Año 6 • No. 251 • enero 2 de 2007

Xalapa • Veracruz • México
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En nuestro país
Pocas y malas estadísticas
frenan desarrollo sostenible

Edith Escalón


Carlos Welsh, investigador del CCT.

La falta de datos estadísticos y la escasa calidad, precisión y confiabilidad de los pocos indicadores que existen frena en México los procesos para impulsar el desarrollo sostenible, aseguró el investigador del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV), Carlos Welsh.

El experto en climatología y medio ambiente se refirió así a la información que se requiere para impulsar la protección de la atmósfera, la lucha contra la deforestación, conservar los recursos de agua dulce, proteger ecosistemas de la desertificación y la sequía, así como los datos de poblaciones indígenas, trabajadores, educación, capacitación y toma de conciencia en torno a estas problemáticas.

Dijo que estadísticamente, “no tenemos datos suficientes y con la calidad mínima para poder atender un proceso real de Agenda 21”, es decir, que no es posible llevar a cabo el conjunto de políticas ambientales que desde 1992 acordaron impulsar en 178 países del mundo, entre ellos México.

Los datos que tenemos son los que concentra con cierto control el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e informática (INEGI), pero no existe información de todas las áreas, aseguró el investigador, quien dirige el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero dentro del Plan Estatal de Acción Climática.

Puso como ejemplo lo que sucede con la información para establecer inventarios forestales en el país: “Las metodologías para agregar información de uso del suelo son diferentes, porque cambiaron tres veces en tres periodos gubernamentales, por lo tanto no se pueden equiparar los datos de los años 70, 80, 90 y dos mil”.

El académico universitario explicó que para medir la sustentabilidad es necesario un marco que permita encontrar las prioridades en la selección de indicadores y determinar la identificación de cuáles serán claves en el futuro, marco en el que la participación de la sociedad debe acompañar a la de la academia y el gobierno.

Añadió que los marcos metodológicos para medir la sostenibilidad son un reflejo de valores, intereses, prejuicios y visiones de quienes lo desarrollan, y sobretodo del modelo conceptual con el cual se quiere comparar la realidad, de ahí la importancia de la participación social.

“Entre menos gente participe el marco es más limitado. Es como si dejamos que el Distrito Federal siga dictando las políticas ambientales para Veracruz… Así difícilmente vamos a tener un estado más conservado de lo que lo tenemos hoy”.

Por último, aseguró que una descripción de la sostenibilidad a través de indicadores debe monitorear el tránsito hacia un desarrollo sostenible, aumentar la información e interés respecto a éste, identificar vacíos de información y prioridades de investigación, facilitar el diálogo entre los diferentes involucrados en el proceso y, además, facilitar los criterios políticos de desarrollo e iniciar una motivación individual y colectiva en temas relativos a un desarrollo sostenible.