Año 6 • No. 251 • enero 2 de 2007

Xalapa • Veracruz • México
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Médicos buscan la explicación
Crece artritis reumatoide en México
David Sandoval

A pesar de que se realizan investigaciones sobre las enfermedades autoinmunes, la respuesta de cada paciente al medicamento difiere de los resultados de laboratorio, señala Roberto González-Amaro
En nuestro país, recientemente se ha registrado un incremento en casos de artritis reumatoide y tiroiditis; desafortunadamente, no se sabe con exactitud qué lo produce. Por esta razón, médicos investigadores modifican las reacciones de determinadas células que el cuerpo humano produce para protegerse de las enfermedades, llamadas linfocitos T, encargadas de la respuesta del sistema inmunológico a factores externos.

Roberto González-Amaro concluyó que debe realizarse más investigación sobre enfermedades autoinmunes.

Roberto González-Amaro, académico del Laboratorio de Inmunología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), presentó este panorama en su conferencia “Linfocitos T reguladores en enfermedades autoinmunes. Efecto de terapia inmunosupresora”, invitado por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV) para su cuarto foro de investigación en salud.

“Las enfermedades autoinmunes, en las que el cuerpo produce anticuerpos contra las propias sustancias de nuestro organismo, son de lo más común y no se refieren a enfermedades poco conocidas; entre ellas se incluye al lupus eritematoso y la artritis reumatoide”, señaló el académico de la UASLP.

En las instalaciones de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de Xalapa, González Amaro dijo que el resultado de los primeros estudios determinó que no existen diferencias significativas en los pacientes de artritis reumatoide ante la administración de distintos compuestos. La hipótesis, por tanto, es que debería existir una diferencia cualitativa en los resultados.

Comentó que realizaron otro estudio donde el interés radicaba en saber si la terapia biológica modificaba a las células reguladoras administrando un anticuerpo llamado “Rituximab”; el hallazgo clínico fue la disminución de la enfermedad en casi todos los pacientes.

También se realizaron pruebas con otros agentes biológicos que ofrecieron resultados positivos en personas con tiroiditis. “En estas investigaciones todo el desarrollo del proyecto se realizó en tejido humano, a diferencia de muchas investigaciones que utilizan cobayas o ratones de laboratorio”, resaltó.

Agregó que esta situación conlleva a que los resultados obtenidos en laboratorio difieren, en la mayoría de los casos, de los resultados reales cuando se aplican a pacientes, al ser más difícil contemplar la variedad de factores que determinan la evolución del medicamento en humanos.

Expresó que el papel de los linfocitos T, como respuesta en las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, “aún no ha sido descubierto y permanece como una pieza clave para comprender el funcionamiento del sistema inmunológico, aunque el factor genético de la población parece ser determinante”.

Finalmente, subrayó que las dos problemáticas más importantes que plantean estas enfermedades son la frecuencia con que se registran en México y el elevado costo del tratamiento, ya que incluso algunas dosis para el tratamiento de la tiroiditis cuesta 30 mil pesos.