Año 6 • No. 249 • Diciembre 4 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Sirven como forraje y reducen costos de manejo
Ganadería sustentable: posible si
se incluyen árboles en pastizales
Edith Escalón

Árboles mejoran la dieta de los animales y aumentan el nivel de producción de leche y carne de los mismos: INIFAP
Es posible hacer de la ganadería una práctica productiva sustentable, si en los pastizales se incluyen árboles que proporcionan forraje a los animales y reducen costos en el manejo ganadero, coincidieron expertos de los institutos de Ecología (INECOL) y Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y pecuarias (INIFAP).

En el encuentro que para analizar esta perspectiva organizaron el Centro de Investigaciones Tropicales (CITRO) y el Instituto de Genética Forestal de la Universidad Veracruzana (UV), los especialistas explicaron las ventajas de alternativas productivas que ya se han puesto en práctica en combinación con la ganadería.

Luis Ortega Reyes, director del INIFAP, resaltó las ventajas de usar árboles forrajeros en la ganadería.

Para Luis Ortega Reyes, director del INIFAP región Golfo, el uso de árboles forrajeros es una de ellas, pues los sistemas silvopastoriles aumentan la diversidad vegetal, diversifican el sistema de producción y, sobre todo, mejoran la dieta de los animales y aumentan el nivel de producción de leche y carne de los mismos.

Agregó que el uso múltiple de las áreas de cultivos agrícolas con la inclusión del henequén y los huertos de naranja aumenta los beneficios económicos del productor al reducir los costos de chapeo para mantenimiento; además, permite ingresos adicionales por concepto de la venta de animales para abasto
y/o cría.
Ortega Reyes destacó también que los sistemas silvopastoriles –que incluyen una gran variedad de leñosas nativas– permiten a los bovinos seleccionar una dieta variada y superior a la obtenida en sistemas basados en el pastoreo de gramíneas.

Francisco Javier Laborde Dovalí, investigador del INECOL, se refirió en su oportunidad a los árboles como el componente estructural básico de la selva.
Dijo que pese a que su longevidad puede llegar a los 500 años, cuando se encuentran aislados en los potreros pueden llegar a convertirse en “muertos vivientes”, ya que aunque estén fisiológicamente vivos, no forman parte de una población reproductiva debido a diversas fallas en la polinización y la dispersión de semillas, entre otras cosas.

Señaló que a consecuencia de la fragmentación de la selva que se produce al talar árboles del dosel, la fauna se ve confinada al interior de dichos fragmentos; además, las poblaciones de especies arbóreas no persisten en el paisaje fragmentado y se dificulta la germinación de semillas y establecimiento de plántulas de especies arbóreas de la selva.

Armando Contreras, también del INECOL, se refirió a la limitada utilización de árboles en los potreros, pues ésta se reduce a una cuantas especies, por lo que es necesaria la diversificación a través de la reintroducción de especies nativas de uso múltiple.

Para ello, consideró imprescindible la incorporación de los estudios ecológicos a la evaluación de la actividad ganadera, “pues sólo de esa manera será posible acercarse al manejo integral de los recursos naturales”.

Insistió además en que la diversificación productiva (producción múltiple) es una estrategia campesina que se acerca al uso sustentable de los recursos, y que los evidentes cambios en las unidades de producción permiten hacer propuestas de restauración ecológica, aunque reconoció que aún está pendiente la evaluación de costos ambientales.