La
falta de un seguro financiero incrementa el riesgo de que las familias
presenten gastos catastróficos, sobre todo si entre sus miembros
existen niños menores de dos años, adultos mayores
de 60 y discapacitados, así como los embarazos, aseguró
Raquel Morales Barrera durante el XVI Coloquio mexicano de economía
matemática y econometría que organiza la Facultad
de Economía de la Universidad Veracruzana (UV).
Durante su ponencia “Gasto privado y gasto de bolsillo por
motivos de salud en México”, la académica de
la Universidad Iberoamericana comentó que la compra de medicamentos
consume gran parte del presupuesto familiar; sin embargo, señaló,
no es recomendable automedicarse por las consecuencias que implica.
El sector que también corre el riesgo de un gasto fuera de
lo planeado es el rural, pues sólo en pocas ocasiones cuenta
con algún tipo de aseguramiento. La académica de la
Universidad Iberoamericana resaltó la importancia de que
las personas que no tienen un trabajo formal también busquen
este tipo de protección financiera.
Gasto
catastrófico
Con base en la Encuesta Nacional de Evaluación del Desempeño
2002, se define un gasto catastrófico en materia de salud
a todo aquel que represente más del 30 por ciento de su capacidad
de pago. De esta manera, el 3.8 por ciento de los hogares en el
país incurrieron en este tipo de gastos; el 60 por ciento
del gasto catastrófico se atribuyó a la atención
ambulatoria y medicamentos.
En una publicación del Instituto Nacional de Salud Pública
se destaca que el aseguramiento público en población
abierta, particularmente los sectores antes mencionados, puede reducir
los gastos catastróficos. Éstos, en muchas ocasiones,
obligan a las familias a utilizar sus ahorros, vender los bienes
familiares o sacrificar el consumo de servicios básicos,
como puede ser la educación. Lo más alarmante es que
las familias pueden quedar en una situación de empobrecimiento.
El documento cita una medición realizada por la Fundación
Mexicana para la Salud, el cual reveló que entre 1992 y 1998
el 3 por ciento de los hogares mexicanos incurrieron en gastos excesivos.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Evaluación
del Desempeño, de 1992 al 2000 se presentó el mismo
porcentaje.
Finalmente, detalla que el gasto catastrófico no debe asociarse
exclusivamente con una atención médica de alto costo,
servicio de urgencias, hospitalización, tratamiento de una
enfermedad crónica o una discapacidad. Es un concepto relacionado
con la capacidad de pago. Las familias con escasos recursos pueden
tener un gasto catastrófico con la compra de un medicamento,
por lo que no sorprende que este tipo de desembolso sea más
frecuente en hogares pobres y rurales.
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