Organizado por el Grupo Cocktail Creativo, integrado por estudiantes
de la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas de la Facultad
de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) de la Universidad
Veracruzana (UV), en el evento estuvieron presentes voceros de diferentes
sectores de la sociedad.
Entre los ponentes destacó la presencia del sacerdote Quintín
López Cessa, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa,
y Martha Patricia Ponce Jiménez, del Centro de Investigaciones
y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-Golfo),
quienes hablaron sobre la vulnerable posición de la mujer
frente a la pandemia del VIH-SIDA.
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Para Quintín López Cessa esta situación no
es cuestión religiosa, sino de humanidad: "Estamos hablando
de personas. Somos de los pocos que atendemos a los enfermos de
SIDA. En el albergue de CARITAS han fallecido varios, ahí
es donde llegan y los atendemos a nivel material y espiritual".
Explicó que de parte de la iglesia no hay renuencia en atender
a los enfermos porque quienes están ahí para prestar
ayuda saben muy bien cómo manejar a los enfermos sin riesgo
de contagio.
Sobre la enfermedad que está llegando a las comunidades indígenas
informó que este dato tendría que ayudar a evaluar
si los programas de prevención que se están haciendo
de verdad funcionan: "Habrá que ver si eso de repartir
condones de veras evita el SIDA. La Revista del Consumidor dice
que hay condones con 60 ó 70 por ciento de seguridad y si
le digo a un muchacho ‘ponte el condón y tienes 40
ó 30 por ciento de probabilidad de que te infectes’".
Añadió que se le ha apostado mucho al condón
y ahí están los resultados: "Es una manera de
promover una sexualidad irresponsable y pretendiendo garantizar
que no se van a contagiar, cuando estamos escuchando que las amas
de casa son el grupo mayoritario sabemos que no es que tengan sexo
irresponsable, sino que los maridos se lo llevan a su casa".
La educación y la prevención fue la alternativa que
planteó López Cessa: "Promovamos una sexualidad
humana, responsable, rica en valores, con respeto por la persona.
La sexualidad es algo buenísimo porque es para que dos personas
se amen y procreen, pero lo hemos sacado tanto de contexto de persona
como de familia".
Por su parte Martha Patricia Ponce Jiménez del Centro del
CIESAS-Golfo coincidió en que las amas de casa infectadas
con el
VIH-SIDA son una población en constante crecimiento, madres
de familia que son contagiadas por sus esposos y que son ellas mismas
las que a su vez contagian a sus hijos. "Lo que va a suceder
es que se nos va a ir más aún de la mano la epidemia
que ya tenemos", advirtió.
Entre los datos citados por la investigadora, se dio a conocer que
hace cinco años había 260 personas en el estado viviendo
con VIH-SIDA, al día de hoy hay 10 mil, según cifras
oficiales: "Y ustedes saben que esa cifra hay que multiplicarla
por cinco", añadió. Agregó que hay que
hablarle a la población con la verdad, sin alarmarla o asustarla,
pero aceptando que la situación del VIH en el estado es muy
delicada y que en la medida que no implementemos campañas
de prevención lo que vamos a tener es la multiplicación
de los casos, es decir, se debe atacar " la falta de conciencia
de la ciudadanía en general de no tomar las medidas cuidadosas
en el momento de ejercer su sexualidad".
Las líneas de investigación de Ponce Jiménez
versan sobre familias, género, sexualidades y trabajo sexual.
Ha desarrollado el proyecto de investigación Dimensiones
sociales del trabajo sexual en el estado de Veracruz, colabora como
catedrática en la Facultad de Antropología de la UV
y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Poder de Mujer, Primer foro de Liderazgo Femenino fue producto de
las experiencias educativas Diseño de programas de Relaciones
Públicas y Eventos Especiales y Planeación de la Campaña
Publicitaria, que, por su contenido, los alumnos pretendieron que
fuera más allá de la simple necesidad académica.
Cocktail Creativo es una organización de estudiantes de Publicidad
y Relaciones Públicas quienes pretenden desarrollar acciones
de interés y beneficio social para la comunidad veracruzana
y posicionarse como una organización innovadora y comprometida
en los niveles estatal, nacional e internacional.
Ello corresponde, por supuesto, a un periodismo fácil, de
escritorio, sin compromiso. Todo lo contrario a lo que hacía
sin descanso el gran periodista del siglo XX, Ryszard Kapuscinski
(Pinsk, 1932) y quien falleciera el pasado 23 de enero en Varsovia,
Polonia.
Comunicador, historiador o literato que ignore la impronta de Kapuscinki
estará ajeno al ejemplo profesional de un hombre que relató
historias de guerras y vidas de una manera magistral sin claudicar
un ápice en el alto valor de la ética y la honorabilidad.
