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La
idea de masculinidad
es producto sociocultural
Juan Carlos Plata
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El cuerpo, tanto el masculino como el femenino, ha sido reducido
a objeto de comercio en la época moderna
Tampoco el concepto de feminidad es natural, sino sociocultural |
Marisol
Cancio Lucio, Oliscar Hernández, María Bethi Rodríguez,
Alma Degante y José Martínez, durante su participación
en el XV Foro Anual de Antropología. |
De
la misma manera en la que hay un prototipo de belleza femenina, el
concepto de masculinidad que todos conocemos –en el que el individuo
se encuentra separado de su parte emotiva–, es un producto de
la dinámica social, aseguró la egresada de la Facultad
de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), durante
su participación en el XV Foro Anual de Antropología.
“En el contexto social lo masculino se ha superpuesto a lo femenino.
Los seres humanos hemos aprendido en la cultura a hacer una clasificación
de todo lo que nos rodea –incluso lo que no es palpable-, en
femenino y masculino”, dijo Cancio Lucio.
La egresada, cuya tesis lleva por título: Masculinidad y danza
escénica”, sostuvo que la distinción que se hace
a partir del cuerpo nos estereotipa y nos obliga a vivir de una manera
que no siempre hemos elegido.
“Por tanto los hombres tienen que comportarse de una manera
predeterminada por la convención social, y bajo la cual, por
ejemplo: no les está permitido llorar o expresar sus sentimientos
y deben basarse siempre en la razón”, aseguró.
A pesar de que el cuerpo no es una prisión, expresó
la ponente, la sociedad lo ha codificado tanto que se ha vuelto algo
rígido: de alguna manera regula nuestra conducta.
La sociedad, determinada históricamente por los hombres, ha
puesto a la razón por encima de la naturaleza y la emoción,
y le otorgó al hombre la custodia de la ciencia y la razón
y a la mujer la de la naturaleza y la emoción.
Este tipo de comportamientos predeterminados influyen incluso en grupos
sociales como los homosexuales, quienes a pesar de que han asumido
una posición dentro de la sociedad que “no era la que
les correspondía”, tienen maneras determinadas de comportarse.
Cancio Lucio, quien para realizar su trabajo de tesis entrevistó
a bailarines profesionales y estudiantes de Danza, dijo que la propia
actividad de la danza, según el canon social, es reservada
para las mujeres, y por la tanto, un bailarín se sale de la
norma del comportamiento masculino.
“El cuerpo, tanto el masculino como el femenino, ha sido reducido
a objeto de comercio en la época moderna, y en ese sentido
es que se busca siempre que hombres y mujeres se adecuen a la norma
social, tanto de actividad profesional como de comportamiento social”,
aseguró la ponente. |
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