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A
través del Instituto de Neuroetología
Busca la UV sustancias químicas
que inciden en la hiperactividad
Alma Espinosa
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En México no hay un instituto propio para investigar los
trastornos de déficit de atención |

Minerva
Hernández Lozano, del Instituto de Neuroetología de
la UV. |
Por
décadas, los niños que presentan características
propias de hiperactividad han sido sometidos a tratamientos desde
la disciplina psicológica; sin embargo, científicos
han comenzado la búsqueda de sustancias químicas en
el cerebro que puedan ocasionar la presencia de este trastorno. Tal
es el caso del trabajo que realiza Minerva Hernández Lozano,
investigadora del Instituto de Neuroetología de la Universidad
Veracruzana (UV). |
A
pesar de que las estadísticas nacionales e internacionales
arrojan porcentajes importantes de habitantes con hiperactividad,
las investigaciones que escudriñan el funcionamiento del cerebro
para encontrar una de las causas posibles de este padecimiento están
en germen.
Durante su participación en las Jornadas Estudiantiles de la
Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB)
de la UV, la investigadora dio a conocer que algunos países
desarrollados ya han arrojado los primeros resultados de sus investigaciones;
no obstante, en nuestro país ni siquiera se cuenta con un instituto
propio para investigar los trastornos de déficit de atención.
“En los países con tecnología avanzada se han
encontrado como posibles causas algunas alteraciones en el cromosma
11, en receptores como adopamina y neurotransmisores como el GABA.
También se han detectado modificaciones en estructuras como
el sistema límbico, en el que interviene el hipotálamo,
el cual está relacionado con los procesos de discriminación
de estímulos”, destacó Hernández Lozano.
¿Qué tan importante es analizar las estructura neuronales
para descubrir las causas de la hiperactividad? De acuerdo con la
investigadora, el estudio de las causas casi siempre está encaminado
a encontrar un método preventivo y reorientar los tratamientos.
“Para este caso hay tratamientos convencionales que han registrado
efectos secundarios bastante indeseables. Esto se ve a la larga porque
se trata a niños y aún no se sabe qué pasa en
el adulto”, comentó.
Lo anterior ha originado nuevos derroteros en los esfuerzos de algunos
investigadores por conocer los mecanismos involucrados y, desde el
punto de vista químico neurobiológico, buscar nuevos
tratamientos que permitan dar una mejor atención a las personas
con hiperactividad.
Cabe destacar que la UV, específicamente el Instituto de Investigaciones
Psicológicas, desde hace varios años aborda el problema
de la hiperactividad en conjunto con padres y profesores de los niños
con dicho trastorno. De los cursos que ahí se han impartido,
Hernández Lozano ha detectado la falta de información
de sustancias químicas, por lo que incursionará en este
campo aún por descubrir. |
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