Uno de los grandes aciertos de la Editorial de la Universidad Veracruzana
fue abrir los espacios a escritores polacos como Kazimier Brandys,
Jaroslaw Iwaszkiewicz, Jerzy Andrzejewski y Rizsard Kapuscinki.
Precisamente, en 1980, publicó Las botas (Wojna futbolowa)
gracias a la traducción de Gustav Kolinski y Mario Muñoz,
donde el admirado periodista relata sus incursiones en las guerras
de África, Medio Oriente y Centroamérica.
En este libro se incluye, entre varios reportajes magistrales de
Kapuscinski, uno de sus relatos más célebres, “La
guerra del futbol” que se desata a partir de un juego eliminatorio
entre las selecciones de Honduras y El Salvador para asistir al
Mundial de México en 1970. En él, Kapuscinski se admira
del análisis y proyección futura de Luis Suárez,
otro gran periodista quien, a partir de leer el resultado del primer
encuentro entre las selecciones centroamericanas y analizar el contexto
político, vaticinó que habría guerra porque
“en América Latina (...) la frontera entre el futbol
y la política es muy estrecha” y por lo tanto, una
convocatoria para que el reportero se haga presente y relate la
historia.
Cada párrafo escrito por el autor de Los cínicos no
sirven para este oficio se convierte en una clase magistral. Aquí
se recupera un fragmento de “La guerra del futbol”.
“Cuando el jugador hondureño, Roberto Cardona, tiró
en el último minuto el victorioso gol, la salvadoreña
Amelia Bolaños, de 18 años, sentada frente a la televisión
se levantó y corrió hacia el escritorio, donde en
un cajón estaba la pistola de su padre. Se suicidó
pegándose un tiro en el corazón. ‘Una muchacha
joven que no pudo resistir que su patria fuera obligada a arrodillarse’
–comentó al día siguiente el periódico
salvadoreño El Nacional. Al entierro de Amalia Bolaños,
transmitido por televisión, asistió toda la capital.
El cortejo fúnebre lo presidía una compañía
militar de honor portando un estandarte. Detrás del ataúd,
cubierto con la bandera nacional, iba el Presidente de la República,
rodeado por sus ministros. Los seguían los once muchachos
del equipo salvadoreño, que ese mismo día por la mañana,
en medio de una rechifla, ridiculizados y escupidos en el aeropuerto
de Tegucigalpa, habían regresado en un avión especial
a su país”.
Después El Salvador ganaría en el partido “de
vuelta” con marcador de 3-0 pero los odios patrióticos
estallaron en una guerra para exigir territorios y ahí estuvo
Kapuscinski para dar cuenta de lo que sucedía como lo hacía
en cualquier parte del mundo donde la humanidad convertía
el conflicto extremo en luchas por el poder.
En Damasco, entre fedayines y palestinos, da otra muestra de historia,
periodismo y literatura en el reportaje “Las botas”:
“En las lomas de Golán hay mucho polvo y por eso las
botas de los soldados siempre están grises, siempre necesitan
de un cepillazo. Los muchachos que lustran las botas de los soldados
saben todo sobre la guerra. Las botas poco polvosas quiere decir
silencio en el frente. Las botas mojadas, como si estuvieran recién
sacadas del agua, significa que los fedayines luchan en Hermon,
donde hay nieve. Las botas que huelen a petróleo, manchadas
de grasa, es una demostración que hubo una batalla con tanques.
Las botas son comunicados de guerra”.
Entre los libros de la Universidad Veracruzana también se
encuentra en la Colección Textos Universitarios, Técnica
del reportaje, del periodista y académico Luis Velásquez.
En el capítulo 5 “Estructura del reportaje” analiza
el trabajo de Ryszard Kapuscinski y resalta su dominio literario,
el mismo que también manejaba a la perfección Gabriel
García Márquez para convertirse ambos en los mejores
modelos para la elaboración de trabajos periodísticos.
Kapuscinski es uno de los grandes personajes de la humanidad, su
calidad moral, su defensa y búsqueda de la verdad, su humanismo,
así lo constatan. Si antes era buscado como ejemplo de cátedra
ahora, con su desaparición física, se convierte en
referente obligado para todos aquellos que aspiren a ser buenos
periodistas que no muestren desdén por la historia, la filosofía,
el compromiso y la literatura.
Próximamente, la Universidad Veracruzana buscará reeditar
Las botas, obra que está contemplada entre la lista de joyas
literarias que se pretende tener en circulación con motivo
de los 50 años de la Dirección General Editorial.
Dejamos como reflexión una de las tantas frases Ryszard Kapuscinski
para recordar permanentemente: “La inspiración y el
entusiasmo son un fuego que el tiempo apaga. El periodista debe
prepararse para ello. Ser curioso. Interesarse en las cosas. Leer,
leer y leer”. |