte de una banca que estuvo
en un dudoso “rescate bancario”, no esta acorde con
la responsabilidad social que tiene toda Universidad Pública
de formar ciudadanos, personas no sólo abocadas a las exigencias
de su labor, sino capaces de contribuir a procesos de cambio social,
basados en una ética, moral y responsabilidad con la comunidad.
La privatización de la Educación Pública en
México, se a dado en todos los niveles y ya desde hace más
de 10 años, con programas amparados bajo el discurso ambiguo
de calidad y modernización, que solo promueven la competitividad
en desigualdad de oportunidades, el deslinde de la responsabilidad
y obligación que tiene el estado con la Educación
Pública, y la división de una comunidad.
La competencia no es necesariamente causa o efecto de la calidad,
éste concepto es mucho más complejo y va más
allá que la idea basada en la política neoliberal
que quieren vender e imponer.
Creer que los empresarios que estuviesen dispuestos a invertir en
las diversas formas de privatización de la educación
no pretendan sacar provecho de ello, tal como lo harían con
cualquier otra inversión de naturaleza industrial o comercial,
es no entender o negarse a comprender los mecanismos de una economía
de libre mercado. No es lo mismo, y nunca lo será, una “inversión”
que un donativo. |
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¿Verdades
cotidianas o teorías institucionales?
David Alfredo Wong Vidal
Facultad
de Ciencias de la Comunicación |
He aquí que no todo lo que brilla es oro y por tanto tampoco
era de esperarse que en la máxima casa de estudios del estado
de Veracruz la aparición de una nueva credencial de “poderes
multiusos” pasara desapercibida; pues ha dado de que hablar
desde su presentación triunfal por parte del rector Arias
Lovillo, hasta su pasada readaptación por parte del mismo
ante un concurrido escenario juvenil en la ciudad de Xalapa.
Las opiniones con respecto a esta herramienta de identificación
personal se vuelven divididas a partir de las aseveraciones de cómo
lo han manejado muchos diarios, un “grupúsculo”
de estudiantes del área de humanidades de la ciudad capital,
lo cierto es que las repercusiones que trae consigo este tipo de
disyuntivas entre alumnado y las autoridades es claramente un ambiente
de inestabilidad y confusión para la población universitaria.
Ahora bien aterrizando en un terreno neutral cabria bien el análisis
de los argumentos clave de ambas posturas ya que como se ha mencionado
con anterioridad existe una inconformidad por parte de los alumnos
puesto que se expresa que hay un intento de privatización
de la universidad y un agravio en contra de sus derechos, a partir
de que a su parecer las bases de datos con la información
de los alumnos están a la orden del banco.
Como contraposición, están las autoridades universitarias
quienes expresan de manera abierta que no existe ninguna anomalía
o agravio en contra de las garantías del alumnado. La manera
en que podemos asimilar este tipo de situaciones es que al igual
que en todo proceso económico, se requieren de cierto tipo
de acciones que se encaminen hacia la satisfacción de las
necesidades de los actores de la sociedad ya sean los individuos
o las instituciones mismas los involucrados.
Obviamente en este proceso de modernización existen intereses
que se hacen notar como la apuesta del banco a largo plazo, y las
aplicaciones que la universidad encuentra tanto para procesos administrativos
como para las necesidades de los alumnos.
Hay que mirar siempre hacia el futuro en materia tecnológica
sin dejar atrás los preceptos sobre los que se ha erigido
la Universidad Veracruzana, el empleo de esta nueva credencial trae
la apertura hacia nuevos horizontes de practicidad, y si de alguna
manera se ha visto apoyada por sectores exteriores al gobierno,
ha sido bajo el previo análisis de los pro y los contra por
parte de las autoridades universitarias.
El uso o desuso de esta credencial inteligente, se vuelve opcional
a partir de las inconformidades presentadas dejando en claro la
transparencia y la buena disposición con la que se maneja
la universidad.
El único detalle en este sonado caso, sería la falta
de tacto para de alguna manera informar al cuerpo estudiantil acerca
de las decisiones que se toman con respecto a sus beneficios y por
ende también del proceso por el cual se llegan a las tomas
de estas decisiones, es prioridad entonces de la universidad lograr
una homogenización rápida y acertada para el buen
manejo de la información. |
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Destaca
apoyo de Santander para intercambios estudiantiles internacionales
Alianzas,
incluso con sector privado, son el camino para la educación:
De la Fuente
Redacción UniVerso |
Califica
rector de la UNAM de formidable la alianza entre “sector privado
y sector público a favor de un proyecto educativo de la mayor
trascendencia |
La fórmula para desarrollar la educación con altos
estándares de calidad en los países menos favorecidos
es el de formar alianzas tanto con los sectores públicos
como los privados, aseguró la semana pasada el rector de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
Juan Ramón De la Fuente.
Durante la reunión que rectores de todo el país celebraron
con el secretario de Educación, Reyes Tamez, y el presidente
de Santander, Emilio Botín, como parte de las tareas del
Espacio Común de Educación Superior (ECOES), De la
Fuente señaló: “Hay que hacer alianzas, hay
que buscar compromisos conjuntos; de esta manera tenemos mucho mejores
posibilidades de avanzar y no rezagarnos”.
