Año 6 • No. 252 • Enero 8 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Alejandro Alberto Cámara Contreras es estudiante de Piano
Primer lugar para la UV en la
Bienal de Música Clásica Formal
Gina Sotelo

Diciembre fue muy especial en la vida de Alejandro Alberto Cámara Contreras, quien cursa el primer semestre de Piano en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV), pues no sólo participó por vez primera en un concurso nacional, sino que además ganó el primer lugar de su categoría en la Bienal de Música Clásica Formal de Mexicali, Baja California.

Alumno de la maestra Laura Sosa, Alejandro nació en Mérida, Yucatán. Desde los 13 años estudia piano y es gracias a su preparación y dedicación que ha empezado a sobresalir en el difícil campo de la música, aunque –lo dice mientras se sonroja– sus inicios no fueron dentro del terreno de lo clásico: “Tocaba música ambiental para las fiestas y bares, Raúl Di Blasio, Yanni, Richard Clayderman, pero llegó un momento de mi vida en que tuve que tomar una decisión seria con respecto a qué iba a hacer con el instrumento. Opté por la música clásica porque sabía desde el principio que era la mejor opción”.

Alejandro Alberto Cámara Contreras ganó el primer lugar en la Bienal de Música Clásica Formal de Mexicali, es alumno de la maestra Laura Sosa.

La Bienal es un concurso muy importante que reúne a alumnos de toda la República, un escaparate que da cuenta del nivel de competencia que hay entre los estudiantes de música, para que conozcan qué tan competentes son al medir sus aptitudes con sus pares de otros conservatorios.

Alejandro obtuvo el primer sitio en esta contienda por su brillante ejecución de la Sonata número 3 opus 28, de Prokofiev, y el Preludio opus 23 número 2, de Rachmaninoff.
Lejos están los días en los que el joven soñaba con ser pianista, influenciado por los conciertos que veía en la televisión y la música de los Beatles, cuando escuchaba discos y quería tocar igual que las grabaciones: “Fue amor a primera vista y cuando uno se enamora hace tremenda cantidad de locuras, pero también cosas coherentes”.

Alejandro, quien tuvo que dejar atrás su vida en Mérida para estudiar en la UV, recuerda que fue una experiencia muy difícil, un cambio muy drástico, pero que ha valido la pena: “Al tomar la decisión de convertirme en profesional me convencí de que si uno no ama lo que hace, es mejor no hacerlo”.

Su maestra, Laura Sosa, habla de la importancia de este tipo de concursos: “Poco a poco van acercándose al público y perdiendo el miedo. Ellos saben que tienen que trabajar mucho para estar seguros, la nuestra es una carrera muy larga en la que nunca dejas de aprender”. Ella se siente satisfecha del logro que tuvo Alejandro, al igual que le ha sucedido con otros de sus alumnos, como en el caso de Citlalli Guevara, a quien preparó para hacer exámenes en Estados Unidos y fue aceptada en el Manhatan College Music, de Nueva Cork, donde hizo su maestría. En otra categoría de la Bienal de Música Clásica Formal obtuvo también el primer lugar.

“Para mí fue una enorme felicidad el que Alejandro y Citlalli ganaran, porque también refleja qué tanto estoy produciendo, si es algo realmente valioso y demuestran que pueden enfrentarse a nivel nacional y lograr destacar”, expresó.