Año 6 • No. 255 • enero 29 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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Presentan los primeros resultados en congreso nacional
Avanza en la UV investigación
sobre dislexia y tartamudez

Edith Escalón

Dora Granados, coordinadora de investigación
Cómo se comporta el cerebro de niños con dislexia del desarrollo y cómo el de aquellos que presentan dificultades de pronunciación en el discurso (tartamudez) son dos de los ejes de la investigación del Laboratorio de Psicobiología de la Universidad Veracruzana (UV) que ya han empezado a dar frutos.
En el 4° Congreso Nacional de Neuropsicología, realizado en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, en noviembre de 2006, los universitarios presentaron los primeros resultados de sus investigaciones y estudios de caso, lo que constituye un avance científico importante para la Facultad de Psicología de la UV, que los impulsa.

En la investigación sobre dislexia, y tras un complejo proceso de análisis neurológico, los universitarios encontraron que las áreas donde hay diferencias en la actividad eléctrica cerebral están relacionadas con las funciones espaciales de las cuales se necesita tener una adecuada organización y manejo para realizar la lectura y la escritura.

Estas conclusiones las obtuvieron luego de realizar un estudio de tipo clínico, que incluyó una batería de pruebas y un registro encefalográfico, con 16 niños que presentaban dificultades en lectura (13 hombres y tres mujeres de entre ocho y 12 años de edad), de tercero a sexto grado de primaria de dos escuelas de la ciudad de Guadalajara.

Dora Granados, coordinadora de investigación, explicó que en el tercer grado de primaria en México se considera que los alumnos han consolidado el aprendizaje de la lectoescritura, sin embargo, desde ese grado hasta sexto se detectan algunos casos que presentan dificultades en dicho proceso.

Comentó que las dificultades consisten en una lectura lenta, sin ritmo, con omisiones y sustituciones de palabras o letras, inversiones, etcétera, que repercuten en la comprensión de los textos y comentó que “es necesario continuar con investigaciones de este tipo para avanzar en una posible solución
del problema”.

Explicó que los trastornos del lenguaje que afectan las habilidades de leer y escribir se les conoce como dislexia del desarrollo, la cual implica inteligencia normal, ausencia de cualquier trastorno psiquiátrico y que el niño haya iniciado el aprendizaje de la lecto-escritura al mismo tiempo que otros niños de su edad que no presentan ninguna dificultad.

En el caso de las dificultades de pronunciación en el discurso (llamada técnicamente espasmofenia) los investigadores realizaron un estudio de caso durante seis meses con un niño seis años, que cursa primer año de primaria, con antecedentes heredofamiliares de problemas del lenguaje.

Según explicó Dora Granados, en la evaluación inicial encontraron dificultades de pronunciación en el discurso y en palabras aisladas, repeticiones al iniciar un diálogo, dificultades de coordinación en la respiración, sustitución, omisión y aumento de fonemas y sílabas.

Señaló que en el registro electroencefalográfico se encontraron signos de inmadurez. Se analizaron 28 sesiones con duración promedio de 50 minutos, que fueron grabadas y transcritas, conforme al número de repeticiones, tipos de errores y número de enunciados.

Aunque durante la investigación observaron disminución en las repeticiones, y que el discurso se volviera más inteligible y fluido, reconoció que requerirán de más sesiones, ya que los registros electroencefalográficos mostraron signos de inmadurez que se correlacionan con la dificultad mencionada.

Por tanto, señaló que continuarán con el tratamiento, coordinándolo con las actividades diarias en el contexto familiar y escolar, apoyándose en nuevas actividades como el aprendizaje de la lecto-escritura.

El estudio estuvo a cargo de los investigadores Dora Granados Ramos, experta en neurociencias y rehabilitación neurológica y Víctor Alcaraz Romero, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2003, quienes fueron apoyados por Miriam Quesada, Regina Martínez y Luis Uresti, egresados de Psicología UV.