Año 6 • No. 249 • Diciembre 4 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Se sacrifica el consumo de servicios básicos, como la educación
En México, gasto excesivo en salud

Alma Espinosa

Niños menores de dos años, discapacitados y adultos mayores incrementan los gastos catastróficos, así como los embarazos

La falta de un seguro financiero incrementa el riesgo de que las familias presenten gastos catastróficos, sobre todo si entre sus miembros existen niños menores de dos años, adultos mayores de 60 y discapacitados, así como los embarazos, aseguró Raquel Morales Barrera durante el XVI Coloquio mexicano de economía matemática y econometría que organiza la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana (UV).

Durante su ponencia “Gasto privado y gasto de bolsillo por motivos de salud en México”, la académica de la Universidad Iberoamericana comentó que la compra de medicamentos consume gran parte del presupuesto familiar; sin embargo, señaló, no es recomendable automedicarse por las consecuencias que implica.
El sector que también corre el riesgo de un gasto fuera de lo planeado es el rural, pues sólo en pocas ocasiones cuenta con algún tipo de aseguramiento. La académica de la Universidad Iberoamericana resaltó la importancia de que las personas que no tienen un trabajo formal también busquen este tipo de protección financiera.

Gasto catastrófico
Con base en la Encuesta Nacional de Evaluación del Desempeño 2002, se define un gasto catastrófico en materia de salud a todo aquel que represente más del 30 por ciento de su capacidad de pago. De esta manera, el 3.8 por ciento de los hogares en el país incurrieron en este tipo de gastos; el 60 por ciento del gasto catastrófico se atribuyó a la atención ambulatoria y medicamentos.

En una publicación del Instituto Nacional de Salud Pública se destaca que el aseguramiento público en población abierta, particularmente los sectores antes mencionados, puede reducir los gastos catastróficos. Éstos, en muchas ocasiones, obligan a las familias a utilizar sus ahorros, vender los bienes familiares o sacrificar el consumo de servicios básicos, como puede ser la educación. Lo más alarmante es que las familias pueden quedar en una situación de empobrecimiento.

El documento cita una medición realizada por la Fundación Mexicana para la Salud, el cual reveló que entre 1992 y 1998 el 3 por ciento de los hogares mexicanos incurrieron en gastos excesivos. De acuerdo con datos de la Dirección General de Evaluación del Desempeño, de 1992 al 2000 se presentó el mismo porcentaje.

Finalmente, detalla que el gasto catastrófico no debe asociarse exclusivamente con una atención médica de alto costo, servicio de urgencias, hospitalización, tratamiento de una enfermedad crónica o una discapacidad. Es un concepto relacionado con la capacidad de pago. Las familias con escasos recursos pueden tener un gasto catastrófico con la compra de un medicamento, por lo que no sorprende que este tipo de desembolso sea más frecuente en hogares pobres y rurales.