Año 6 • No. 251 • enero 2 de 2007

Al hablar de murallas y fronteras, los hechos históricos han demostrado que esta invención milenaria, tan vigente hoy día, ha repercutido y no sólo en la geografía del mundo, sino en su forma de conformar mentalidades e ideologías que legitiman la superioridad y el poder, expresó Rubén Morante López, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante El XXIV Encuentro Nacional de Geografía Muchos mundos, muchas mentes que organizó la Facultad de Economía de la Universidad veracruzana (UV).

“Muros y fronteras: aspectos geográficos, económicos y sociales” fue el tema que abordó en su conferencia Morante López, quien señaló que los muros son un invento milenario que ya implantaban los aztecas y posteriormente los españoles, y aunque aquéllos se han derruido, conservamos aún la mentalidad colonial: “En México, nuestros gobernantes han sido condicionados por los imperios. Las cosas poco han cambiado”.

El investigador definió la frontera como lo que está enfrente, los límites de un territorio, las delimitaciones de un espacio; mientras que consideró las fronteras políticas como el producto de un proceso histórico y social que cambia a través del tiempo, son arbitrarias y los Estados tienen una tendencia nata de expansión. “Por siglos, el hombre se ha apropiado del espacio a través de conquistas u ocupación ritual”, destacó.

Las fronteras, dijo, tienen una fuerte repercusión en el nacionalismo, pues legitiman el concepto de superioridad de raza justificando la esclavitud o el dominio. “La idea de dominio y control de un territorio da derecho a someter a los pueblos”.

Explicó que hay fronteras sagradas descubiertas por el hombre. Aquí las plantas o los animales serán identificados por los pueblos en una suerte de espacio sagrado en el que sucedió el hecho mítico.

Y subrayó: “Las hay también económicas. Fronteras que rebasan las políticas y que procuran mantener al pueblo dócil. Estas pretenden expandir el campo de acción”.

Sobre las murallas que sirven de frontera, el antropólogo expresó que son marcas territoriales construidas en condiciones extremas: “Las ciudades fortificadas y amuralladas han existido desde el medioevo y los tiempos precolombinos. Las murallas las encontramos en China, Macao, México, Perú y Jerusalén”.