Año 6 • No. 249 • Diciembre 4 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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  Trabajan grabadores cubanos con alumnos de Artes UV
Insiste AL en expresarse
mediante el grabado
Gina Sotelo
En Cuba, la revolución imprimió al arte un carácter experimental que empieza a ser estudiado en las escuelas de gráfica con mucha fuerza: Brossard y Marrero
A pesar de las carencias y necesidades económicas que comparten los países latinoamericanos, hay un empeño casi necio por hacer grabado. En Brasil, Puerto Rico, Argentina, México o Cuba el grabado ha sido parte de la vida cotidiana y vehículo de comunicación que refleja luchas e ideologías que nunca dejarán de existir: “En Europa, como no tienen esa necesidad de ‘inventar el diario’, no sólo en la plástica, sino en la vida, hay una gran diferencia. Nosotros sí estamos innovando y experimentando con otros medios que trascienden los límites para construir una experiencia contemporánea de una libertad total”.

Janette Brossard y Norberto Marrero, artistas grabadores cubanos.

Así lo expresaron los artistas grabadores de origen cubano Janette Brossard y Norberto Marrero, quienes visitaron la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV) a finales de noviembre para hablar de la Práctica del grabado cubano, ofrecer un taller a los estudiantes y mostrar su trabajo personal.

En las charlas que sostuvieron con los jóvenes universitarios, dejaron en claro que –a diferencia de América Latina– en Europa hay un estancamiento, un grabado muy formalista, frío e impersonal, que básicamente está entre lo constructivista y minimalista: “Aquí no pasa eso, hay una riqueza y un compromiso del artista
con su medio”.
Explicaron que en Cuba han tenido que sortear carencias, y hacer grabado les significa un esfuerzo muy grande por no tener tiendas que vendan el material: “En un tiempo la Unión Soviética nos proporcionó material con el que enseñamos en las escuelas; tras la caída del bloque socialista, la mayoría de las cosas se resuelven inventando”.

Práctica del grabado cubano
En sus conferencias, Brossard y Marrero relataron la historia del grabado cubano. Disciplina que nació en el siglo XIX, cuando se introdujo en Cuba la prensa litográfica para promover la industria tabacalera: “Las estampas más importantes de la época tienen relación con la industria del tabaco y estaban destinadas a promoverlo fuera de la isla”.

Grabados que anunciaban tabaco eran enviados a Europa. “Marquillas” –etiquetas y estampas– que funcionaban también como una especie de publicación periódica de lo más importante de la sociedad cubana de la época.

El grabado cubano después se desarrolló con artistas que no eran cubanos, sino en su mayoría españoles o franceses y que sí hicieron una obra más consciente: “Eran carpetas que hablaban de lo pintoresco de la isla. Los ingenios, la industria del tabaco, el café y el azúcar”.

Por espacio de cerca 50 años casi desapareció la producción de grabado en Cuba al entrar lo que son las prensas offset para las publicaciones periódicas; de esta forma, la promoción que estaba hecha con grabado empezó a hacerse con imágenes fotográficas.

Hubo un resurgir del grabado a mediados de los años 50 con el grupo llamado Asociación Nacional de Grabadores en Cuba, que tenía una estrecha relación con el Taller de la Gráfica Popular en México, grabadores que en su mayoría eran revolucionarios y de ahí su relación con las Hojas Sueltas de José Guadalupe Posada y todo aquello que tenía un sentido contestatario: “Casi todas las obras que se hacían tenían que ver con los logros de la Revolución Cubana”.

En la actualidad se han recuperado millones de piedras litográficas que han permitido a los cubanos seguir trabajando: “Hoy gozamos de esas piedras que se llevaron a la isla de canteras alemanas principalmente, y que han sobrevivido”.

Para Brossard y Marrero, el triunfo de la revolución imprime al arte un carácter experimental que empieza a ser estudiado en las escuelas de gráfica con mucha fuerza: “Hoy tenemos una escuela de grabado seria, con un Encuentro Nacional de Grabado de muy buen nivel y el Encuentro de la Joven Estampa que promueve la Casa de las Américas”.

El taller de grabado será impartido del 4 al 8 de diciembre de 12 a 15 y de 17 a 20 horas en la Facultad de Artes Plásticas.