Año 6 • No. 251 • enero 2 de 2007

Hoy que campean las reproducciones sin razonamiento, el mecanicismo absurdo, el dogma fabril, la alienación cotidiana a las humanidades, a la literatura se le busca con cierta expectativa. Por eso la presencia de una revista cultural en estos tiempos como La Palabra y el Hombre es siempre motivo de celebración, comentó José Luis Martínez Suárez, del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana (UV).

Explicó que lo anterior se justifica porque la revista es un desafío a la barbarie de la civilización tecnológica y porque es un compromiso con la cultura. Aclaró que estas ideas también han sido expresadas por otros críticos literarios, que motivan la reflexión y el conocimiento desde la perspectiva humanística.

Al participar en la mesa “A 50 años de La Palabra y el Hombre”, organizada durante la Feria Permanente del Libro Universitario de la Dirección General Editorial de la UV, Martínez Suárez dijo que a las revistas culturales no se les pide ser un espacio de libre expresión, sino que se les reclama ser punto de encuentro para una permanente lectura y reflexión crítica frente a una sociedad pragmática, hedonista y utilitaria, cuyos valores sólo son competir, producir y acumular. En ese sentido, La Palabra y el Hombre ha dado muestras en casi 50 años de vida que está en la orilla del pensamiento humanista.

“En una época de vertiginosa transformación científica y tecnológica, frente a un momento histórico donde se han producido más innovaciones técnicas que en toda la historia presente, es importante reflexionar sobre el papel de las humanidades en el mundo contemporáneo y las revistas culturales: espacios para la imaginación, la creación, el placer estético, la reflexión, la crítica y la memoria, en suma: sentir, pensar y hacer. La palabra y hacer, síntesis de la humanización del individuo”, expresó el académico.

Luis Horacio Heredia, secretario técnico de la publicación –ésta el segundo proyecto cultural universitario que más ha perdurado– hizo un recuento de los 13 directores que ha tenido la revista desde 1957, quienes han tenido bajo su cargo la elaboración de 187 números en los que se publicaron más de cuatro mil colaboraciones.

Aseguró que la permanencia de la publicación editorial de la UV por casi 50 años se debe a la tenacidad de un sueño colectivo y que por fortuna ha sido compartido con pasión por buena parte de la comunidad universitaria. Esto ha permitido que este espacio sobreviva aun en medio de una creciente crisis económica y de permanente bombardeo mediático que satura nuestros sentidos y nuestra capacidad de análisis y reflexión.

“Atendiendo a su propia tradición de ruptura y cambio, debe buscar y ampliar nuevos caminos, fronteras y propuestas. Ojalá que estos 50 años de vida representen una bocanada de aire que nos empuje hacia horizontes ignotos. Hay que retomar el ejemplo de Sergio Galindo y el grupo que lo acompañó de buscar y apostar por nuevos talentos, tal como apostó Galindo por gente de la talla de María Zambrano, Álvaro Mutis, Juan Carlos Onetti, Elena Garro o Gabriel García Márquez, entre otros”, asentó.

En su intervención, José Luis Martínez Morales, académico de la Facultad de Letras Españolas, dijo que ha sido una injusticia pensar que La Palabra y el Hombre surgió como una semilla inédita, ya que en 1952 se creó el Departamento Editorial y la primera Revista de la Universidad Veracruzana, que se publicó durante tres años.