Asimismo, De la Fuente destacó que la relación establecida
por algunas universidades mexicanas con la banca comercial Santander
ha significado un sólido apoyo para el desarrollo de la educación
superior mexicana y calificó como formidable la alianza entre
“sector privado y sector público, trabajando conjuntamente
en un proyecto educativo de la mayor trascendencia”.
Tal alianza, explicó, fue establecida a partir de que universitarios
de todo el país “nos convencimos de que era necesario
unir fuerzas para poder abrir más oportunidades a la educación
superior y hacerlo con los mejores estándares de calidad
posible”, añadió.
En este sentido, destacó que el desarrollo de las universidades,
sobre todo en los países en desarrollo, requiere de acuerdos
institucionales y financiamiento. Como ejemplo, refirió que
sin becas “es poco probable que ocurra la movilidad de estudiantes.
Aquí es donde surgió, por primera vez, para respaldar
este proyecto, la voluntad y el compromiso de Emilio Botín
y de Santander”.
Además, destacó que los programas y proyectos desarrollados
con capitales privados (como en el caso de Santander) significan
el interés de un sector de los empresarios por ser socialmente
incluyentes en sus proyectos de financiamiento. En este sentido,
destacó que los universitarios “no podemos caer en
el error de ser autocomplacientes”.
Al respecto, además, retomó las palabras de Botín:
“Nuestro éxito depende de la educación. Si eso
lo hubiera dicho cualquiera de nosotros, un rector, parecería
razonable, pero cuando lo escuchamos de un empresario exitoso resulta
verdaderamente estimulante”. De la Fuente también hizo
referencia al compromiso manifestado por el presidente del banco
Santander cuando, momentos antes, dijo: “Queremos ser el banco
de la innovación, acompañaros en vuestros esfuerzos
y ser un factor acelerado del desarrollo de una sociedad más
competitiva y abierta”.
El rector de la UNAM también destacó que la internacionalización
de la educación es uno de los fundamentos de la creación
de ECOES y, al respecto, añadió que hay un interés
claro de los países de la Unión Europea de atraer
a estudiantes de otras regiones del planeta. Así, resaltó
que la relación con esta banca comercial ha permitido movilidad
de más de 10 mil estudiantes al año, en un programa
que cuenta con un presupuesto de 30 millones de euros al año
y en el que participan 305 universidades. |
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Las
credenciales inteligentes
Ramón Parra Lorea
Director
de Tecnologías de la Información de la UV
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Actualmente,
el uso de las tecnologías de información en la vida
diaria ha implicado la necesidad de manejar una autenticación
personalizada para el acceso a varios servicios. En este sentido,
aunque a la fecha se sigue utilizando una contraseña proporcionada
a través de un teclado, ya no es suficiente para asegurar
el acceso de información y servicios de carácter confidencial.
Por tal motivo, la tendencia de la tecnología en este rubro
se basa en otros mecanismos más seguros como es el caso de
las credenciales inteligentes.
La credencial inteligente, además de ser una credencial que
permite la identificación oficial de la persona que la porta,
es posible tener en ella múltiples aplicaciones, ya que cuenta
con la posibilidad de acceder a una serie de servicios electrónicos
universitarios y productos con tecnología de vanguardia.
Lo anterior, se debe a que dispone de tres dispositivos de seguridad
y/o almacenamiento de información, como son: Banda magnética;
Código de barras; y Chip.
Con los dos primeros conceptos, la mayoría de nosotros estamos
muy familiarizados, ya que son utilizados por ejemplo, para realizar
transacciones bancarias o adquisición de productos, respectivamente,
mientras que el Chip es una tecnología que en su momento
será la sucesora de las dos anteriores, dado que es considerada
mucho más "inteligente" y segura, puesto que trabaja
con encriptación y dicha información puede ser leída
exclusivamente por terminales autorizadas.
La credencial inteligente, está siendo utilizada con gran
éxito en diversas universidades públicas del país,
como son: Universidad Autónoma de Baja California; Universidad
de Celaya; Universidad Autónoma de Campeche; Universidad
Autónoma de Tamaulipas; Universidad de Quintana Roo; Universidad
Autónoma de Hidalgo; Universidad de Aguascalientes.
Al interior de la UV, dicha credencial, ya está siendo empleada
como medio de identificación oficial, sin embargo, esta no
es su única aplicación puesto que al disponer de un
chip, permitirá a los estudiantes utilizar un conjunto de
servicios electrónicos de los que dispondrá la universidad,
con la opción también para que esa misma credencial
pueda servir como tarjeta de débito del banco emisor.
En lo que se refiere a los servicios electrónicos institucionales,
la credencial inteligente podrá ser empleada eventualmente,
para acceder a los diferentes espacios académicos como son
los centros de cómputo, para hacer uso de los diversos servicios
que proporcionan las USBI´s, o bien, para poder acceder a
consultar calificaciones, horarios de clase, calendarios de exámenes,
etcétera, a través de kioscos de información.
De igual manera, y con la próxima inauguración de
los nuevos portales universitarios, la credencial inteligente permitirá
al estudiante, disponer de un medio de acceso seguro y confidencial
a su información.
Mientras que en su otra faceta, que es la tarjeta de débito,
la credencial inteligente, será de mucha utilidad también,
pues permitirá al estudiante realizar transacciones bancarias
a través de Internet como son el pago en línea de
su inscripción y otros pagos arancelarios.
En pocas palabras, la credencial inteligente, se constituirá
en el mediano plazo, en la llave de acceso a los servicios institucionales. |
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